Devoción para el día 23 de mayo, mes de María: El Espíritu Santo fue para la Virgen, un gran consolador en los momentos difíciles que ella atravesó
Mayo, mes de María, Día 23: Un Acordaos para invocar a la Virgen.
La Santísima Virgen María es la Madre de la Iglesia y, por tanto, un gran ejemplo de imitación de Cristo. En el día 23 de mayo, mes de María, le pedimos que nos guíe por el camino del bien. Acercándonos a Jesús y por medio de ella, los fieles buscan con mayor fervor ser siervos de Dios y motores de la Iglesia.
Mayo, mes de María.
El Espíritu Santo es el Paráclito, el Abogado y el Consolador que el mismo Cristo envió para ser nuestro consuelo en los dolorosos misterios de la vida, nuestra fuente de moderación en los gozosos misterios de la vida, nuestro añadido principio de exaltación en los gloriosos misterios de la vida y además en los jubilosos.
El Espíritu Santo fue para la Virgen María, un gran consolador en los momentos difíciles que atravesaron los primeros cristianos. Confíate, como la Virgen María, a las gracias y bendiciones que el Espíritu Santo nos tiene preparados.
Día 23 del mes de mayo, mes de María.
Para el día 23 de mayo, vamos a invocar a la Santísima Virgen mediante el rezo de un Acordaos, cuando nos veamos envueltos en alguna dificultad. Nuestra Señora y Madre, siempre está presta a ayudarnos en los momentos de necesidad. Acudamos a ella invocando su maternal corazón.
1. Oraciones iniciales.
Para el día 23 de la devoción del mes de María, rogamos a nuestra Madre del Cielo con la hermosa invocación del Acordaos.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Pida aquí la gracia que desea alcanzar.
2. Oración a Jesús por María.
Jesús mío, me gusta orar a María, tu Santa Madre, ella me enseña con su manera de vivir, a ser dócil a tu Palabra, a tomarla en serio, y a dejarse guiar por ella; pero también María se presenta como una servidora, como una que sale a ayudar a su prima Isabel, cuando esta la necesita. Así quiero ser yo, mi Señor y mi Dios, quiero ser uno que es dócil a tu Palabra y que sale de sí a servir a los hermanos que tanto necesitan de Ti. Gracias por darme la oportunidad de ver a María y de aprender de ella, gracias por su amor de Madre y por todas las bendiciones que a través de ella, nos has dado a nosotros que la amamos y la descubrimos como modelo de discípulo que Tú nos has llamado a seguir. Confío en tu compañía y en tu Bendición Señor, gracias por todo lo bueno que me das por ayudarme a ser cada día un mejor ser humanos. Cómo mi madre María, me uno a sus eternas palabras de entrega que hacen y harán eco en nuestra historia de salvación: Hágase en mí según tu Palabra. Amén.
3. Oración de petición a María.
Santa María, Madre de Dios y Madre mía. Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:
- "No tienen vino". Oh María, como madre, te ruego que presentes siempre a tu Hijo, mis necesidades y las de todos tus hijos.
- "Hagan lo que Él les diga". Santa Madre de Dios, dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.
- "He aquí la esclava del Señor". Te pido, María, que eres Madre de amor, que yo no tenga otra respuesta más que esta, ante todo lo que Cristo me insinúe.
4. Reflexión para el día 23.
Meditamos sobre: Invoca a María con un Acordaos. (Reflexión por el Padre Jose Pedro Manglano)
Una reunión numerosa con un obispo de la Iglesia; uno de los asistentes se dirige a él; se ve que le tiene cariño y, como quien está dispuesto a todo, le pregunta:
- ¿Qué quiere que recemos por usted cada día?
El obispo prefiere hacerse el sordo, pero la insistencia le obliga a contestar:
- "Un Acordaos".
Aquel, que estaba dispuesto a cualquier cosa, por difícil que fuese, se sintió como defraudado, pues le parecía poco. El obispo leyó en la cara de aquel joven su desilusión y añadió:
- ¿Te parece escaso? ¡Qué poco valoras la oración vocal!
Con una sola oración a la Virgen, si tenemos fe, hacemos mucho por quienes queremos.
Madre, ayúdame a valorar cada oración. Si llamo por teléfono a un amigo dándole un recado, sé que me ha oído y que, si puede, lo hará. Cada vez que te digo algo, que te rezo un Acordaos, es, por lo menos, como si te llamara por teléfono: Tú me escuchas y me haces caso.
5. Oración final.
Amado Jesús, al igual que María, tu Santa Madre, quiero estar abierto siempre a la acción del Espíritu Santo, configurarme completamente a tu amor y tu misericordia. Como ella, acepto también ser tu esclavo, tu siervo, atento siempre a escuchar tu Palabra y hacerla una acción de vida. Deseo responderte siempre con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien supo escucharte y obedecerte desde siempre. Y a ti, Oh María, amada universal del Verbo, la nueva Eva escogida, auxilio de los pecadores y de los que buscan tu intercesión, acógeme siempre bajo tu manto protector, soy también tu hijo y sé que te preocupas por mí. Te ruego que poses tu mano sobre mis hombros y me guíes por el camino de tu hijo Jesús. Como tú, quiero poder decir y sentir con toda la pasión de mi alma: "Mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador". Amén.
Oración a la Virgen María.
Contempla esta imagen de María, lee muy despacio la oración del día 23 y cuéntanos en los comentarios que te ha dicho a ti.
Intenciones de oración.
Acuérdate de María y ella se acordará de ti siempre. Con una sola oración a la Virgen, por muy pequeña que la consideremos, si le ponemos toda la fe, entonces ella hará mucho por quienes la amamos con el corazón. Nuestra dulce Madre quiere que le reces un Acordaos y le pidas por todas tus necesidades. Hoy, 23 de mayo, vamos a orar por los países que están sumidos en la pobreza extrema. Que sus gobiernos realmente puedan conducirlos hacia la prosperidad verdadera, alejados de toda corrupción. En este mes mayo, mes de María, rezamos por peticiones distintas cada día. Reza junto a nosotros el rezo del Santo Rosario diario. Deja tus intenciones de oración en los comentarios y nos confiamos a María para que nos asista en este momento.