Santa Adelaida fue una Emperatriz que repartió su oro a los pobres | Construyó iglesias, fundó monasterios - Es patrona de las novias, esposas y viudas
Santa Adelaida: Emperatriz y Fundadora - Biografía y obras.
Santa Adelaida fue una emperatriz que mostró una sobria alegría con sus familiares, decorosa actitud con los extraños, incansable piedad hacia los pobres, gran generosidad en honrar las iglesias de Dios. Habiendo enviudado en el año 973, fue maltratada por su hijastro, el Emperador Otto II y su esposa, encerrándola en un castillo del que se fugó. Se retiró al convento de Celta, y aunque nunca se convirtió en monja, pasó allí el resto de sus días en oración.
Fiesta: 16 de diciembre.
Martirologio romano: En Selz, cerca de Estrasburgo, en la Lotaringia alemana, santa Adelaida, emperatriz, que se distinguió por mostrar hacia los familiares una grave alegría, una infatigable piedad hacia los pobres y una abundante largueza en honrar las iglesias (999).
Santa Adelaida es la Patrona de las novias, esposas y viudas.
Biografía de Santa Adelaida.
Santa Adelaida fue la hija del rey Rodolfo II de Borgoña, el cual murió cuando ella tenía 6 años. Fue prometida a la edad de dos años en matrimonio como parte de un tratado entre Rodolfo y Hugo de Provincia.
Se casó a la edad de 16 años con Lotario, quien después fue rey de Italia. Su hija Emma fue reina de Francia.
Su esposo murió joven, posiblemente envenenado. Santa Adelaida quedó viuda a los 19 años en el año 950. Su hija Emma era todavía pequeña.
El usurpador Berengario quiso casarla con su hijo para consolidar su poder. Cuando Adelaida se negó, la encerró en una prisión y le quitó todos sus poderes y títulos.
La fe de Santa Adelaida en la prueba.
Su capellán, el Padre Martín, se quedaba admirado porque Santa Adelaida no se quejaba y trataba a los carceleros con amabilidad. Aceptaba todo como venido de las manos de Dios y para su bien.
Desposeída de sus vestidos de reina y joyas, le dieron harapos para vestir. En su prisión pasó varios meses dedicada a la oración. Los carceleros exclamaban: "Cuánto heroísmo tiene esta reina. ¡No grita, no se desespera, no insulta ¡Solo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!".
Rescatada por el rey alemán Otón el Grande, quien derrotó a Berengarius. Otón se enamoró de Santa Adelaida y se casaron en 951.
Al año siguiente, Otón fue coronado emperador en Roma por el Papa Juan XII. Santa Adelaida, como emperatriz, se dedicó a socorrer a los pobres, a edificar templos y a ayudar a misioneros, religiosos y predicadores.
Santa Adelaida enviudó en 973 y fue maltratada por su hijastro, el emperador Otón II influenciado por su esposa Teofana, procedente de Constantinopla, quien era muy dominante.
Adelaida pidió ayuda de San Mayolo, abad de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció de que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. El emperador llamó otra vez a Santa Adelaida, le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.
Santa Adelaida se refugia en el poder de la oración.
Al morir Otón II en 983, durante una guerra, siendo Otón III muy pequeño, la emperodara Teofona actúa ahora tomo autoridad regente y trató duramente a Santa Adelaida. Al respecto, ella decía: "Solo en la religión puedo encontrar consuelo para tantas pérdidas y desventuras".
En medio de sus penas, Santa Adelaida encontraba fuerzas y paz en la oración. A quienes le trataban mal les correspondía tratándoles con bondad y mansedumbre. Teofana murió enferma en 991 y Adelaida volvió a la corte como regente. Uso su poder para evangelizar y ayudar a los pobres. Construyó y restauró monasterios e iglesias.
Santa Adelaida fue para sus súbditos una madre bondadosa. No guardaba resentimientos con nadie. Gobernó Alemania con bondad y compresión, ganándose el cariño de las gentes.
Además, Santa Adelaida fundó varios monasterios de religiosos y se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba mucho por reconciliar a los que estaban peleados.
Santa Adelaida tuvo grandes directores espirituales. Entre ellos varios santos: San Adalberto, San Mayolo y San Odilón. Este último escribió: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad".
Muerte de Santa Adelaida.
Al tomar Otón III el reino, Santa Adelaida se retiró al convento de Selta cerca de Colonia. Aunque nunca entro en la vida religiosa, paso el resto de sus días en oración. Murió el 16 de diciembre del año 999.
Aunque las ingratitudes y persecuciones le hicieron sufrir mucho durante toda su vida, al morir se había ganado la estima y el amor de toda su nación.
Santa Adelaida fue canonizada en 1097 por el Papa Urbano II y declarada como patrona de las víctimas de abuso, novias, emperatrices, exilados, prisioneros, segundas nupcias, viudas. Su gran misión en este mundo fue la de amar y admirar a su marido, educar a sus hijos, repartir su oro entre los pobres, levantar iglesias, castigar su carne y sembrar a su paso la alegría y el consuelo. Y los pueblos que llamaron a su marido Otón el Grande, le dieron a ella el título más hermoso de Adelaida la Santa.
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