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Categoría: Evangelio del día

Evangelio de hoy Lunes, 4 de Abril, 2022. Lecturas de hoy - Oración del día - Reflexión Papa Francisco. Juan 8,12-20. Evangelio del día Explicado

¡Yo soy la luz del Mundo!.

Santo Evangelio de hoy explicado del Lunes 4 de Abril, 2022 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria y reflexión sobre el Evangelio del día, en Juan 8,12-20: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida". Meditación de la Palabra del Santo Evangelio de hoy por el Papa Francisco. "La Misericordia del Señor es la verdadera compasión del corazón. Él nos acoge, nos anima, nos impulsa a seguir libres y sin ataduras a una vida de pecado. Estamos llamados por Cristo a dejar atrás los vicios, para dar un salto de fe". Se propone las lecturas de hoy con la oración del día para tu vida en el Lunes de la quinta semana de Cuaresma, para el Evangelio de hoy explicado. Palabra diaria para crecer con Dios. "Jesús se presenta como luz. La misión de Jesús es iluminar: luz. Él mismo dijo: "Yo soy la luz del mundo" (Juan 8,12)", Papa Francisco.


Índice de las lecturas de hoy.


Celebraciones del día:

San Isidoro de Sevilla, Doctor de la Iglesia.


Antífona de entrada de las Lecturas de hoy.

"Ten piedad de mí, oh Dios, porque la gente me asalta; me pelean todo el día y me oprimen". (Salmo 55,2)


Lecturas de hoy Lunes.

Primera Lectura para el Evangelio de hoy en el Lunes de la quinta semana de Cuaresma. Lectura del Libro de Daniel 13,1-9.15-17.19-30.33-62: "Aquí estoy a punto de morir, aunque no he hecho nada de lo que se me acusa".

