San Luis María Grignion de Montfort, el Esclavo de María, predicó y escribió sobre la cruz de Cristo y la verdadera devoción a la Santísima Virgen María
San Luis María Grignion de Montfort: Apóstol y esclavo de María.
San Luis María Grignion de Montfort es el famoso autor de uno de los libros más preciosos y más divulgados sobre la Virgen María: La verdadera devoción a la Virgen María y también el celoso apóstol de la Consagración filial o Santa Esclavitud en honor a María.
Fiesta: 28 de abril.
Martirologio romano: San Luis María Grignion de Montfort, un sacerdote, que caminó por las regiones occidentales de Francia, predicando y proclamando el misterio de la Sabiduría eterna. Fundó la Congregación de las Hijas de la Sabiduría y los Misioneros de la Compañía de María, hoy conocidos como monfortianos. Predicó y escribió sobre la cruz de Cristo y la verdadera devoción a la Santísima Virgen María y, luego de convertir a muchos a una vida de penitencia; pone fin a su peregrinación terrenal en el pueblo de Saint-Laurent-sur-Sevre en Francia.
Biografía de San Luis María Grignion de Montfort.
San Luis María Grignion Nació de padres cristianos en Montfort (Bretaña francesa) el año 1673. Fue el segundo de dieciocho hermanos. Su padre era muy autoritario y de un temperamento un tanto brusco. Quizá de él heredó nuestro Santo este mismo temperamento contra el que luchó durante toda su vida.
Pasó su infancia con una señora muy buena cristiana que, al no poderle educar su madre, le confió para que lo alimentara y formara en los principios de la fe.
Esta buena mujer dejó huellas también muy hondas en su espíritu que nunca olvidará. Muchas noches las pasaba entre los libros, pues su padre disponía de una bien nutrida biblioteca sobre muchas materias que le interesaban al pequeño.
Fue enviado al colegio de los padres jesuitas de Rennes donde pasó ocho años entregado a los estudios de humanidades. Aquí trabó gran amistad con los padres carmelitas de esta ciudad que gozaban en aquel entonces de una bien merecida fama de santidad y de profunda y filial devoción a la Virgen María.
Entre aquellos religiosos carmelitas que pertenecían a la célebre reforma Turonense, aprendió sin duda la doctrina que después extendería y haría famosa en la Iglesia de hacerlo todo En María, con María, por María y Para María, que más de medio siglo antes, ya había extendido el célebre carmelita Venerable Miguel de San Agustín y su Venerable María de Santa Teresa Petyt. Y muchos siglos antes había practicado ya San Ildefonso de Toledo.
En el Colegio de Rennes se inscribió en la Congregación Mariana, que allí estaba establecida y florecía, y en ella hizo muy rápidos progresos en el camino de la perfección y en el amor hacia Nuestra Madre Amable.
Grignion de Montfort, el misionero.
Bien preparado para recibir la ordenación sacerdotal, el 5 de junio de 1700, San Luis María Grignion de Montfort, recibía este sacramento, escogiendo como lema para su misión: "ser esclavo de María", y desde entonces se entregó de lleno a su misión evangelizadora.
Él pidió ser enviado a las misiones para allí gastarse por Cristo enseñando su doctrina, pero los superiores le hicieron ver que su puesto estaba en su misma patria para que trabajara en defensa de la fe cristiana, que aquellos días estaba tan duramente atacada por la herejía de los jansenistas, que amenazaban inficionarlo todo con sus corrosivas doctrinas. Y a ello se entregó en cuerpo y alma nuestro Santo.
Al bautizarle le fue impuesto el nombre de Luis y cuando recibió la Confirmación, él mismo por su gran afecto hacia la Santísima Virgen añadió el de María a su nombre de bautismo.
Otra faceta de San Luis fue el cuidado de los enfermos a los que amaba como a Jesucristo y los cuidaba con mimos de madre a pesar de su aspereza de carácter.
San Luis María Grignion de Montfort fue capellán de grandes hospitales y a todos atendía, consolaba y ayudaba con medios materiales y espirituales.
"Padre nuestro, que estás en el cielo, llenas completamente el cielo y la tierra con la inmensidad de tu ser; estás presente en todas partes; estás en los santos por tu gloria, en los condenados por tu justicia, en los buenos por tu gracia, incluso en los pecadores por tu paciencia, tolerándolos. Concédenos que recordemos siempre que venimos de ti y que vivamos como tus verdaderos hijos. Concédenos establecer nuestro verdadero curso de acuerdo a tu voluntad y nunca nos desviemos de ti. Concédenos que usemos todo nuestro poder, nuestros corazones y almas y fuerzas para tender hacia ti, y solo hacia ti". (San Luis María Grignion de Montfort)
Todo con María.
La vida de San Luis María Grignion de Montfort no fue una vida sembrada de rosas. La cruz le acompañó desde la cuna hasta el sepulcro. Pero supo abrazarse a ella con gran entereza y con el don de fortaleza.
