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Categoría: Celebración del día

Santa Genoveva de París fue una mujer virgen que se dedicó a practicar obras de piedad, aconsejar a sus vecinos y a llevar una intensa vida religiosa

Santa Genoveva de París. Patrona de los fabricantes de velas.

Santa Genoveva de París es patrona de los fabricantes de velas y cirios, pues, de acuerdo con una tradición, el demonio habría querido apagarle su linterna mientras visitaba algunos enfermos, cosa que su ángel de la guarda habría evitado. Fue una mujer virgen que se dedicó a practicar obras de misericordia a su paso, aconsejar a los vecinos en la fe y a llevar una intensa vida religiosa

 

Fiesta: 3 de enero.

 

En la iconografía, Santa Genoveva de París aparece como pastora y con su cayado; o bien, como virgen, con el velo o toca de su consagración, y una linterna o vela en la mano, por atributo.

 

Santa Genoveva de París, religiosa, virgen y mística

Biografía de Santa Genoveva de París.

Santa Genoveva nace en Nanterre, pequeño pueblo cerca de París, Francia. Según la leyenda, de joven fue pastora.

Cuando tenía solo siete años, un obispo la reconoció como futura santa. Con el permiso de sus padres y respondiendo a su petición, el obispo la consagró a Cristo y a la edad de 15 años recibió el velo de la vida religiosa en París.

Santa Genoveva se dedicó a practicar obras de piedad entre los pobres, aconsejar a sus vecinos y llevar una intensa vida ascética.

Pocos años después, la ciudad de París estaba bajo asedio por el rey Childeric, rey de los francos. Al ver el sufrimiento del pueblo de París, Genoveva salió escondida de la ciudad y regresó con alimentos y provisiones. Pero París pronto calló ante la fuerza superior de los francos.

Al descubrir el heroísmo de la joven, Childeric se entrevistó con ella. Impresionado por su santidad, accedió a establecer una iglesia en honor a S. Denis de París.

Santa Genoveva de París tenía 30 años cuando oyó que Atila se acercaba con 100.000 guerreros a sitiar a Lutecia (París, 451 A.D.). La costumbre de este bárbaro era arrasar con todo. La gente se dispuso a huir, pero Santa Genoveva los convenció de permanecer en oración. Casi la linchan, pero muchos le hicieron caso.

Atila, cuando ya venía llegando a París, cambió imprevistamente de rumbo y se dirigió hacia Orleans. Por el camino le salieron al encuentro los ejércitos cristianos que lo derrotaron en la terrible batalla de los Campos Cataláunicos.

Fuerte devoción de Santa Genoveva.

Aunque era tan ardiente su celo y caridad con el prójimo, no por eso Santa Genoveva de París perdía nada de su recogimiento interior, y en medio del tumulto y de la muchedumbre estaba tan recogida como si se hallara en la soledad del desierto.

Todos los años se encerraba extraordinariamente desde la Epifanía hasta Pascua, en cuyo tiempo de nadie se dejaba ver, tratando únicamente con las vírgenes, que se habían puesto debajo de su dirección.

Así se cumplió lo que había anunciado Genoveva, que si el pueblo oraba con fe, la ciudad de París no sería atacada.

El amor y la devoción a la Santísima Virgen parecía la primera de todas sus virtudes, y esta era la que más principalmente encomendaba a sus discípulas y a cuantas personas trataba.

Muerte de Santa Genoveva.

Adornada de tantos dones sobrenaturales, y colmada de merecimientos, Santa Genoveva murió en París, a los ochenta y nueve años de su edad, el día 3 de enero del año de 512, tan santamente como había vivido.

La veneración de Santa Genoveva de París se inició en el siglo VI con peregrinaciones a su tumba y aumentó aún más desde el año 1129, cuando una enfermedad, llamada de los ardientes (porque era una especie de erisipela acompañada de ardiente calentura) quitó la vida a innumerables personas y desolaba a todo París. Bajaron entones la urna de Santa Genoveva, y apenas se dejó ver al pie de la montaña, cesó la epidemia, y catorce mil enfermos que había en la ciudad, cobraron repentinamente la salud.

Habiendo venido a Francia el año siguiente, el Papa Inocencio II, después de haberse informado exactamente de este hecho tan milagroso, ordenó que todos los años se celebrase la memoria en acción de gracias de tan singular prodigio, con el título del milagro de los ardientes.

La devoción a Santa Genoveva de París no se ha entibiado con el tiempo, y cada día se experimentan los efectos de su protección, así en las calamidades públicas, como en las necesidades particulares.

Oración a Santa Genoveva.

Santa Genoveva de París, valiente practicante de la fe, te imploramos tu valiosa intercesión en nuestra lucha contra las tentaciones y la influencia del maligno. Con tu fuerza y perseverancia, ayúdanos a resistir las trampas del demonio y a mantenernos firmes en el camino de la virtud. Inspíranos, oh santa protectora, a practicar las buenas obras de Dios con diligencia y amor. Que podamos seguir tu ejemplo de dedicación a la oración, la caridad y el servicio desinteresado a los demás. Que nuestras acciones reflejen la luz divina y contribuyan a la construcción del Reino de Dios en la tierra.

Santa Genoveva, ruega por nosotros, para que podamos vivir vidas piadosas y ser instrumentos de la gracia divina en este mundo. Amén

Santos de la semana

Redacción y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

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