San Pancracio fue un adolescente huérfano de 14 años traído a Roma por su tío, fue martirizado al día siguiente de su bautismo: Patrono del Trabajo
San Pancracio, Joven mártir: Patrono del Trabajo y de la Salud.
San Pancracio, también conocido como San Pancracio de Roma, fue un joven ciudadano romano que se convirtió al cristianismo a la edad de 14 años y fue martirizado al día siguiente de su bautismo alrededor del año 304. Su nombre en griego significa "el que lo sostiene todo". San Pancracio había quedado huérfano a muy temprana edad y cuando cumplió los 14 años, fue llevado a Roma por su tío. Se convirtió a la fe y fue martirizado al día siguiente de su bautismo, rechazando premios y ayudas si renegaba de su fe. Luego de dar las gracias a sus verdugos, no dudó en sacrificar su juventud para mantenerse fiel a Cristo. A él se dedicaron Iglesias y Monasterios. Su tumba es venerada por miles de peregrinos y se encuentra en Roma.
Fiesta: 12 de mayo.
Martirologio romano: San Pancracio, mártir, según la tradición, se dice que murió cuando era apenas un adolescente por haber proclamado su fe en Cristo, siendo sepultado en la segunda milla de la Vía a Aurelia. En su tumba, el Papa San Símaco levantó una famosa basílica y el Papa Gregorio Magno, con frecuencia convocaba a la gente del pueblo, para que, a partir de ese lugar, recibieran el testimonio del verdadero amor cristiano. En este día se celebra su santa sepultura.
Biografía de San Pancracio de Roma.
San Pancracio nació en Frigia, provincia romana del Asia Menor. Su padre era un noble pagano llamado Cleonio que falleció cuando el niño tenía siete años. Pancracio fue a vivir con su tío paterno, Dionisio, quien fue un excelente modelo. Se trasladaron a Roma cuando el niño tenía catorce años.
Dionisio y San Pancracio tienen un criado cristiano que los evangeliza y los pone en contacto con el Papa. Así conocen a fondo el cristianismo y se convierten. Fueron bautizados y recibieron la comunión. Enseguida se despojaron de muchas posesiones en favor de los pobres.
El emperador Diocleciano, decretó una persecución (la última del imperio romano) contra el Cristianismo. Al poco tiempo, San Pancracio fue denunciado al emperador, quien conocía a su difunto padre. Le dijeron: "El hijo de Cleonio de Frigia se ha hecho cristiano y está distribuyendo sus haciendas entre viles personas; además, blasfema horriblemente contra nuestros dioses".
Testimonio de fe de San Pancracio.
Diocleciano ordenó llamar a San Pancracio y conversó largo tiempo con él, tratando de persuadirlo a que renunciase a Jesucristo. Al no lograrlo le condenó a muerte.
En el lugar de su martirio, San Pancracio se arrodilló, levantó los ojos y las manos al cielo, dando gracias al Señor porque había llegado a ese momento. Le cortaron la cabeza. Por la noche una noble señora, llamada Octavila, hizo recoger su cuerpo, lo embalsamó, lo amortajó con un lienzo precioso e hizo que lo entierren en un sepulcro nuevo, cerca del lugar del martirio.
El Papa Vitaliano envió las reliquias de San Pancracio desde el cementerio de Calepodius en Roma a Inglaterra para evangelizar y para instalar en los altares. San Agustín de Canterbury dedicó la primera Iglesia de Inglaterra a San Pancracio.
Es titular de una Basílica romana. Aquí los que habían sido bautizados el Sábado de Gloria dejaban sus vestidos blancos en el domingo octava de la Resurrección (llamado Dominica in Albis). Era un acto conclusivo de la Pascua.
Sobre la tumba de San Pancracio renovaban el juramento de fidelidad a Jesucristo. Desde entonces ha sido un santo muy amado, protector de inocentes y de las víctimas de la perjurio.
San Pancracio es el santo patrono contra los falsos testimonios, perjurios y juramentos en vano. También es Patrono del trabajo y de la Salud.
Oración novena a San Pancracio
La siguiente es una oración - novena a San Pancracio de Roma que puedes hacer por alguna petición especial. Repítela por 9 días consecutivos.
1. Oración a Dios Padre eterno.
Creo, Padre Celestial, todo lo que nuestra Fe enseña, y en esa Fe Deseo vivir y morir. A través de la intercesión de San Pancracio, concédeme buena salud para cumplir con todos mis deberes y alcanzar el gozo de caminar hacia tu Patria celestial. Amén.
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
2. Oración a Dios Hijo.
Oh amoroso y buen Jesús, Concédeme la virtud de la esperanza En tus promesas, En la misma medida que San Pancracio siempre confió en tu Providencia, para que yo pueda, a través de su poderosa intercesión, alcanzar trabajo y éxito en lo que emprenda. Amén.
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
3. Oración al Espíritu Santo.
Oh, Espíritu Santo de los divinos consuelos, concédeme la virtud de la caridad para que pueda amar a Dios por encima de todas las cosas y a mi prójimo por el mismo amor de Dios, así como lo hizo San Pancracio. A través de su intercesión, espero obtener esta gracia y la de verme libre de las adversidades y de aquellas personas malintencionadas. Amén.
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
4. Oración final.
Oh Glorioso San Pancracio, te ruego que me consigas todas las gracias que necesito, pero especialmente la salud y el trabajo, y así pueda mostrarme ante ti para agradecer a Dios por los favores que recibí a través de tu poderosa intercesión. Amén.
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Oración.
Dios de misericordia, concede a tu Iglesia alegría y confianza a través de las oraciones de San Pancracio. Mantennos fieles a ti y firme en tu servicio. Todo esto te lo pedimos a través de nuestro Señor, Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por siempre y para siempre. Amén.
Fin de la oración - novena a San Pancracio.
Otra oración a San Pancracio de Roma.
Puedes utilizar la siguiente oración a San Pancracio para pedir por un favor especial en tu vida.
Oh glorioso San Pancracio, en tu juventud, fuiste especialmente rico en promesas del mundo, pero renunciaste a todo, con verdadera grandeza de mente y corazón, para abrazar la fe y servir a nuestro Señor Jesucristo con un espíritu de amor ardiente y profunda humildad. Tú ofreciste alegremente tu vida por Dios en un martirio sublime, y ahora que te encuentres a su lado compartiendo las delicias del Cielo, escucha nuestras oraciones. Alcánzame una fe y confianza absoluta en Dios, una fe verdadera que sea una luz brillante en mi camino terrenal.
Ayúdame, oh San Pancracio de Roma, a tener un amor ardiente a Dios por sobre todas las cosas y a mi prójimo como a mí mismo. Que pueda tener un espíritu de desprendimiento de las cosas buenas de la tierra, un desprecio por las vanidades de este mundo, y la gracia de la verdadera humildad en la profesión ejemplar de la vida cristiana.
Te ruego, amoroso San Pancracio, y de manera especial, por todos los jóvenes del mundo. Recuerda que eres el patrono de la juventud; por lo tanto, por tu intercesión, haz que todos los jóvenes estén limpios de corazón, sean fervientes en la piedad y llévalos seguros a nuestro Señor.
San Pancracio, consíguenos para todos nosotros que, habiendo transitado por este mundo lleno de fe y confianza en el amor de Dios, podamos lograr la felicidad de gozar de todas las maravillas que nos esperan en el Cielo. Amén. Glorioso San Pancracio, ruega por nosotros que acudimos a ti con esperanza y fe. Amén.
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