La Virgen María, a la que llamaba «Reina de los corazones» con gran afecto, le asistía y protegía siempre. De Ella escribió preciosos tratados y a Ella encomendaba todas sus empresas. A Ella la llevaba en sus labios y en su corazón y Ella era quien obraba todos los prodigios.
Como le acompañaban un grupo de amigos en sus apostolados misioneros y marianos... con ellos, y a petición de los mismos, fundó la Congregación de Sacerdotes de la Compañía de María o Montfortianos, hoy extendidos en todas partes.
El amor de la Santísima Virgen María era uno de los pilares espirituales de San Luis María Grignion de Montfort, a quien honra como la que, con tanta seguridad, conduce a Cristo: "Si, pues, establecemos una sana devoción a la Santísima Virgen, es solo para establecer más perfectamente la devoción a Nuestro Señor, proporcionando un camino suave pero seguro para llegar a Jesucristo". (Verdadera Devoción a María, n. 62).
Su mayor contribución a la Iglesia y al mundo es la Consagración Total a la Santísima Virgen. Él propagó esto en su día por medio de la predicación y después de su propia muerte por su otro famoso libro: "La Verdadera Devoción a María". La consagración a María, es, para San Luis, la manera perfecta de renovar las promesas bautismales.
Muerte de San Luis María Grignion.
San Luis vivió una vida de estricta pobreza y predicó con celo a todos. Fue incomprendido y se hicieron muchos intentos en su vida. También se le prohibió predicar en algunas zonas de Francia por los obispos locales. Ninguna de estas difíciles cruces disuadieron al santo predicador, sino que afectaron a la profundización de su vida espiritual.
El 28 de abril de 1716, debilitado por todos estos factores, se desplomó por agotamiento después de predicar una misión en el pueblo de St. Laurent-sur-Sevre, (había recorrido toda Francia y otras naciones llevando el mensaje de Jesucristo y de María) Tenía tan solo 43 años al partir a la casa del Padre. A su entierro acudieron más de cien mil personas.
Reflexión sobre San Luis María Grignion.
De los componentes de la espiritualidad de San Luis María Grignion de Montfort, la estrella que brilla más allá de todos ellos es su devoción a Nuestra Señora, la Virgen María. Su espiritualidad ha sido adoptada por millones de personas, especialmente por San Juan Pablo II, quien consagró no solo a sí mismo, sino a todos los lugares que ha visitado como Papa.
En "la verdadera devoción a María", San Luis María Grignion de Montfort profetizó que el ejército de almas consagradas a María será su instrumento para derrotar al Diablo y a su Anticristo. A medida que Satanás gane poder en el mundo, la nueva Eva triunfará sobre él y le aplastará la cabeza. También habló sobre los 7 falsos devotos de María, como una advertencia a los Cristianos a tener cuidado en practicar su devoción a María.
San Juan Pablo II, en su encíclica Redemptoris Mater, exalta la devoción difundida por San Luis María Grignion de Montfort (la consagración total a Jesús por las manos de María) "como un medio eficaz para que los cristianos vivan fielmente sus compromisos bautismales".
"Como es bien sabido, mi escudo episcopal ilustra simbólicamente el texto evangélico citado anteriormente [Jn 19:25-27]; el lema Totus tuus se inspira en la enseñanza de San Luis María Grignion de Montfort (cf. Don y Misterio, pp. 42-43; Rosarium Virginis Mariae, n. 15). Estas dos palabras expresan la pertenencia total a Jesús por medio de María: "Tuus totus ego sum, et omnia mea tua sunt", escribió San Luis María, y traduce sus palabras: "Soy todo tuyo, y todo lo que tengo es tuyo, oh amadísimo Jesús, por medio de María, tu Madre Santísima" (Tratado de la Verdadera Devoción, n. 233). La enseñanza de este San Luis María Grignion ha tenido una profunda influencia en la devoción mariana de muchos fieles y en mi propia vida". (San Juan Pablo II)
Después de la ceremonia de canonización de San Luis de Montfort en 1947, el Papa Pío XII capturó la centralidad de la devoción mariana del santo: "El principal resorte de su ministerio apostólico, su gran secreto para atraer y dar almas a Jesús, fue su devoción a María. Toda su actividad se fundamentaba en ella, toda su confianza descansaba en ella."
San Luis María Grignion de Montfort, ruega por nosotros para que, con una verdadera devoción a la Virgen María, podamos alcanzar las glorias del Cielo de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Santos de la semana
Natividad de nuestro Señor: Nacimiento de El Salvador
La Fiesta de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo, nos recuerda que el Dios del amor se encarnó por amor a cada uno de nosotros ¡Feliz Navidad!
Santa Paula Isabel Cerioli: Fundadora - Biografía y obras
Santa Paula Isabel donó sus riquezas a los pobres y abrió su casa para recibir a los huérfanos. Fundó el Instituto de las Hermanas de la Sagrada Familia
San Juan Cancio de Kety. Sacerdote y maestro. Biografía y obra
San Juan Cancio de Kety, siendo joven sacerdote, lo nombraron profesor de la universidad. Los ratos libres los dedicaba a visitar pobres y enfermos