Devoción para el día 18 de mayo, mes de María: La Virgen, al igual que los Santos, dejan su ejemplo de cómo imitar a Jesús y nos ofrecen sus intercesiones
Mayo, mes de María, Día 18: Acudir al amor maternal de la Virgen.
La Virgen María se nos presenta, "no como una madre regañadora", como lo dijo el Papa Francisco en una oportunidad, sino como Madre de la ternura. En el día 18 de mayo, mes que dedicamos a María, queremos expresar nuestro amor hacia ella, venerando su amor maternal, un amor de Madre que no se agota para con ninguno de sus hijos.
Mayo, mes de María.
Adondequiera que vayamos, podemos crecer en nuestra relación con Jesús, si dejamos entrar en nuestro corazón a María, su Madre, nuestra Madre. Con ella, a la cabeza de una gran familia, podemos experimentar y encontrarnos con el amor de Dios de una forma más emotiva.
Ver a la Iglesia Católica como una familia con los santos y especialmente con la Santísima Virgen María, como sus miembros más importantes, es un primer paso importante en la comprensión del papel de María en nuestra relación con Jesús.
María y todos los santos están en el cielo experimentando la unión perfecta con Jesús, y quieren que cada uno de nosotros esté allí con ellos
La Virgen María, al igual que los Santos, nos dejan sus ejemplos de cómo imitar a Jesús y nos ofrecen sus intercesiones para ayudarnos en el camino de la salvación.
Día 18 del mes de mayo, mes de María.
Como una gran familia, los católicos oramos los unos por los otros. La Virgen María es la Madre de la Iglesia y la Madre de cada uno de nosotros. Ella junto con todos los santos ora por nosotros. Para el día 18 de mayo, mes dedicado a María, vamos a explicar por qué siempre y en todo momento debemos acudir al amor maternal de la Virgen.
1. Oraciones iniciales.
Para el día 18 de la devoción del mes de María, vamos a meditar sobre por qué debemos confiarnos al amor maternal de la Santísima Virgen María.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Pida aquí la gracia que desea alcanzar.
2. Oración a Jesús por María.
Jesús mío, me gusta orar a María, tu Santa Madre, ella me enseña con su manera de vivir, a ser dócil a tu Palabra, a tomarla en serio, y a dejarse guiar por ella; pero también María se presenta como una servidora, como una que sale a ayudar a su prima Isabel, cuando esta la necesita. Así quiero ser yo, mi Señor y mi Dios, quiero ser uno que es dócil a tu Palabra y que sale de sí a servir a los hermanos que tanto necesitan de Ti. Gracias por darme la oportunidad de ver a María y de aprender de ella, gracias por su amor de Madre y por todas las bendiciones que a través de ella, nos has dado a nosotros que la amamos y la descubrimos como modelo de discípulo que Tú nos has llamado a seguir. Confío en tu compañía y en tu Bendición Señor, gracias por todo lo bueno que me das por ayudarme a ser cada día un mejor ser humanos. Cómo mi madre María, me uno a sus eternas palabras de entrega que hacen y harán eco en nuestra historia de salvación: Hágase en mí según tu Palabra. Amén.
3. Oración de petición a María.
Santa María, Madre de Dios y Madre mía. Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:
- "No tienen vino". Oh María, como madre, te ruego que presentes siempre a tu Hijo, mis necesidades y las de todos tus hijos.
- "Hagan lo que Él les diga". Santa Madre de Dios, dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.
- "He aquí la esclava del Señor". Te pido, María, que eres Madre de amor, que yo no tenga otra respuesta más que esta, ante todo lo que Cristo me insinúe.
4. Reflexión para el día 18.
Meditamos sobre: Siempre acudir al amor maternal de nuestra Madre, la Virgen María.
Esto ocurrió en una excursión montañera de alumnos de Primaria: "En un sencillo paso, con algo de pendiente y gran cantidad de barro, uno de los niños resbala y cae. Una mezcla de dolor y de vergüenza le llena la cara de lágrimas y la boca de gritos desesperados, invocando la ayuda de su madre... madre que en estos momentos se encontraba a bastantes kilómetros: "¡Mamá, mamá, mamá!"
Era absurdo, su madre no podría escucharle, pero también es natural, de pequeño, la madre es la solución para todo.
Oh Madre mía, ojalá, no deje nunca de ser pequeño en esto. ¿Por qué tantas veces me empeño en levantarme yo solo, en luchar yo solo, en sufrir yo solo? Que en todas las circunstancias te llame. Además, a nosotros nunca nos separan los kilómetros...
¡Te llamaré!, y perdona si solo lo hago cuando te necesito, pero... ya sabes: los humanos siempre somos un poco egoístas con vosotras las madres. ¡No me sueltes de tu mano!
5. Oración final.
Amado Jesús, al igual que María, tu Santa Madre, quiero estar abierto siempre a la acción del Espíritu Santo, configurarme completamente a tu amor y tu misericordia. Como ella, acepto también ser tu esclavo, tu siervo, atento siempre a escuchar tu Palabra y hacerla una acción de vida. Deseo responderte siempre con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien supo escucharte y obedecerte desde siempre. Y a ti, Oh María, amada universal del Verbo, la nueva Eva escogida, auxilio de los pecadores y de los que buscan tu intercesión, acógeme siempre bajo tu manto protector, soy también tu hijo y sé que te preocupas por mí. Te ruego que poses tu mano sobre mis hombros y me guíes por el camino de tu hijo Jesús. Como tú, quiero poder decir y sentir con toda la pasión de mi alma: "Mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador". Amén.
Oración a la Virgen María.
Contempla esta imagen de María, lee muy despacio la oración del día 18 y cuéntanos en los comentarios que te ha dicho a ti.
Intenciones de oración.
María siempre está dispuesta a escucharnos. Ella es madre de ternura, nos mira con ojos de compasión. En el momento de peligro o de la prueba, no temas en recurrir a Ella... Grítale, ruégale, implórale, Ella no te dejará solo en esa angustias. Su divino amor es consuelo para el alma afligida. Dirígete a su amor maternal. Para hoy, 18 de mayo, vamos a orar por aquellos misioneros hogareños que siempre rezan sus rosarios por los demás. Para que nunca les falte la fuerza del espíritu para interceder por los demás. En mayo, mes de María, rezamos por peticiones distintas cada día. Reza también con nosotros el rezo del Santo Rosario diario. Deja tus intenciones de oración en los comentarios. María está atenta, ella nos mira y quiere utilizar todo su poder intercesor contigo y con cada uno de nosotros.