San Vicente de Paúl, sacerdote francés llamado Apóstol de la caridad, fue purificado por Dios con 3 sufrimientos: Es santo patrono de las obras de caridad
San Vicente de Paúl: Patrono de las obras de caridad.
San Vicente de Paúl fue un sacerdote católico francés que se dedicó a servir a los pobres. Fue reconocido por su compasión, humildad y generosidad y es conocido como el "Gran Apóstol de las Trompetas". Canonizado en 1737. San Vicente de Paul es el patrono de las obras de caridad; hospitales; lepra; artículos perdidos; Madagascar; prisioneros; Sociedades de San Vicente de Paúl, entre otras.
Fiesta: 27 de septiembre.
Martirologio romano: Memoria de San Vicente de Paúl, un sacerdote, quien, lleno de espíritu sacerdotal, y que en París se dedicó al cuidado de los pobres, pudo reconocer el rostro de Dios en cada una de las personas sufrientes. Fundó la Congregación de la Misión (Paúles), y también, con la colaboración de Santa Luisa de Marillac, fundó la Congregación de las Hijas de la Caridad, para restaurar la vida normal típica de la Iglesia primitiva, para formar un sacerdocio santo y para ayudar a los pobres.
Biografía de San Vicente de Paúl.
San Vicente de Paúl nació en una pequeña casa rural en las afueras de la aldea de Pouy, a unos cinco kilómetros de la ciudad de Dax, en la región de las Landas, suroeste de Francia.
En el lugar de su nacimiento, conocido hoy como Berceau de San Vicente de Paul, se levanta una modesta construcción de ladrillo y vigas de madera, muy parecida a la casa en que nació Vicente en abril de 1580 o 1581 (el año exacto no es seguro).
Sus padres eran unos modestos campesinos, que no contaban más que con el trabajo de la tierra para atender a sus numerosos hijos. Hasta sus doce años, Vicente vivió en su casa.
San Vicente de Paúl era el tercero de seis hermanos. La modesta condición de la familia hizo que muy pronto el niño Vicente tuviera que contribuir con su trabajo de pastor de ovejas y de cerdos a la economía familiar. Pronto también dio muestras de una inteligencia despierta, lo que llevó a su padre a pensar que este hijo podía muy bien hacer carrera; expresamente, una carrera eclesiástica.
Así entonces, San Vicente de Paúl cursó estudios primarios y secundarios en Dax, y posteriormente filosofía y teología en Toulouse durante siete años. Hizo también algunos estudios en Zaragoza. Se ordenó muy joven, a los veinte años, con la intención de ser párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.
Luego, San Vicente de Paúl fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1600. El obispo de Dax le ofrece una parroquia, pero él prefiere seguir sus estudios; apunta más alto: quiere ser obispo.
En 1604, San Vicente de Paúl obtiene el doctorado en Teología. Se cuenta que una anciana de Toulose le dejó una herencia de 400 escudos, (en manos de un deudor), a quien persigue hasta Marsella, donde consigue recuperar 300 escudos, y regresar a Toulose.
San Vicente de Paúl, el esclavo.
Cuando embarca para Narbona, San Vicente de Paúl es atacado por los turcos y cae prisionero. Luego es vendido como esclavo en Túnez. Pasó por varios amos, el último de los cuales era un cristiano renegado, a quien convirtió y así pudo llegar a Roma.
Después fue a París, donde encontró a Pierre de Bérulle, en el hospital de la Caridad. Bérulle era cura y fundador de un grupo de sacerdotes espirituales. En ese entonces el clero había salido en un estado lamentable de las guerras; los decretos del Concilio de Trento sobre la formación de los sacerdotes no se cumplían y muchos obispos vivían como grandes señores, alejados de sus diócesis.
Bérulle deseaba que San Vicente de Paúl ingresara en el Oratorio (Congregación donde se pretende vivir un sacerdocio fervoroso), pero no acepta. Sí, en cambio, reemplaza a un sacerdote que ingresa en el Oratorio (Congregación de sacerdotes que practicarán la pobreza, con voto de no pretender beneficio o dignidad, contra la ambición, y el de dedicarse al sacerdocio, contra la inútil inactividad).
Vocación interior de San Vicente de Paúl.
San Vicente de Paúl, nombrado preceptor de la familia de Phillipe de Gondi, sobrino del arzobispo de París, llega a ese destino en septiembre de 1613.
Durante los viajes de Gondi, San Vicente de Paúl vuelve a entrar en contacto con los campesinos y con las pobres gentes que viven en los dominios de la noble familia. Y se da cuenta de que el Evangelio exige la caridad radical.
Visita a un moribundo en Gannes, cerca del palacio de los Gondi; estaba cerca de la muerte sin haber encontrado una mirada sacerdotal bastante dulce y bastante humana para poder salir de sí mismo y atreverse a creer en la ternura de Dios. He ahí la vocación de Vicente: la ternura. Su corazón ha sido tocado. Dios ha llegado ya.
San Vicente de Paúl, tocado ya por Dios, que no le había abandonado en su dura trayectoria de desierto, le cambia el corazón y el que no quería ir a los campos de su aldea, quiere ahora ir a los campos más lejanos a expresar a todos los que se sienten perdidos que existe un Dios de ternura que no les ha olvidado. Quiere ser testimonio de ese amor divino. Estar presente con la ternura de Dios. Sentía en su corazón el deseo ardiente de buscar la perfección cristiano. Al respecto de esto, escribiría: "La perfección consiste en una sola cosa, que es hacer la voluntad de Dios. Porque, según las palabras de nuestro Señor, para la perfección basta con negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguirle. Ahora bien, ¿quién se niega a sí mismo, toma su cruz y sigue a Cristo mejor que el que no busca hacer su propia voluntad, sino siempre la de Dios? Mirad, ahora, ¿cuán poco se necesita para llegar a ser como santo? Nada más que adquirir el hábito de querer, en cada ocasión, lo que Dios quiere".
