Muchas personas estaban convencidas de que el Padre Pío de Pietrelcina lo sabía todo y que los Ángeles de la Guarda lo mantenían informado y actualizado
El Padre Pío y su poderosa relación con el Ángel de la Guarda.
Todas las personas que vivían en los alrededores de San Giovanni Rotondo, llegaron a convencerse de que el Santo Padre Pío de Pietrelcina tenía conocimiento de muchísimas cosas personas de cada una de las personas que lo frecuentaban. Y es que, detrás de este misterio, se llegó a conocer que San Pío guardaba una estrecha relación con los ángeles de guarda. Y estos lo mantenían bastante informado y actualizado de lo que necesitaba saber sobre la vida de los otros.
Sin lugar a dudas, en la vida de este humilde Fraile Capuchino, hubo muchas intervenciones especiales de su Ángel de la Guarda, tal como lo veremos a continuación.
Mensajes por los aires al Padre Pío.
Cuando a Santo Padre Pío de Pietrelcina le prohibieron comunicarse por carta con sus penitentes, varias personas le preguntaban: "y ahora qué hacemos para hacerle llegar nuestros mensajes", a lo que el santo respondía: "Mándenlos por medio del Ángel de la Guarda".
Una devota muy piadosa, tomó esta recomendación del Santo al pie de la letra y en una oportunidad, al ver que ella no podría llegar a tiempo a la Santa Misa del Padre (que por lo general eran de madrugadas), pronunció una oración a su ángel de la guarda, diciéndole:
"Por favor, dígale al Padre Pío que me espere unos minutos, y en señal de que si me hizo este favor, escóndale el solideo o gorro que se pone en la cabeza para el frío".
Aquella madrugada, San Pío de Pietrelcina demoró más que de costumbre para salir a celebrar y no salió mientras no llegaba la señora del mensaje.
Después de la Santa Misa, el Padre Pío buscaba algo que se le había perdido, y la señora del mensaje se le acerca y le pregunta: ¿qué busca padre?, y el Padre Pío le respondió: "Busco mi solideo y no lo encuentro", hasta que al fin lo encontró dentro de su mismo hábito.
Mensajes del Ángel de la Guarda.
Varias personas le preguntaba al Padre Pío: "Padre, ¿ha recibido el mensaje que le enviamos por medio de su Ángel?" Y el Padre pío respondió: "¡Claro que sí!, ¿o es que se imaginan que el Ángel de la guarda es tan perezoso y olvidadizo como ustedes?".
Mensajes de disgustos.
Raquelina Russo, fue al convento a hacerle una consulta al Padre Pío, y este le mandó a decir que no podía ni quería recibirla ese día. Ella se regresó furiosa a su casa y le dijo al Ángel de la Guarda: "Por favor, dígale al Padre Pío que estoy muy disgustada por esa manera tan maleducada con la que me ha recibido. Que por el disgusto no comulgaré mañana"
Al poco rato llegó una persona a casa de Raquelina con un mensaje del Padre Pío que decía: "¡Que mañana entonces no comulgue!". Ella quedó petrificada. Al día siguiente fue al convento y al encontrarse con el Padre Pío, este le dijo:
- "¿Así que usted se vale del Ángel de la Guarda como si él fuese un mandadero suyo para enviarme regaños y desahogar rabietas?".
- La Señora, toda confundida, le respondió: "Padre, ¿pero es que ha venido el Ángel a traerle mis mensajes?".
- "Claro que sí, pero afortunadamente él no es tan malgeniado como usted", respondió el Padre Pío.
Ángeles de la guarda traduciendo cartas.
Al Santo Padre Pío de Pietrelcina le llegaban muchas cartas en francés, griego y en alemán y él, sin saber nada de estos idiomas, las entendía. Alguien le preguntó cómo hacía, a lo que el Santo Fraile le respondió con naturalidad y una sonrisa muy amable: "El Ángel de la Guarda me las traduce"
El Ángel de la Guarda, muy a menudo, también ayudaba al Padre Pío en sus luchas contra el Demonio. En la carta del Padre Pío a su padre espiritual podemos leer lo siguiente:
"Con la ayuda de mi ángel de la guarda fui capaz de leer la carta que me enviaste. Mi ángel de la guarda me dio el consejo de poner un poco de agua bendita en el sobre antes de abrirlo. El demonio quiere derrotarme, pero será aplastado. Mi ángel de la guarda me asegura que el Reino de Dios está con nosotros...". (Ef 1, p. 321)
Y usted, ¿se mantiene en comunicación con su ángel de la guarda con frecuencia, como lo hacía el Padre Pío?, ¿le reza, le pide su protección y sobre todo le pide sabiduría para obrar bien en su vida? El Santo Padre Pío de Pietrelcina nos muestra cuán poderoso es mantenerse comunicado con los ángeles de la guarda. Tomemos su gran consejo.
Sobre el Padre Pío.
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