En aquellos días, había en Babilonia un hombre llamado Joaquín. Él se había casado con una mujer llamada Susana, hija de Jilquías, que era muy hermosa y temía a Dios, porque sus padres eran justos y habían instruido a su hija según la Ley de Moisés. Joaquín era muy rico y tenía un jardín contiguo a su casa. Muchos judíos iban a visitarlo, porque era el más estimado de todos. Aquel año, se había elegido como jueces a dos ancianos del pueblo. A ellos se refiere la palabra del Señor: "La iniquidad salió en Babilonia de los ancianos y de los jueces que se tenían por guías del pueblo". Esos ancianos frecuentaban la casa de Joaquín y todos los que tenían algún pleito acudían a ellos. Hacia el mediodía, cuando todos ya se habían retirado, Susana iba a pasearse por el jardín de su esposo. Los dos ancianos, que la veían todos los días entrar para dar un paseo, comenzaron a desearla. Ellos perdieron la cabeza y apartaron sus ojos para no mirar al Cielo y no acordarse de sus justos juicios. Una vez, mientras ellos aguardaban una ocasión favorable, Susana entró como en los días anteriores, acompañada solamente por dos jóvenes servidoras, y como hacía calor, quiso bañarse en el jardín. Allí no había nadie, fuera de los dos ancianos, escondidos y al acecho. Ella dijo a las servidoras: "Tráiganme la crema y los perfumes, y cierren la puerta del jardín para que pueda bañarme". En cuanto las servidoras salieron, ellos se levantaron y arrojándose sobre ella le dijeron: "La puerta del jardín está cerrada y nadie nos ve. Nosotros ardemos de pasión por ti; consiente y acuéstate con nosotros. Si te niegas, daremos testimonio contra ti, diciendo que un joven estaba contigo y que por eso habías hecho salir a tus servidoras". Susana gimió profundamente y dijo: "No tengo salida: si consiento me espera la muerte, si me resisto no escaparé de las manos de ustedes. Pero prefiero caer entre sus manos sin haber hecho nada, que pecar delante del Señor". Susana gritó con todas sus fuerzas; los dos ancianos también se pusieron a gritar contra ella, y uno de ellos corrió a abrir la puerta del jardín. Al oír esos gritos en el jardín, la gente de la casa se precipitó por la puerta lateral para ver lo que ocurría, y cuando los ancianos contaron su historia, los servidores quedaron desconcertados, porque jamás se había dicho nada semejante de Susana. Al día siguiente, cuando el pueblo se reunió en casa de Joaquín, su marido, también llegaron los ancianos con la intención criminal de hacer morir a Susana. Ellos dijeron en presencia del pueblo: "Manden a buscar a Susana, hija de Jilquías, la mujer de Joaquín". Fueron a buscarla, y ella se presentó acompañada de sus padres, sus hijos y todos sus parientes. Todos sus familiares lloraban, lo mismo que todos los que la veían. Los dos ancianos se levantaron en medio de la asamblea y le pusieron las manos sobre la cabeza. Ella, bañada en lágrimas, levantó sus ojos al cielo, porque su corazón estaba lleno de confianza en el Señor. Los ancianos dijeron: "Mientras nos paseábamos solos por el jardín, esta mujer entró allí con dos servidoras; cerró la puerta y después hizo salir a las servidoras. Entonces llegó un joven que estaba escondido y se acostó con ella. Nosotros, que estábamos en un rincón del jardín, al ver la infamia, nos precipitamos hacia ellos. Los vimos abrazados, pero no pudimos atrapar al joven, porque él era más fuerte que nosotros, y abriendo la puerta, se escapó. En cuanto a ella, la apresamos y le preguntamos quién era ese joven, pero ella no quiso decirlo. De todos esto somos testigos". La asamblea les creyó porque eran ancianos y jueces del pueblo, y Susana fue condenada a muerte. Pero ella clamó en alta voz: "Dios eterno, tú que conoces los secretos, tú que conoces todas las cosas antes que sucedan, tú sabes que ellos han levantado contra mí un falso testimonio. Yo voy a morir sin haber hecho nada de todo lo que su malicia ha tramado contra mí". El Señor escuchó su voz: cuando la llevaban a la muerte, suscitó el santo espíritu de un joven llamado Daniel, que se puso a gritar: "¡Yo soy inocente de la sangre de esta mujer!". Todos se volvieron hacia él y le preguntaron: "¿Qué has querido decir con esto?". De pie, en medio de la asamblea, él respondió: "¿Son ustedes tan necios, israelitas? ¡Sin averiguar y sin tener evidencia ustedes han condenado a una hija de Israel! Vuelvan al lugar del juicio, porque estos hombres han levantado un falso testimonio contra ella". Todo el pueblo se apresuró a volver, y los ancianos dijeron a Daniel: "Ven a sentarte en medio de nosotros y dinos qué piensas, ya que Dios te ha dado la madurez de un anciano". Daniel les dijo: "Sepárenlos bien a uno del otro y yo los interrogaré". Cuando estuvieron separados, Daniel llamó a uno de ellos y le dijo: "¡Hombre envejecido en el mal! Ahora han llegado al colmo los pecados que cometías anteriormente cuando dictabas sentencias injustas, condenabas a los inocentes y absolvías a los culpables, a pesar de que el Señor ha dicho: "No harás morir al inocente y al justo". Si es verdad que tú la viste, dinos bajo qué árbol los has visto juntos". Él respondió: "Bajo una acacia". Daniel le dijo entonces: "Has mentido a costa de tu cabeza: el Ángel de Dios ya ha recibido de él tu sentencia y viene a partirte por el medio". Después que lo hizo salir, mandó venir al otro y le dijo: "¡Raza de Canaán y no de Judá, la belleza te ha descarriado, el deseo ha pervertido tu corazón! Así obraban ustedes con las hijas de Israel, y el miedo hacía que ellas se les entregaran. ¡Pero una hija de Judá no ha podido soportar la iniquidad de ustedes! Dime ahora, ¿bajo qué árbol los sorprendiste juntos?". Él respondió: "Bajo un ciprés". Daniel le dijo entonces: "Tú también has mentido a costa de tu cabeza: el Ángel de Dios te espera con la espada en la mano, para partirte por el medio. Así acabará con ustedes". Entonces toda la asamblea clamó en alta voz, bendiciendo a Dios que salva a los que esperan en él. Luego, todos se levantaron contra los dos ancianos, a los que Daniel por su propia boca había convencido de falso testimonio, y se les aplicó la misma pena que ellos habían querido infligir a su prójimo. Para cumplir la Ley de Moisés, se los condenó a muerte y ese día se salvó la vida de una inocente".


