San Beda el Venerable fue siervo de Dios a los 8 años y el más sabio de su tiempo: Doctor de la Iglesia y patrono de historiadores, lectores y académicos
San Beda el Venerable: Monje y Doctor de la Iglesia.
San Beda el Venerable, fue un monje benedictino y sacerdote de finales del siglo VII y principios del VIII que se convirtió en uno de los primeros Doctores de la Iglesia Católica. Fue conocido como el hombre más sabio de su tiempo. Llegó a ser uno de los más grandes teólogos, historiadores y cronista anglosajón. Es el santo patrono de los historiadores, lectores y académicos. San Beda es muy bien reconocido como autor y erudito, y su obra más famosa, "Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés" le ganó el título de "El Padre de la Historia Inglesa". Fue el autor de unos 40 libros, principalmente de teología e historia.
Fiesta: 25 de mayo.
Martirologio romano: San Beda el Venerable, presbítero y doctor de la Iglesia, que llegó a ser siervo de Cristo a los ocho años, pasó toda su vida en el monasterio de Jarrow en Northumbria en Inglaterra, dedicado a la meditación y a la explicación de las Sagradas Escrituras; tuvo una fiel observancia de la disciplina monástica y el ejercicio cotidiano de cantar en el coro de la Iglesia. Siempre tuvo un grato placer en aprender, enseñar y escribir.
Biografía de San Beda el Venerable.
No se tiene mucha información sobre la historia de la infancia y familia de San Beda el Venerable, o de sus antecedentes familiares. Solo se conoce que, a los siete años de edad, fue confiado al cuidado de Benedicto Biscop, que en el año 674, quien había fundado el monasterio de San Pedro en Wearmouth. En el año 682, San Beda se trasladó el monasterio a Jarrow, donde pasó el resto de su vida. A los 19 años se había convertido ya en diácono y fue promovido a sacerdote a los 30 años.
San Beda fue una persona muy amable, afectuosa y generosa con los demás. Cada segundo de su vida lo vivía como un hombre lleno de amor a Dios y a sus semejantes, un hombre de fe y de oración.
Vida de estudio y enseñanzas.
Desde el momento de su ordenación sacerdotal y hasta el día de su muerte, San Beda se dedicó asiduamente al aprendizaje, la escritura y la enseñanza.
Además de los muchos libros que copió, San Beda compuso 45 libros propios, incluyendo 30 comentarios sobre algunos libros de la Biblia. Sus únicos momentos de recreación los dedicaba a la oración y al canto en el coro.
Así entonces, San Beda el Venerable aprendió el amor a la erudición, la devoción personal y la disciplina. Dominaba a la perfección el latín, griego y hebreo y tenía un buen conocimiento de los eruditos clásicos y padres de la iglesia.
Muchos escritos de San Beda cubren un amplio espectro que incluye la historia natural, la poesía, la traducción bíblica y exposición de las Sagradas Escrituras
Un comentario bíblico más antiguo fue probablemente basado en el libro del Apocalipsis. Se le atribuye la escritura de al menos tres himnos latinos muy conocidos.
Obras de San Beda.
Los escritos de San Beda se clasifican como científico, histórico y teológico. La científica incluyen tratados sobre gramática (escritas por sus alumnos), una obra sobre los fenómenos naturales (De rerum natura), y dos en la cronología (De temporibus y De temporum ratione).
Se le recuerda principalmente por su "Historia Eclesiástica del Pueblo Inglés". Esta obra de cinco volúmenes registra los eventos en Gran Bretaña a partir de las incursiones de Julio César en 54 a 55 AC, hasta la llegada del primer misionero de Roma, San Agustín, en el año 597.
Los escritos de San Beda se consideran el mejor resumen de este período de la historia que jamás haya sido redactado. Algunos lo han llamado "la mejor obra histórica de la Alta Edad Media".
Propósito de los escritos de San Beda.
San Beda afirmó claramente cuál era el propósito de sus escritos: "Si la historia registra las cosas buenas de los hombres buenos, se anima al oyente atento a imitar lo que es bueno, y si se registra el mal de los hombres malos, los buenos lectores o los religiosos, estarán alentados a evitar, en todo lo posible, lo que es pecaminoso y perverso, y seguir así, lo que es bueno y agradable a Dios".
La vida del San Beda giró en torno al ritmo monástico de oración, trabajo, estudio y enseñanza. San Beda declaró: "Nací en las tierras de este monasterio y, al cumplir siete años, fui confiado por mi familia primero al reverendísimo abad Benedicto y después al abad Ceolfrid para mi educación. He pasado todo el resto de mi vida en este monasterio y me he dedicado por completo al estudio de las Escrituras. Y aunque he observado la disciplina regular y he cantado los oficios del coro diariamente en la iglesia, mi principal placer ha sido siempre el estudio, la enseñanza y la escritura."
Aunque por su gran sabiduría, San Beda fue buscado ansiosamente por los reyes y otros notables de la época, incluso hasta por el mismo Papa Sergio, San Beda se la arregló para permanecer en su propio monasterio hasta el día de su muerte. Solo, en una oportunidad, dejó por unos meses el monasterio con el único fin de enseñar en la escuela del arzobispo de York.
Muerte y legado de San Beda.
El último trabajo de San Beda, el cual completó en su lecho de muerte, era una traducción a la lengua anglosajona del Evangelio de San Juan
San Beda murió en el año 735, mientras rezaba su oración favorita: "Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén"
No tardó mucho en que Dios realizara milagros maravillosos a través de la intercesión de San Beda. Después de su muerte se atribuyeron increíbles milagros asociados a sus reliquias. Fue entonces canonizado y declarado Doctor de la Iglesia el 13 de noviembre 1899 por el Papa León XIII.
La casa de San Beda casa, en Jarrow, fue destruida durante la disolución de los monasterios, aunque las ruinas se pueden visitar en la actualidad.
El gran conocimiento de San Beda abarcó una gran variedad de temas, incluyendo comentarios sobre la Biblia, observaciones de la naturaleza, música y poesía. Su obra más famosa, que es una fuente clave para la comprensión de la historia británica temprana y la llegada del cristianismo, es la "Historia Ecclesiastica Gentis Anglorum" o "La historia eclesiástica del pueblo inglés", que se completó en el año 731. Es la primera obra de historia en la que se utiliza el sistema de datación AD.
San Beda también escribió sobre la filosofía natural, los principios filosóficos de Aristóteles, la astronomía, la aritmética, la gramática, la historia eclesiástica, las vidas de los santos y, especialmente, sobre la Sagrada Escritura.
La vida de San Beda fue realmente extraordinaria, no solo por sus escritos eruditos, sino especialmente por su santidad como un pequeño monje de estudio y oración, que le valió el título de "San Beda el Venerable".
Oración a San Beda el Venerable.
Venerable San Beda, santo patrono de los académicos, gracias por ser un ejemplo de santidad, bondad y sabiduría. Gracias por inspirarnos a ser estudiantes de por vida que siempre están ansiosos por saber más. Inspíranos a leer y a escuchar la Palabra y ayúdanos a conocer a Jesús y a seguir sus caminos. San Beda, ayúdanos a amar a Dios con todo nuestro corazón, y a amar y respetar a nuestros compañeros, maestros y familias. Guíanos a usar nuestras palabras con amabilidad y sabiduría para que podamos ser comunicadores efectivos, que escuchan atentamente y hablan con atención. Oh, monje humilde San Beda, por encima de todo, danos valor para vivir como vivió Jesús. Amén.
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