Papa Francisco: Aprendamos a hablar con Dios. Aprendamos a rezar con fe

En la historia del patriarca Abraham, honrado por judíos, cristianos y musulmanes, la fe se convierte en una relación directa con Dios que está marcada por la oración constante, que a veces toma la forma de "debate" con Dios, así lo expresó el Papa Francisco el 3 de junio, durante su audiencia general en vivo desde la biblioteca del Palacio Apostólico. Debido a la pandemia de coronavirus COVID-19, los visitantes y peregrinos aún no están presentes en las audiencias.

En su mensaje principal, parte de una serie sobre la oración, el Papa Francisco habló sobre nuestro Padre Abraha y al respecto, dijo que con Abraham, "la vida de un creyente comienza a ser entendida como una vocación, es decir, como una llamada".

Mientras que la mayoría de los pueblos antiguos veían a los dioses como fuerzas cósmicas inabordables que necesitaban ser apaciguadas, "el Dios de Abraham se convierte en mi Dios, el Dios de mi historia personal, que guía mis pasos, que no me abandona, el Dios de mis días, el compañero de mis aventuras

"Me pregunto, y te pregunto a ti, ¿tenemos esta experiencia de Dios?" dijo el Papa Francisco.

Abraham había escuchado a Dios llamándolo a dejar su tierra natal por una tierra que Dios le mostraría, prometiendo hacer de él y de sus descendientes una gran nación, aunque ya era viejo y no tenía hijos.

A Abraham no le pesaba la incertidumbre a pesar del "enigma". En su lugar, creyó en la promesa de Dios. Creyó y partió sin saber adónde iba.

El relato de la vida de Abraham en el Libro del Génesis menciona cómo, a lo largo de su viaje, construyó altares al Señor.

A través de su oración, Abraham se familiarizó con Dios, incluso capaz de discutir con él, pero siempre fiel. Habló con Dios y discutió.

Confiar en Dios en las pruebas.

Y cuando Dios le pidió que sacrificara a su hijo Isaac, Abraham continuó confiando en el Señor, viviendo su fe como una prueba, como caminar a tientas en la oscuridad, bajo un cielo desprovisto de estrellas esta vez, pero con fe.

Dios mismo detuvo la mano de Abraham, que estaba lista para golpear, porque vio que su voluntad era realmente total.

"Nosotros también sentimos a menudo que estamos caminando en la oscuridad, pero con fe", aseguró el Papa Francisco.

Por eso la gente debe rezar, como Abraham, y a veces cuestionar a Dios como él lo hizo.

Aprendamos a hablar con Dios, a rezar con fe.

Enojarse con Dios puede ser una forma de rezar, porque sólo un hijo o hija puede enojarse con su padre y luego reunirse de nuevo.

Aprendamos de Abraham a rezar con fe, a dialogar, a discutir, pero siempre estando dispuestos a acoger la palabra de Dios y ponerla en práctica.

Aprendamos a hablar con Dios como un hijo o una hija lo hace con un padre: escucharlo, responder, discutir, pero de manera transparente, como un niño con su padre.

Escucha al Papa Francisco lo que dijo sobre nuestro Padre Abraham y sobre cómo debemos hablar con Dios y rezar con fe.

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