Salmo de hoy Lunes.

Salmo Responsorial de las lecturas de hoy tomado del Libro de los Salmos 23(22),1-3a.3b-4.5.6: "Aunque camine por valles oscuros, no temeré mal alguno; porque tú vas conmigo". (R).

  • El señor es mi pastor; Nada me faltará. En verdes praderas me hace descansar; Junto a aguas de reposo me conduce; él refresca mi alma. (R).
  • Me guía por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque camine por valles oscuros, no temeré mal alguno; porque tú vas conmigo, con tu vara y tu cayado que me dan valor. (R).
  • Extendiste la mesa delante de mí a la vista de mis enemigos; Unges mi cabeza con aceite; mi copa se desborda. (R).
  • Solo el bien y la bondad me siguen todos los días de mi vida; Y habitaré en la casa de EL Señor en los años venideros. (R).


Aclamación del Evangelio de hoy.

"No me complazco en la muerte del impío, dice el Señor, sino en su conversión, para que viva". (Aclamación de las Lecturas de hoy tomada de Ezequiel 33,11)

Evangelio de hoy - Juan 8,12-20.

Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy Lunes para el Santo Evangelio del día (Yo Soy la luz del mundo): En aquel tiempo, Jesús les habló de nuevo a los judíos, diciendo: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida". Los fariseos le dijeron: "Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale". Jesús les respondió: "Aunque yo doy testimonio de mí, mi testimonio vale porque sé de dónde vine y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy. Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie, y si lo hago, mi juicio vale porque no soy yo solo el que juzga, sino yo y el Padre que me envió. En la Ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos personas es válido. Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me envió da testimonio de mí". Ellos le preguntaron: "¿Dónde está tu Padre?". Jesús respondió: "Ustedes no me conocen ni a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre". Él pronunció estas palabras en la sala del Tesoro, cuando enseñaba en el Templo. Y nadie lo detuvo, porque aún no había llegado su hora". Palabra del Señor.


Reflexión del Evangelio de hoy por Papa Francisco.

"Jesús se presenta como luz. La misión de Jesús es iluminar: luz. Él mismo dijo: "Yo soy la luz del mundo" (Juan 8,12)". Papa Francisco.

Pablo tuvo esta experiencia de la transición de las tinieblas a la luz, cuando el Señor lo encontró en el camino a Damasco. Estaba cegado. Ciego. La luz del Señor lo cegó. Y luego, después de algunos días, con el bautismo, volvió la luz (Hechos 9,1-19). Tuvo esta experiencia del paso de la oscuridad en la que estaba, a la luz. Es también nuestro paso, que recibimos sacramentalmente en el bautismo: por eso el bautismo se llamaba, en los primeros siglos, la Ilustración porque os daba la luz, os "hacía entrar"...

(...) Pero el pueblo, su pueblo, lo rechazó. Están tan acostumbrados a la oscuridad que la luz los deslumbra. Y este es el drama de nuestro pecado: el pecado nos ciega y no podemos tolerar la luz. Tenemos ojos enfermos. 

(...) No es fácil vivir en la luz. La luz nos hace ver tantas cosas feas dentro de nosotros que no queremos ver: vicios, pecados. Pensemos en nuestros vicios, pensemos en nuestro orgullo, pensemos en nuestro espíritu mundano: estas cosas nos ciegan, nos alejan de la luz de Jesús. Pero si nos ponemos a pensar en estas cosas, no encontraremos un muro, no: encontraremos una salida, porque el mismo Jesús dice que él es la luz y: "Yo vine al mundo, no para condenar al mundo, sino para salvar al mundo" (Juan 12,46-47). Jesús mismo, la luz, dice: "Ten ánimo: déjate iluminar, déjate ver por lo que tienes dentro, porque soy Yo quien te saca adelante, para salvarte. No te voy a condenar, quiero salvarte".

El Señor nos salva de las tinieblas que tenemos dentro, de las tinieblas de la vida cotidiana, de la vida social, de la vida política, de la vida nacional, internacional. Hay tanta oscuridad en él. Y el Señor nos salva. Pero nos pide que los veamos primero; ten el coraje de ver nuestras tinieblas para que la luz del Señor entre y nos salve. No tengamos miedo del Señor: es muy bueno, es manso, está cerca de nosotros. Él vino a salvarnos. No tengamos miedo a la luz de Jesús.

