San Calixto, Mártir: El Papa de las Catacumbas

San Calixto fue un Papa y mártir que se hizo muy famoso por Las Catacumbas de Roma, llamadas también como las catacumbas de San Calixto, que él organizó (catacumba significa: cueva subterránea). Estas catacumbas son las más famosas de Roma (según decía Juan XXIII). Tienen 4 pisos sobrepuestos, y más de 20 kilómetros de corredores. Allí se encuentran el famoso sepulcro de Santa Cecilia y los sepulcros de muchísimos mártires de los primeros siglos.

Fiesta: 14 de octubre.

Martirologio romano: San Calixto I, Papa y mártir, que siendo diácono, y después de un largo exilio en Cerdeña, se hizo cargo del cementerio en la Vía Appia, conocido bajo su nombre, donde recogió los restos y memorias de los mártires, para ser venerados en la posteridad. Luego que fue elegido Papa, promovió la doctrina verdadera y reconcilió con gran benevolencia a los apóstatas, y finalmente, dio término a su muy productivo episcopado, con la brillante corona del martirio. En este día se conmemora la deposición de su cuerpo en el cementerio de Calepodio en Roma, en la Vía Aurelia.

Biografía de San Calixto.

Dicen que San Calixto fue un esclavo que un tiempo estuvo condenado a trabajos forzados en las minas. Recobrada su libertad, se dedicó a estudiar la religión de Cristo y a enseñarla a sus vecinos.

El Papa San Ceferino lo nombró como su hombre de confianza en el año 199 y le encomendó la dirección de las Catacumbas donde sepultaban a los cristianos. San Calixto ensanchó notablemente estas catacumbas y las organizó muy bien.

Al morir San Ceferino, el pueblo de Roma eligió como sumo pontífice a San Calixto, como el mejor preparado para ello. Pero se le opuso terriblemente un tal Hipólito, aduciendo como razones para pedir que lo destituyeran del Pontificado, el que San Calixto afirmaba que si un pecador hacía penitencias y dejaba sus maldades se le podía volver a admitir entre los fieles cristianos católicos, y que a un obispo no se le podía destituir por un grave pecado que hubiera cometido, si se arrepentía y empezaba una vida de conversión y penitencia. San Calixto sabía ser comprensivo y misericordioso.

San Calixto y su ejemplo de vida espiritual.

San Calixto convirtió a muchos romanos al cristianismo, curó a varios enfermos que padecían de enfermedades muy graves, y defendió cuanto más pudo a los creyentes perseguidos.

Nuestro santo ayunaba días y semanas y hasta 40 días seguidos. Cuando los perseguidores lo llevaron preso por proclamar su fe en Jesucristo, lo echaron a un oscuro calabozo, esperando que se desesperaría por hambre.

Pero después de unos días lo encontraron muy tranquilo. Le preguntaron cómo lograba mantenerse sereno sin comer ni beber y les dijo: "Acostumbré a mi cuerpo a pasar días y semanas sin comer ni beber, y esto por amor a mi amigo Jesús, así que ya soy capaz de resistir sin desesperarme".

Martirio de San Calixto.

En la cárcel, San Calixto consiguió con sus oraciones la sanación de la esposa del carcelero cuando ya la pobre mujer estaba agonizando. En acción de gracias, el carcelero y toda su familia se hicieron bautizar por él. Entonces el jefe pagano de Roma ordenó que lo echaran en un pozo profundo y que cubrieran la boca del pozo con tierra y escombros.

Según los Actos apócrifos de San Calixto, Asterio, un sacerdote de Roma, recuperó el cuerpo de San Calixto después de haber sido arrojado al pozo y enterró el cuerpo de Calixto por la noche. Asterio fue arrestado por esta acción por el prefecto Alejandro y luego asesinado al ser arrojado de un puente al río Tiberíades.

Todavía en Roma señalan a los turistas el pozo de San Calixto, desde donde su alma voló al cielo a recibir el premio prometido por Cristo Jesús a los que lo proclaman en la tierra.

San Calixto fue enterrado en el cementerio de Calepodio en la Vía Aureliana y su aniversario se celebra con la "Depositio Martirum" del siglo IV y con los martirologios subsiguientes el 14 de octubre. La Iglesia Católica celebra su memorial opcional el 14 de octubre. Sus reliquias fueron transferidas en el siglo IX a Santa María en Trastevere.

Reflexión sobre San Calixto.

San Calixto llegó al papado durante un momento crucial de la Iglesia. Dejaría de lado las rígidas reglas para abrazar a los pecadores como Cristo ordenó. Su misión de llevar el amor y sacrificio por los demás lo hizo para todos. Trabajó para los buenos, los tibios, los salidos del camino, los sanos y para los enfermos. San Calixto eligió confiar en la misericordia y el amor de Dios y abrió las puertas. Al elegir la misión de Cristo, eligió difundir el Evangelio a todos. Salvó a muchos cristianos y honró al Señor construyendo las catacumbas de Roma para que el santo sacrificio de la Misa siguiera su curso.

La vida de San Calixto nos recuerda que el curso de la historia de la Iglesia, así como el del verdadero amor, siempre atravesó dificultades y problemas. La Iglesia tuvo que atravesar por distintas luchas para poder seguir predicando la Palabra de vida que Cristo nos enseñó. La Iglesia tuvo que preservar la misericordia de Cristo por sus perseguidores, pero no por eso, San Calixto permitió que se abandonarán los ritos sagrados del Señor.

Todos los católicos debemos agradecer que el Papa Calixto hizo lo correcto, permitiendo la absolución de los pecados graves antes de la hora de la muerte. Todo momento es bueno para arrepentirse y aceptar la misericordia de Dios. Debemos estar siempre en posición de reconocer el perdón y la misericordia de Cristo que estuvo dispuesto a perdonar inmediatamente a todos aquellos arrepentidos que fueron salvados por Él en el momento de su "casi muerte", como fue el caso de Santa María magdalena.

Oración a San Calixto.

Señor Dios, envíanos tu Espíritu Santo, que nos vuelva valientes y perseverantes para mostrarnos buenos creyentes hasta el último momento de nuestra vida, como lo hizo tu siervo San Calixto, quien, sin importarle arriesgar su vida, construyó catacumbas para que continuaras siendo honrado a través del Sacrificio de la Santa misa. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.