Santa Brígida de Kildare fundó uno de los primeros monasterios de la isla y continuó el trabajo de evangelización de san Patricio. Es la patrona de Irlanda
Santa Brígida de Kildare. Abadesa. Patrona de Irlanda.
Santa Brígida de Kildare, o Brígida de Irlanda, fue una monja y abadesa irlandesa que participó en varios consejos irlandeses, y su influencia en las políticas de la Iglesia en Irlanda fue bastante considerable. También se le conoce como Santa Brígida, Santa Brígida de Kildare o Brígida de Irlanda. Es la SANTA patrona de Irlanda. Vivió probablemente cerca del año 450 al 525.
Fiesta: 1 de febrero.
Martirologio Romano: En Kildare, en Irlanda, santa Brígida, abadesa, que fundó uno de los primeros monasterios de la isla y, según se cuenta, continuó el trabajo de evangelización iniciado por San Patricio.
Biografía de Santa Brígida de Kildare.
Santa Brígida de Kildare o Brígida de Irlanda nació en Faughart, en el Ulster, al norte de Irlanda, hacia el año 450, y es sin duda la más conocida y veneradas de todos los santos irlandeses, siendo superado su culto solamente por el del propio San Patricio.
Se dice que siendo una jovencita se consagró a Dios en la virginidad y que recibió el velo de las vírgenes de Mano de San Melo, sobrino de San Patricio.
Muchos afirman que Santa Brígida de Irlanda heredó la belleza extraordinaria de su mamá, cosa que a ella no le parecía de ningún agrado, pues quería entregarse al Señor y esto podía ser un obstáculo para ella porque ya era vista entre los hombres de la localidad que tenían como fin pedirle matrimonio a tan hermosa jovencita.
Santa Brígida se dedicó a la oración continua. Ella en verdad sentía el celo ardiente en su corazón de entregarse al amor de Dios. Así que, ella no deja de orar día y noche pidiéndole a Dios que la hiciese fea. Una noche, Brígida derrama tantas lágrimas que esto le causó un reventón en el ojo (son escuchados sus ruegos) y en vez de estallar en llanto y desesperación, Brígida comienza a dar gracias a Dios por lo sucedido.
Testimonio de vida de Santa Brígida.
Santa Brígida de Kildare quiso vivir entregada a la divina contemplación y para ella se fabricó una celda debajo de un roble, que recibió el nombre de Kildare o celda bajo el roble. En esta celda llevó una vida de extrema austeridad y penitencia, entregada solamente a la oración.
Otras mujeres se sintieron atraída por esta condición de vida y le pidieron permiso a Santa Brígida para seguir su ejemplo, lo que dio origen a una comunidad religiosa femenina.
Esto se constituye en motivo de inspiración para otras fundaciones, y por toda Irlanda comienza a surgir monasterio cuya regla de vida era el ejemplo de la Santa de Kildare, lo que hace que la influencia de Brígida se extienda por toda la Isla.
Relatos místicos de Santa Brígida.
Santa Brígida de Kildare es Venerada como madre espiritual por muchísimas religiosas. En vida ya era tenida por Santa por muchos de sus conocidos. Uno muy conocido, se trata sobre la Cruz de Santa Brígida, que se relata a continuación.
Cruz de Santa Brígida.
Según lo que dice la tradición, cuando un jefe pagano de los alrededores de Kildare se estaba muriendo, los cristianos de su casa mandaron llamar a Santa Brígida para que le hablara de Cristo. Cuando Santa Brígida llegó, el cacique deliraba. Parecía casi imposible instruir a este hombre delirante, y las esperanzas de su conversión parecían dudosas. Entonces, Santa Brígida se sentó junto a su cama y comenzó a consolarle. Como era costumbre, el suelo de tierra estaba sembrado de juncos, tanto para calentar como para limpiar. Brígida se agachó y empezó a tejerlos en forma de cruz, uniendo las puntas. El enfermo le preguntó qué estaba haciendo. Ella comenzó a explicarle la cruz, y mientras hablaba, su delirio se calmó y la interrogó con creciente interés. Gracias a su tejido, se convirtió y fue bautizado al borde de la muerte. Desde entonces, la cruz de juncos, conocida como la cruz de Santa Brígida, existe en Irlanda
Son muchos los relatos de los Milagros que en vida hizo Santa Brígida: leprosos que fueron sanados, una muda a quien le devuelve el habla, hace que los ciegos recobren la vista y muchos otros.
