Devoción para el día 16 de mayo, mes de María: Muchos afirman que, en los últimos tiempos, la Virgen conducirá a los ángeles en la batalla contra el mal
Mayo, mes de María, Día 16: Con la Virgen no estás desamparado.
La veneración y adoración de la Virgen María es tan antigua como la Iglesia misma. Los inicios de la veneración de María probablemente provienen del Tercer Concilio Ecuménico en Éfeso en el 431. Allí los padres de la iglesia afirmaron a María como Theotokos, o portadora de Dios. Hoy nos referimos a ella como la Madre de Dios. En mayo, mes de María, recordamos para el día 16 que, quien se confía a la Virgen, jamás quedará desamparado.
Mayo, mes de María.
La designación de María, madre de Dios, está realmente en la raíz de la veneración católica. María es el vínculo entre nuestra humanidad rota y la divinidad ilimitada presente en el Dios trino.
María es redimida, como ella es humana, pero también se considera que tiene una relación especial y única con Dios. La Madre Teresa de Calcuta dijo una vez: "Ella le dio a Jesús su cuerpo, y su cuerpo es lo que nos salvó".
En los muchos años transcurridos desde el 431, la Virgen María ha venido a ocupar un lugar poderoso en la espiritualidad católica. Ella tiene muchos rostros e innumerables nombres, entre ellos Nuestra Señora de Guadalupe, Reina de los Ángeles, Estrella de la mañana.
María, también es modelo para todas las mujeres, esto destacado por el Papa San Juan Pablo II en su encíclica Redemptoris Mater (Madre del Redentor) de 1987. Escribió que "las mujeres, al mirar a María, encuentran en ella el secreto de vivir su feminidad con dignidad y de lograr su propio y verdadero progreso".
Día 16 del mes de mayo, mes de María.
Para el día 16 de mayo, mes de María, mostraremos el porqué la Virgen María no desampara a ninguno de los que se confían a ella. Se dice que la Santísima Virgen María, aparece en la ocasión, sobre todo a los niños u otros que son débiles, o los más humildes de la sociedad. Muchos afirman que, en los últimos tiempos, la Virgen María conducirá al ejército de ángeles en la batalla final contra el mal.
1. Oraciones iniciales.
Para el día 16 de la devoción del mes de María, meditamos sobre este maravilloso regalo que es confiarse en las manos de María para no quedar desamparado.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Pida aquí la gracia que desea alcanzar.
2. Oración a Jesús por María.
Jesús mío, me gusta orar a María, tu Santa Madre, ella me enseña con su manera de vivir, a ser dócil a tu Palabra, a tomarla en serio, y a dejarse guiar por ella; pero también María se presenta como una servidora, como una que sale a ayudar a su prima Isabel, cuando esta la necesita. Así quiero ser yo, mi Señor y mi Dios, quiero ser uno que es dócil a tu Palabra y que sale de sí a servir a los hermanos que tanto necesitan de Ti. Gracias por darme la oportunidad de ver a María y de aprender de ella, gracias por su amor de Madre y por todas las bendiciones que a través de ella, nos has dado a nosotros que la amamos y la descubrimos como modelo de discípulo que Tú nos has llamado a seguir. Confío en tu compañía y en tu Bendición Señor, gracias por todo lo bueno que me das por ayudarme a ser cada día un mejor ser humanos. Cómo mi madre María, me uno a sus eternas palabras de entrega que hacen y harán eco en nuestra historia de salvación: Hágase en mí según tu Palabra. Amén.
3. Oración de petición a María.
Santa María, Madre de Dios y Madre mía. Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:
- "No tienen vino". Oh María, como madre, te ruego que presentes siempre a tu Hijo, mis necesidades y las de todos tus hijos.
- "Hagan lo que Él les diga". Santa Madre de Dios, dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.
- "He aquí la esclava del Señor". Te pido, María, que eres Madre de amor, que yo no tenga otra respuesta más que esta, ante todo lo que Cristo me insinúe.
4. Reflexión para el día 16.
Meditamos sobre: Quien se confía a María, jamás quedará desamparado.
San Juan Bosco necesitaba construir una Iglesia en honor de María Auxiliadora, pero no tenía nada de dinero. Se lanzó, pero las deudas también se lanzaron sobre él. Para conseguir dinero en un momento en que no podía retrasar más los pagos, un día le dijo a la Virgen: "¡Madre mía! Yo he hecho tantas veces lo que tú me has pedido ¿Consentirás en hacer hoy lo que yo te voy a pedir?".
