San Juan Bautista de Rossi atendió a todos los pobres y enfermos, logró la conversión de muchos en el confesionario: Es llamado Apóstol del Confesionario
San Juan Bautista Rossi: El Apóstol del Confesionario.
San Juan Bautista de Rossi fue un humilde y sencillo sacerdote que, durante cuarenta años, trabajó con gran capacidad y entusiasmo como un pastor asistente en la ciudad de Roma. Su servicio en el confesionario hizo que condujera a muchas almas de regreso a Dios. Pronto, por su gran servicio como confesor, se hizo muy popular, a pesar de que sentía miedo de que sus ataques epilépticos pudieran manifestarse en el confesionario. Su gran trabajo por las almas abatidas, fue puesto en evidencia por su trato con los pobres, los presos y los enfermos, a los que dedicó toda su misión eclesial. Por todo esto, a San Juan Bautista de Rossi se le considera como el abogado de los pobres y de los enfermos.
Fiesta: 23 de mayo.
Martirologio romano: En Roma, san Juan Bautista de Rossi, un humilde sacerdote, que atendió con gran caridad a los pobres, enfermos y a los marginados, enseñándoles la doctrina sagrada.
Biografía de San Juan Bautista Rossi.
San Juan Bautista Rossi (Juan Bautista de Rossi) nació el 22 de febrero 1698 en Voltaggio, diócesis de Génova, Italia. Fue uno de los cuatro hijos de Charles de Rossi y Frances Anfossi. De niño, todos los que se acercaban a él, quedaban fascinados no solo por su gran inteligencia, sino también por su piedad y dulzura de su carácter. Con esto se roba los corazones de una acaudalada pareja perteneciente a la nobleza de Génova, Italia, quienes lo reciben y le ayudan a continuar sus estudios.
En su nuevo hogar, San Juan Bautista de Rossi, conoció a algunos frailes capuchinos que frecuentaban a esta familia. Los Frailes se llevaron una muy buena impresión del niño, le ayudaron a continuar su educación en Roma, Italia.
A los 13 años, estudió bajo las normas de los jesuitas en el Colegio Romano. Se hace miembro de la Cofradía de la Santísima Virgen y el Ristretto de los Doce Apóstoles.
Siendo aún joven, a San Juan Bautista Rossi se le diagnostica una terrible enfermedad que sufriría por el resto de su vida: la epilepsia. Se inclina tanto en la lectura piadosa, pero una ocasión, se dejó llevar por un libro que hablaba acerca de las mortificaciones del cuerpo de forma exagerada.
San Juan Bautista Rossi intenta esas penitencias sobre sí mismo, no come nada, no bebe, agua, duerme pocas horas, hasta el punto en que casi rompió su salud, y nunca recuperó completamente su fuerza.
Estudió filosofía y teología con las virtudes de los de los dominicos. Fue Ordenado sacerdote el 3 de marzo 1721, a los 23 años, y es asignado a Roma.
El corazón de San Juan Bautista Rossi.
La vocación espiritual de San Juan Bautista Rossi se inclinó hacia caridad con los más necesitados y los enfermos.
Ayudó a miles de personas necesitadas cuando las invadió la enfermedad, a personas sin hogar, a las prostitutas, a los conductores de ganado temporales que llegaban al mercado en Roma, y a muchos otros tipos de personas.
De día, San Juan Bautista Rossi se dedicaba a cuidar de los pobres enfermos en los hospitales de Roma, sobre todo, cuidaba de aquellos que se sentían muy solos. De noche asistía a las personas de la calle que iban a los refugios.
Los médicos tienen a San Juan Bautista Rossi como un verdadero modelo de caridad hacia los más desvalidos. Cuando él atendía a los moribundos, antes de hablarle acerca de la salvación del Señor, procuraba en todo lo posible atenderlo físicamente y aliviar un poco su sufrimiento. No hubo ningún servicio con los enfermos, por más repugnante que pareciese, que San Juan Bautista Rossi rechazaba. Su gran caridad, escucha y servicio desinteresado, se ganó los corazones de todos
Una vez, un joven que se encontraba muriendo de sífilis, rechazó la atención de Juan Bautista Rossi, hasta que el sacerdote vació su orinal y aseó su habitación. Tocado por el humilde cuidado de San Juan Bautista, el hombre finalmente lo escuchó e hizo, además, una buena confesión antes de morir.