El manto de Santa Brígida.
La historia del manto de Santa Brígida es algo sorprendente para muchos. La historia dice así:
Santa Brígida acudió al rey de Leinster para pedirle un terreno para construir un convento. Le dijo al rey que el lugar donde se encontraba era el sitio perfecto para un convento. Estaba al lado de un bosque donde se podía recoger leña. También había un lago cercano que proporcionaría agua y la tierra era fértil. El rey se rio de ella y se negó a darle tierras. Brígida rezó a Dios y le pidió que ablandara el corazón del rey. Entonces sonrió al rey y le dijo: "¿Me darás tanta tierra como cubra mi manto?". El rey pensó que ella estaba bromeando y, como el manto de Brígida era tan pequeño, supo que solo cubriría un pedazo de tierra muy pequeño. El rey aceptó y Santa Brígida de Kildare extendió su manto en el suelo. Pidió a sus cuatro amigos que sujetaran una esquina del manto y caminaran en direcciones opuestas. Los cuatro amigos caminaron hacia el norte, el sur, el este y el oeste. El manto creció inmediatamente y empezó a cubrir muchas hectáreas de tierra. El rey quedó asombrado y se dio cuenta de que había sido bendecida por Dios. El rey cayó al suelo y se arrodilló ante Brígida y le prometió a ella y a sus amigos dinero, comida y provisiones.
Poco tiempo después, el rey se hizo cristiano y también empezó a ayudar a los pobres. El milagro del manto de Brígida fue el primero de los muchos milagros que obró para el pueblo de Irlanda
Sin lugar a dudas, Santa Brígida de Kildare fue una mujer de un carácter excelente y gran necesidad, que le hizo estar abierta a las necesidades, tanto espirituales como temporales, de quienes se pusieron en contacto con ella y su monasterio.
Muerte de Santa Brígida.
No se extraña que, habiendo muerto el 1 de febrero de 525, su culto se extendiera rápidamente. Pero no solamente en el País donde vivió. El culto a Santa Brígida pasó a Inglaterra y a Escocia, y así mismo, a gran parte del continente europeo. En Alemania y en Francia se le dedicaron Iglesias.
Enterrada inicialmente en Kildare, sus reliquias fueron llevadas a Pawnpatrick cuando la invasión danesa y sus restos descansaban junto a los de San Patricio.
Las reliquias de Santa Brígida de Kildare fueron dispersadas cuando el rey Enrique VIII mandó suprimir el culto de las reliquias de los Santos. Santa Brígida fue canonizada el 19 de junio de 1977.
Oración a Santa Brígida de Kildare.
Oh dulce Santa Brígida de Kildare, tú fuiste una mujer de paz. Trajiste armonía donde habitaba el conflicto. Trajiste luz en donde antes había oscuridad. Trajiste esperanza a los abatidos. Que el manto de tu paz cubra a los que están preocupados y ansiosos, y que la paz esté firmemente arraigada en nuestros corazones y en nuestro mundo. Inspíranos, oh Dulce Santa Brígida, a actuar con justicia y a reverenciar todo lo que Dios ha hecho. Santa Brígida, fuiste la voz de los heridos y los cansados. Fortalece lo que es débil dentro de nosotros. Tranquilízanos en una quietud que sane y escuche. Que crezcamos cada día hacia una mayor plenitud de mente, cuerpo y espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
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