Con la sensación de que la Virgen se ha puesto en sus manos, don Bosco penetra en el palacio de un enfermo que tenía bastante dinero, pero que también era bastante tacaño.
Este enfermo, que hace tres años vive crucificado por los dolores y no podía siquiera moverse de la cama, al ver a don Bosco le dijo:
- "Si yo pudiera sentirme aliviado, haría algo por usted".
- "Muchas gracias; su deseo llega en el momento oportuno; necesito precisamente ahora tres mil liras".
- "Está bien; obténgame siquiera un alivio, y a fin de año se las daré".
- "Es que yo las necesito ahora mismo".
El enfermo cambia con mucho dolor de postura, y mirando fijamente a don Bosco, le dice: "¿Ahora? Tendría que salir, ir yo mismo al Banco Nacional, negociar unas cédulas... ¡Ya ve!, es imposible".
"No, señor, es muy posible", replica Don Bosco mirando su reloj. "Son las dos de la tarde. Levántese, vístase y vamos allá dando gracias a María Auxiliadora".
- "Este hombre está chiflado". Protesta el viejo entre las cobijas.
- "Hace tres años que no me muevo en la cama sin dar gritos de dolor, ¿y usted dice que me levante? Imposible".
- "Imposible para usted, pero no para Dios... ¡Ánimo! Haga la prueba".
Al rumor de las voces han acudido varios parientes, la habitación está llena. Todos piensan de don Bosco lo mismo que el enfermo: que está chiflado. Traigan la ropa del señor, que va a vestirse, dice Don Bosco, y hagan preparar el coche, porque va a salir. Entretanto, nosotros, recemos. Llega el médico.
- "¿Qué imprudencia está por cometer, señor mío?".
Pero ya el enfermo no escuchaba más que a don Bosco; se arroja de la cama y empieza a vestirse solo, y solo, ante los ojos maravillados de sus parientes, sale de la habitación y baja las escaleras y sube al coche. Detrás de él, don Bosco.
- "Cochero, al Banco Nacional"... Ya la gente no se acuerda de él: llevaba tres años sin salir a la calle. Vende sus cédulas y entrega a don Bosco sus tres mil liras.
Quien confía en Ti, Madre, jamás queda desamparado. Pero no estoy seguro de poderte decir lo que te dijo don Bosco:
"Madre mía, yo he hecho tantas veces lo que Tú me has pedido. Sí, a partir de ahora, sí que podré decírtelo. Pero ayúdame: quiero, sinceramente, saber lo que me pides".
5. Oración final.
Amado Jesús, al igual que María, tu Santa Madre, quiero estar abierto siempre a la acción del Espíritu Santo, configurarme completamente a tu amor y tu misericordia. Como ella, acepto también ser tu esclavo, tu siervo, atento siempre a escuchar tu Palabra y hacerla una acción de vida. Deseo responderte siempre con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien supo escucharte y obedecerte desde siempre. Y a ti, Oh María, amada universal del Verbo, la nueva Eva escogida, auxilio de los pecadores y de los que buscan tu intercesión, acógeme siempre bajo tu manto protector, soy también tu hijo y sé que te preocupas por mí. Te ruego que poses tu mano sobre mis hombros y me guíes por el camino de tu hijo Jesús. Como tú, quiero poder decir y sentir con toda la pasión de mi alma: "Mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador". Amén.
Oración a la Virgen María.
Contempla esta imagen de María, lee muy despacio la oración del día 16 y cuéntanos en los comentarios que te ha dicho a ti.
Intenciones de oración.
María es madre que acoge, pero además, es madre que protege porque ama. Como lo dijo San Juan Pablo II: "A la luz de María, la Iglesia ve en el rostro de la mujer el reflejo de una belleza que refleja los sentimientos más elevados de los que es capaz el corazón humano: la totalidad del amor que se ofrece a sí misma, la fuerza capaz de soportar las mayores penas, la fidelidad sin límites y la incansable devoción al trabajo".
Para este día, 16 de mayo, vamos a poner en oración a todos los sacerdotes, en especial a aquellos que sirven a los enfermos y a los que misionan a lugares muy remotos, sacrificando sus propias comodidades. Que nuestra Madre les alcance la luz de Cristo y sabiduría y fuerza para sus corazones Estamos rezando por distintas peticiones de oración cada día del mes de mayo, mes de María. Reza también con nosotros el rezo del Santo Rosario diario. Pon ahora tus propias intenciones de oración en los comentarios, nos unimos a ti y a todas las personas que necesitan de oración.