San Vicente de Paúl no quiere permanecer por más tiempo con los Gondi y se lo dice a Bérulle en mayo de 1617. Se traslada a una pequeña parroquia entre Lyon y Ginebra, en la región de Bresse: Chatillon-des-Dombes, como párroco.
Obras de caridad de San Vicente.
El que se pasó la vida, huyendo de su origen y su destino, se dedica a lo que venía escapando desde su juventud. Ya encontró su camino: La vocación de la ternura.
Estableció la Residencia Central de la Congregación en un antiguo hospital de leprosos conocido con el nombre de Hospital de San Lázaro, donde fue a vivir. Por esto los sacerdotes paúles o de San Vicente se llamaron también lazaristas.
Así también, San Vicente de Paúl funda las Cofradías de la Caridad en 1617, la Congregación de la Misión en 1625, y la Compañía de las Hijas de la Caridad, en 1633 Luisa de Marillac. Él miraba a todos los demás a través de la caridad y de los ojos compasivos de Dios. Pensaba que una de las mejores formas de caridad para con el prójimo, era mostrarse amables.
"Debemos tratar a todos con amabilidad y manifestar aquellas cualidades que brotan naturalmente de un corazón tierno y lleno de caridad cristiana; como la afabilidad, el amor y la humildad. Estas virtudes sirven maravillosamente para ganar el corazón de los hombres, y para animarlos a abrazar las cosas que son más repugnantes para la naturaleza". (San Vicente de Paúl)
El humilde sacerdote San Vicente de Paúl ayudó a reformar el clero y la forma en que se estaban dictando las enseñanzas y las preparaciones de los seminaristas para el sacerdocio. Lo hizo primero a través de la presentación de retiros y más tarde ayudando a desarrollar un buen esquema de aprendizaje con los que cuenta hoy nuestros seminarios modernos. En un momento dado, su comunidad dirigía 53 seminarios de nivel superior. Sus retiros, abiertos a sacerdotes y laicos, fueron tan bien atendidos que se dice que infundió un espíritu cristiano entre más de 20.000 personas en sus últimos 23 años.
Falleció a los ochenta años de edad, en París, el 27 de septiembre de 1660. Para su tiempo se había convertido en el símbolo del éxito de la reforma de la Iglesia francesa. El Papa Benedicto XIII fue encargado del proceso de beatificación realizado el 13 de agosto de 1729. Fue canonizado por el Papa Clemente XII en el año 1737. El Papa León XIII lo proclamó Patrono especial de todas las obras de cristiana misericordia, en 1885.
Reliquias de San Vicente de Paúl.
A San Vicente de Paúl, se le han atribuido dos milagros. El primero fue el de una monja que fue sanada de invasión de úlceras que sufría en todo su cuerpo y el segundo fue el de una laica que fue sanada de su parálisis inexplicablemente para la ciencia.
Aunque en el año, el cuerpo de San Vicente de Paúl fue exhumado y solo la nariz y los ojos presentaban descomposición, se tuvo que realizar una nueva exhumación en el año 1737 debido a una inundación subterránea. Allí se encontró que todo su cuerpo se había descompuesto. Sus huesos fueron colocados en una caja en una figura de cera que se exhibe en un relicario de cristal en la capilla de la sede de los padres vicentinos en París, la capilla de San Vicente de Paúl, ubicada en la Iglesia de la Misión Lazarista. París, Francia.
Lo único que permaneció incorrupto fue su corazón. Este se encuentra expuesto en un relicario en la capilla de la casa madre de las Hijas de la Caridad en París.
A San Vicente de Paúl se le llama a veces "El Apóstol de la Caridad" y "El Padre de los Pobres".
"La caridad, en efecto, es la máxima norma, a la que todo debe tender: ella es una ilustre señora, y hay que cumplir lo que ordena. Renovemos, pues, nuestro espíritu de servicio a los pobres, principalmente para con los abandonados y desamparados, ya que ellos nos han sido dados para que los sirvamos como a señores" (De los escritos de san Vicente de Paúl, presbítero. Carta 2.546)
Los Vicentinos, como se conoce hoy su orden, cuenta con alrededor unos 4.000 miembros disgregados en todo el mundo en 86 países. Estos sacerdotes, con votos de pobreza, castidad, obediencia y estabilidad, debían dedicarse por completo a la gente de las ciudades y pueblos más pequeños. Además de su orden de sacerdotes vicentinos, San Vicente de Paúl cofundó las Hijas de la Caridad junto con Santa Luisa de Marillac. Hoy en día, hay más de 18.000 Hijas de la caridad de San Vicente, que sirven a las necesidades de los pobres en 94 países.
Según los análisis que se han hecho hasta la fecha, San Vicente de Paúl escribió más de 30.000 cartas en su vida sacerdotal.
Oración a San Vicente de Paúl.
Noble San Vicente de Paúl, amado servidor de los pobres, que sigamos tu ejemplo y hagamos buenas obras entre aquellos a los que la sociedad ha abandonado, esclavizado u olvidado. Inspíranos a alimentar a los hambrientos, a amar a un niño, a dar consuelo y medicina a los enfermos, a vestir a aquellos cuyas prendas están desgastadas, y a ofrecer esperanza y las palabras de nuestro Señor a todos los que necesiten un respiro. Reza por nosotros a nuestro amado Dios para que nos comprometamos desinteresadamente a hacer los mismos actos de caridad que tú hiciste toda tu vida, e interceda ante él para que podamos tener el favor de su guía, su fuerza y su amor en esta importante y significativa labor. Amén.
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