Pero el drama de la luz de Jesús es que había sido rechazada. Juan, al comienzo del Evangelio, lo dice claramente: "Vino a lo suyo, pero los suyos no lo recibieron". (Cfr. Jn 1,10-11) Amaban más las tinieblas que la luz. Acostumbrarse a la oscuridad, vivir en la oscuridad: no pueden acoger la luz, no pueden; son esclavos de la oscuridad. Y esta será la lucha de Jesús, prosigue: iluminar, traer la luz que hace que las cosas parezcan como son; nos hace ver la libertad, muestra la verdad, muestra el camino a seguir, con la luz de Jesús.

(...) Jesús hizo lo que el Padre le dijo que hiciera. Y por eso dice: "El que cree en mí, cree no solo en mí, sino también en el que me envió" (Cfr. Jn 12,44). Luego explica su misión: "Yo vine al mundo como luz, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas" (Jn 12,46). Se presenta como luz. La misión de Jesús es iluminar: luz. Él mismo dijo: "Yo soy la luz del mundo" (Juan 8,12). El profeta Isaías había profetizado esta luz: "El pueblo que camina en tinieblas ha visto una gran luz" (Mt 4,16 e Is 9,1). La promesa de la luz que iluminará al pueblo. Y, también, la misión de los apóstoles es traer luz. Pablo le dijo esto al rey Agripa: "Yo fui elegido para iluminar, para traer esta luz, que no es mía, es de otro, sino para traer luz" (Hechos 26,18). Es la misión de Jesús: llevar la luz. Y la misión de los apóstoles es llevar la luz de Jesús. Para iluminar. Porque el mundo estaba en tinieblas. (Homilía del Evangelio de hoy. Santa Marta. 6 de Mayo, 2020)


Oración de hoy Lunes para el Evangelio de hoy.

Reza con nosotros la oración de hoy Lunes 4 de Abril, 2022, por los enfermos, por el fin de la pandemia y por todas tus intenciones. Oración de Calma del día Lunes por eso que necesitamos. Meditemos con las palabras del Evangelio: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas".


Propósito del Evangelio de hoy.

Oremos hoy por todos los que se encuentran enfermos. Pidamos a Nuestra Señora Lourdes, patrona de los enfermos, para que consiga el alivio de todos sus sufrimientos.

Oración a Lourdes por los enfermos.


Frase de reflexión.

"En este período de Cuaresma, oremos mirando el Crucifijo: dejemos que nos invada la conmovedora ternura de Dios y pongamos en sus llagas nuestras heridas y las del mundo". Papa Francisco.


Video reflexión del Evangelio de hoy explicado.

Al meditar las lecturas de hoy Lunes y después de haber leído el texto de Evangelio del día explicado, escucha ahora la reflexión correspondiente a las lecturas de hoy. Meditación en audio del Santo Evangelio de hoy según San Juan 8,12-20: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas". Palabra diaria comentada para la vida. Reflexión de las lecturas y el Evangelio de hoy explicado para tu vida.


Pide ayuda al Espíritu Santo antes de comenzar a escuchar la reflexión de las lecturas del día para el Evangelio de hoy Lunes.

Intenciones del Evangelio de hoy.

Centremos nuestra vida en la Palabra de Dios. Al meditarlas lecturas de hoy Lunes con el Santo Evangelio del día en Juan 8,12-20: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida". Profundicemos en nuestra relación personal con Dios. La oración del día expresa una petición de transformación en el Evangelio de hoy. "Jesús siempre está ofreciéndonos oportunidades para cambiar la errada dirección que llevamos. Debemos dejarnos tocar por su amor y transformar nuestra vida para aspirar al Reino y la Salvación que nos ofrece". Con la lectura de hoy Lunes, pidamos por esas intenciones que quieres expresar. Escribe en los comentarios tus peticiones a través de las lecturas de hoy y su Palabra diaria en el Evangelio de hoy explicado para el día Lunes 4 de Abril, 2022. Paz y bien a tu vida.

Otros Evangelios del día.

Audio Evangelio: Fray Nelson Medina, OP.

Redacción y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

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