Papa Francisco. Sosténganse en la oración y mirar como Jesús. Sostenerse en la oración y verán a Dios obrar en sus vidas muchas maravillas
"Sosténganse en la oración y verán a Dios obrar maravillas", fueron palabras inspiradores del Papa Francisco, con las cuales exhortó a sostenerse en la oración y nunca dejar de rezar, a varios grupos misioneros en Argentina, a los que también les indicó que continuen comunicando la alegría del Evangelio y la construcción de la Iglesia.
"Nunca dejen de rezar... Sosténganse en la oración". Así el Papa Francisco encontró la manera de indicarle a estos grupos cómo deben predicar con amor para ver a Dios obrar maravillas en todos.
El Papa Francisco envió sus saludos y sentimientos a los 2.200 grupos participantes en el IV Congreso Misionero Nacional, que concluye el lunes en la ciudad de Santiago del Estero en Argentina.
El tema del encuentro de este año es "Misión, un estilo de vida". A continuación la exhortación del Papa Francisco a los misioneros, que también es un llamado a vivir la santidad, a todo los fieles de la Iglesia:
Antes de anunciar es necesario ver.
Espero que siempre tengamos presente que no podemos mostrar a los demás lo que nosotros mismos no hemos visto ni oído. Por eso, para ser misionero, antes de anunciar, de comunicar, es necesario ver.
Ver a ese Jesús que se ha hecho pequeño para alcanzar nuestra debilidad, que ha asumido nuestra carne mortal, para revestirla de su inmortalidad y que viene cotidianamente a nuestro encuentro, para caminar con nosotros y tendernos su mano amiga en la dificultad.
Sosténganse en la oración.
No olviden nunca el llamado, el primer encuentro con Jesús, el gozo con el que recibieron ustedes el primer anuncio, tal vez de sus padres, de sus abuelos, de sus catequistas o maestros y no dejen de rezar, de rezar los unos por los otros, sosténganse en la oración mutuamente
Si hacen esto, sostenerse en la oración, por medio de ustedes, y a pesar de su debilidad, verán como Dios obrará maravillas ante todos los pueblos.
Aprendamos a mirar como Jesús.
No olviden tampoco que la misión, además de ser una pasión por Jesús, es una pasión por su pueblo: Dejémonos mirar por Jesús, pero aprendamos también a mirar como Jesús. Una mirada de ternura, de comprensión y de misericordia que nos lleve a tocar las llagas del Señor en la carne de nuestros hermanos necesitados.
Ver a Jesús en el otro, purifica el corazón, liberándolo del egoísmo, de toda segunda intención, de todo deseo mundano.
Espero que estas breves reflexiones los animen a seguir construyendo una Iglesia en salida, unos grupos solidarios que trabajan para comunicar esta alegría que el Señor ha puesto en nuestros corazones