San Juan Bautista Rossi y el confesionario.
Muchos sacerdotes y penitentes, se sorprendían del increíble poder de persuasión de Juan Bautista de Rossi en el confesionario. Con unas pocas palabras amables, las personas cambiaban de vida drásticamente.
En una oportunidad, un joven se acercó a él, estaba enredado sexualmente con una mujer que iba a su casa con el pretexto de lavar y remendar su ropa. Una breve conversación con San Juan Bautista Rossi rompió la adicción del joven. Como muestra de su curación pasional.
San Juan Bautista Rossi vivió para los pobres, los marginados y enfermos, y por ellos entregó completamente su vida por amor al Señor. Se mantuvo siempre humilde y presto a aliviar el sufrimiento de todos los que a él acudían.
En vida, San Juan Bautista Rossi, exhortaba a otros a seguir su ejemplo en el cuidado de las almas. Conozcamos aquí un pequeño extracto de uno de sus sermones a sus compañeros sacerdotes:
"La ignorancia es la lepra del alma. ¿Cuántas de esos leprosos existen en la iglesia aquí en Roma, donde muchas personas que acuden ni siquiera saben lo que necesitan para su salvación? Debe ser nuestro deber el tratar de curar esta enfermedad. Las almas de nuestros vecinos están en nuestras manos, y, sin embargo, ¿cuántos se pierden por culpa nuestra? La suerte enferma sin estar debidamente preparados, porque no hemos dado el tiempo o la atención suficiente a cada caso en particular. Sin embargo, con un poco más de paciencia, un poco más de amor, podríamos haber llevado a estas pobres almas al cielo. Muchos de nosotros no deciden ir a los hospitales por temor a la infección o por lo que verán, o los olores que nos esperan allí. ¡Coraje! No estamos en el mundo para seguir nuestra propia voluntad y placer, sino para imitar al Señor".
Así entonces, San Juan Bautista de Rossi llegó a ser muy conocido. Algunos ya lo consideraban como un segundo San Felipe Neri y era conocido por una fuerte y especial devoción a San Luis Gonzaga.
Su muerte.
San Juan Bautista de Rossi, quien ya estaba desgastado por su servicio desinteresado con los más necesitados, sufrió un derrame cerebral en 1763 y murió un año después de un ataque al corazón a la edad de 66 años.
Murió tan pobre que para cubrir todos los gastos de sepultura tuvieron que pedir limosnas. El Papa Pío VI inició la causa de la canonización para San Juan Bautista de Rossi en 1781, pero tanto la Revolución Francesa como las Guerras Napoleónicas hicieron que esto se retrasara. Años más tarde, en 1859, el Papa Pío IX reanudó su causa y atribuyó dos milagros a la intercesión de Juan Bautista.
Así entonces, San Juan Bautista de Rossi fue beatificado el 13 de mayo de 1860 por el Papa Pío IX y canonizado el 8 de diciembre de 1881 por el Papa León XIII.
En el año 1940 se dedicó una iglesia a San Juan Bautista de Rossi en Roma, pero su construcción se pospuso durante un tiempo debido a la Segunda Guerra Mundial. Esta iglesia fue consagrada el 22 de mayo de 1965. Así, sus reliquias fueron trasladadas el 23 de mayo.
San Juan Bautista de Rossi, ruega por todos los sacerdotes del mundo, para que cumplan su ministerio con fidelidad y ejerzan una labor pura, noble y firme en el confesionario, en beneficio de todas las almas pecadoras.
"Los pobres vienen a la Iglesia, cansados y distraídos por sus problemas cotidianos. Si usted predica un largo sermón, no podrán seguirlo con el corazón como debieran. Hay que darles una idea, en especial, algo que puedan llevarse a casa, no media docena, o terminaran por recordar uno que otro, y luego no recordarán ninguno". (San Juan Bautista Rossi)
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