Santa Sinforosa y sus siete hijos padecieron el martirio de diversas formas de tortura por no someterse a la adoración de ídolos paganos del emperador Adriano
Santa Sinforosa y sus siete hijos, Mártires: Mujer de Fe.
Santa Sinforosa y sus siete hijos fueron unos mártires cristianos que vivieron en el cristianismo primitivo, en el siglo II. Santa Sinforosa o, Santa Sinforosa de Tívoli, fue una madre y esposo llena de una fe profunda hacia Dios. Fue la viuda de San Getulio, a quien también se le honra como santo. Según lo que nos narra la tradición, Santa Sinforosa fue martirizada con sus siete hijos en Tibur (actual Tívoli, Lacio, Italia) hacia el final del reinado del cruel emperador Adriano (117-38 d.C)
Ella se conmemora junto con sus siete (7) hijos, llamados Crescente, Juliano, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y Eugenio.
Fiesta: 18 de julio.
Martirologio Romano: En la vía Tiburtina, a nueve miliarios de la ciudad de Roma, conmemoración de los santos Sinforosa y sus siete compañeros: Crescente, Julián, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y Eugenio, todos mártires, que quedaron hermanados en Cristo tras padecer el sacrificio bajo diversas formas de tortura.
Biografía de Santa Sinforosa e hijos mártires.
En la vía hacia Tiburtina, vivía una mujer llamada Sinforosa, junto con su esposo Getulio y con sus 7 hijos, que fueron llamados Crescente, Juliano, Nemesio, Primitivo, Justino, Estacteo y Eugenio. Ellos vivían bastante cerca de una majestuosa villa que poseía el emperador Adriano.
Su esposo, San Getulio, era un oficial del ejército romano, pero renunció a ser partes de estas milicias al ser bautizado cristiano, y luego se retiró a vivir en su finca cerca de Tívoli.
Caerealis, un legado imperial, fue enviado a detenerlo, pero se convirtió al cristianismo por San Getulio. Otro oficial, llamado Primitivo, fue enviado luego a detener a Getulio, pero le sucedió lo mismo que a Caerealis, no resistió a la Palabra de Dios anunciada por San Getulio y terminó convirtiéndose al cristianismo también. Al darse cuenta de lo sucedido, el emperador Adriano envió a una comitiva para capturarlos a todos, así que, estos tres hombres ejemplares fueron atados a una estaca y les prendieron fuego alrededor, pero no para perjudicarlos, sino para atormentarlos un poco con el calor.
Entre las llamas fueron brutalmente golpeados hasta que se llevaron la corona del martirio con la decapitación. Santa Sinforosa enterró sus restos en un arenario en su finca.
Poco después del martirio de su marido, Santa Sinforosa y sus siete hijos fueron llevados ante el emperador Adriano, y les exigieron que ellos adorasen a los dioses paganos. Pero todos ellos se negaron rotundamente a realizar tal traición al Señor.
Santa Sinforosa en el templo de Hércules.
A Santa Sinforosa se le gritaban todo tipo de amenazas y hasta el chantaje, trataron de que hiciera sacrificio y oblación a los ídolos paganos, pero Santa Sinforosa a ejemplo de su esposo San Getulio y sus compañeros de martirio, no doblegó su voluntad, fue inflexible sobre su decisión de seguir amando al Señor, así como también lo declararon sus siete hijos
El emperador agotó todos los intentos por persuadirla, así que ordenó que la Santa fuese torturada cruelmente. Pero de la tortura no consiguió nada, y agotada su paciencia, ordenó a los guardias a que fuese arrojada al río Anio atada a una pesada roca atado alrededor de su cuello.
Así entonces, Santa Sinforosa recibió la corona del martirio. Su hermano tomó sus restos y los enterraron junto a su marido martirizado.
Martirio de los siete hijos de Santa Sinforosa.
Cada uno de los siete hijos de Santa Sinforosa sufrieron un tipo de martirio diferente. Crescente fue traspasado a través de la garganta, Juliáno a través del pecho, a Nemesio le atravesaron el corazón, Primitivus fue herido en el ombligo, Justino fue atravesado por la parte posterior, Estracteo fue herido en el costado, y Eugenio se lo partieron en dos, de arriba a abajo.
Después de cerca de dos años, después de haberse calmado la furia de la persecución contra los cristianos, el hermano de Santa Sinforosa, Eugenio, recogió los cuerpos y los enterró al lado de la fosa donde la santa había enterrado a su también martirizado esposo San Getulio, en las afueras de la ciudad.
Las reliquias de San Getulio fueron trasladadas finalmente a Roma por el Papa Pío IV, y están en el altar principal de la iglesia de San Ángelo. En el año 752, las reliquias de Santa Sinforosa y sus siete hijos también fueron trasladados a la iglesia de San Ángelo en Roma, y en el 1587, todas fueron encerradas en un sarcófago de mármol. La diócesis de Tívoli los honra como santos patronos.
Oración por la fiesta de Santa Sinforosa y sus siete hijos.
Oh Dios, que nos permites celebrar el cumpleaños celestial de tus santos mártires, Santa Sinforosa y sus siete hijos. Te rogamos que nos concedas alegrarnos de su compañía en la bienaventuranza eterna. Que por su testimonio heroico, abracemos la fe a tal punto, que ofrezcamos nuestras vidas a Dios con alegrías, cuando suframos el martirio de diversas maneras. Todo esto lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
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