San Cosme y San Damián eran hermanos gemelos médicos mártires: Atendían a los más pobres sin cobrarles consultas ni remedios, solo les hablaban de Jesús
San Cosme y San Damián: Patronos de los médicos y farmaceutas.
San Cosme y San Damián eran unos hermanos gemelos médicos que ofrecían sus servicios gratuitamente a la más personas pobres. Según una antigua tradición fueron martirizados a Ciro en Siria y su culto fue generalizado en toda la Iglesia desde el siglo IV. El 26 de septiembre es la fecha probable de la dedicación de la basílica en Roma que lleva su nombre. Los Santos Cosme y Damián, son los santos patronos de los médicos, cirujanos, farmacéuticos, enfermos de bajos recursos.
Fiesta: 26 de septiembre.
Martirologio romano: Santos Cosme y Damián, mártires, de quienes se cree que han trabajado en la provincia de Ciro, Augusta Eufratente, hoy la actual Turquía, la profesión de médicos sin pedir ninguna indemnización y han sanado a muchos con su atención gratuita.
Biografía de San Cosme y San Damián.
Junto con el Evangelista San Lucas, Los Santos Cosme y Damián han sido los santos patronos de los médicos católicos, farmaceutas y del personal que trabaja en la Salud. En La Iglesia de oriente los llaman "los sin dinero", ya que ellos ejercían la medicina sin cobrar ningún dinero de sus consultas a los pacientes más pobres, es por ello que también son los patronos de los enfermos que cuentan con bajos recursos.
San Cosme y San Damián eran hermanos gemelos médicos y nacieron en Arabia, en el siglo III. Se dedicaron a la medicina y llegaron a ser médicos muy famosos en sus tiempos. Ellos tenían la particularidad, o mejor dicho, la gran caridad, de que a los pobres no les cobraban la consulta ni los remedios. Lo único que les pedía era que les permitieran hablarles por unos minutos acerca de Jesucristo y de su evangelio.
La gente quería muchísimo a San Cosme y San Damián y en muchos pueblos eran considerados como unos verdaderos benefactores de los pobres. Y ellos aprovechaban su gran popularidad para ir extendiendo la religión de Jesucristo por todos los sitios donde llegaban.
Martirio de San Cosme y San Damián.
Durante la persecución a los cristianos que suscitó el cruel emperador Diocleciano, Los Santos Cosme y Damián fueron arrestados por orden del Prefecto de Cilicia, un tal Lisias, desconocido, que ordenó que se retractaran de su fe cristiana bajo tortura. Sin embargo, según la tradición, estos hermanos gemelos médicos se mantuvieron fieles a su fe, soportando ser colgados en una cruz, apedreados y disparados por flechas.
Lisias, el gobernador de Cilicia, se disgustó muchísimo porque San Cosme y San Damián se negaban a dejar su fe y de predicar a Jesús, aun con las crueles torturas a las que eran sometidos. Entonces, trató inútilmente de echarlos al mar. Y digo que fue inútil porque, de inmediato, una ola gigantesca los sacó sanos y salvos a la orilla. Furioso por esto, Lisias decidió quemarlos vivos, pero las llamas no les tocaron ni un solo de sus cabellos, y, en cambio, quemaron a los verdugos paganos que los querían atormentar.
Entonces el mandatario pagano mandó que les cortaran la cabeza, y así derramaron su sangre por proclamar su amor al Divino Salvador. Anthimus, Leontius y Euprepius, sus hermanos menores, que fueron inseparables durante toda la vida, compartieron también su martirio.
Milagros de los Santos Cosme y Damián.
Y sucedió entonces que junto a la tumba de los dos hermanos gemelos, San Cosme y San Damián, empezaron a obrarse maravillosas curaciones.
El emperador Justiniano de Constantinopla, en una gravísima enfermedad, se encomendó a estos dos santos mártires y fue curado inexplicablemente. Con sus ministros se fue personalmente a la tumba de los dos santos a darles las gracias.
Una antigua tradición cuenta que un grupo de personas vieron a San Cosme y San Damián bajando del Cielo para ayudar a un fiel devoto cuya pierna se estaba consumiendo por el cáncer. Ellos traían un frasco de pomada y un bisturí para operar al hombre, así que algunos retratos los muestran con esos dos objetos.
Veneración a los Santos Cosme y Damián.
La devoción a los dos santos se extendió rápidamente tanto en Oriente como en Occidente. Sus reliquias, consideradas milagrosas, fueron enterradas en la ciudad de Cyrrus (Siria).
En Constantinopla levantaron dos grandes templos en honor a la valentía de San Cosme y San Damián y se convirtió en un muy célebre lugar de peregrinación. En Roma, el Papa Félix IV (526-530) volvió a dedicar la Biblioteca de la Paz (Bibliotheca Pacis) como la basílica de los Santos Cosme y Damián en el Foro de Vespasiano en su honor. La iglesia está muy reconstruida, pero todavía es famosa por sus mosaicos del siglo VI que ilustran a los santos.
Nueve siglos más tarde, fue el mismo San Francisco de Asís, quien reconstruyó la capilla de San Damián en las afueras de Asís, la cual se encontraba en ruinas.
Los gemelos mártires, Santos Cosme y Damián, son invocados en el antiguo Canon Romano de la Santa Misa: "En comunión con toda la Iglesia, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor, luego del bienaventurado José, esposo de la Virgen, de vuestros bienaventurados Apóstoles y Mártires, Pedro y Pablo, Andrés, Santiago, Juan y Pablo, Cosme y Damián y todos vuestros Santos: conceded por sus méritos y oraciones que en todas las cosas seamos defendidos con la ayuda de vuestra protección".
También se les invoca en las Letanías de los Santos, y en la forma más antigua del rito romano, en la Colecta del Jueves de la Tercera Semana de Cuaresma, ya que la iglesia de la estación para este día es Santos Cosme y Damián.
Iconografía.
San Cosme y San Damián son considerados como los santos patronos de los médicos, cirujanos y farmacéuticos y a veces son representados con emblemas médicos. También son considerados patronos del personal sanitario.
En muchos de los retratos de San Cosme y San Damián, se les describe llevando instrumentos de su profesión, como el urinario y un frasco de pomadas. Otras imágenes pueden mostrarlos con un bisturí y/o una caja de medicamentos. En otras imágenes se les muestra recibiendo el martirio por flechas lanzadas, pero que son devueltas a sus verdugos.
Quiera Dios enviarnos muchos médicos generosos que, a imitación de San Cosme y San Damián, se dediquen a recetar gratuitamente a los pobres, y a aprovechar su ascendiente para propagar la santa religión de Jesucristo. Qué hermoso fuera que hubiera muchos médicos así.
Oración a San Cosme y San Damián.
Venerados mártires, San Damián y San Cosme, ustedes que ofrecieron sus talentos al servicio divino, ejerciendo con gran caridad su profesión de médicos de los males físicos y colaboradores de Jesús en su misterio de amor y en la sanación de las almas, pido que, por su bondadosa intercesión, presenten al Padre bueno todas mis angustias y dolores provocadas por este terrible mal que padezco y no me permite cumplir mi propósito de vida, para que así, esta oración, unida a las suyas, sean agradables al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y me vea yo librado pronto de toda enfermedad y dolor. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Novena de sanación a los Santos Cosme y Damián.
Se reza la siguiente oración en honor a San Cosme y San Damián, durante nueve días consecutivos, por la gracia y la sanación que se desea alcanzar. El inicio de su novena comienza el día 17 de septiembre y termina en víspera de su fiesta. Pero también puede realizar en cualquier tiempo del año si se busca con urgencia la sanación de las enfermedades físicas y espirituales.
Oh, Santos Cosme y Damián, les honramos y veneramos con toda la humildad y el afecto interior de nuestros corazones. Les invocamos, gloriosos mártires de Jesucristo, que durante la vida ejercieron el arte de curar con admirable caridad y sacrificio, curando lo incurable y atendiendo a enfermedades peligrosas, no tanto con la ayuda de la medicina y la habilidad, sino por la invocación del todopoderoso Nombre de Jesucristo. Ahora que ustedes son poderosos intercesores en el Cielo, les rogamos que tengan la bondad de dirigir sus miradas misericordiosa a todas las almas miserables y afligidas; y a la vista de los muchos males que nos oprimen, las muchas enfermedades espirituales y corporales que nos rodean. Vengan rápidamente en nuestra ayuda. Les rogamos que nos ayuden en todas las angustias, enfermedades y aflicciones.
Mencionar aquí la gracia que desea.
San Cosme y San Damián, no pedimos por nosotros mismos, sino por todos nuestros parientes, familias, amigos y enemigos, para que, restaurados a la salud del alma y del cuerpo, podamos dar gloria a Dios y honrarle a ÉL a través de ustedes, nuestros santos protectores y sanadores. Amén.
Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Santos Cosme y Damián, rueguen por nosotros y restauren la salud corporal y espiritual para que podamos amar a nuestro Señor en la plenitud del Cuerpo y del alma. Amén.
Santos de la semana
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San Charles de Foucauld fue un sacerdote que vivió en el desierto entre los pobres por amor a Jesús: Fundador de la Unión de Hermanos del Sagrado Corazón
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San Saturnino se hizo bautizar por San Juan Bautista y consagrado obispo por el Apóstol San Pedro: Asistió a la multiplicación de los panes y la Santa Cena
Biografía de Santos - Celebraciones y Fiestas de la Iglesia