Día 8 de la Novena a San Antonio de Padua por una ayuda especial

Mucha gente le pide a San Antonio que rece a Dios por ellos cuando necesitan ayuda. Muchos milagros han ocurrido debido a su poderosa intercesión. Con el día 8 de la Novena a San Antonio de Padua, invocamos con humildad la ayuda poderosa de este Santo que es capaz de alcanzarnos favores increíbles de Dios.

Sobre San Antonio de Padua.

Las estatuas de San Antonio lo muestran sosteniendo al Niño Jesús porque Jesús se le apareció una vez en forma de Niño Jesús. Otras fotos muestran a San Antonio sosteniendo una Biblia. Esto se debe a que conocía, amaba y predicaba muy bien la Palabra de Dios. De hecho, San Antonio conocía tan bien las Escrituras que el Papa Pío XII lo proclamó "Doctor Evangélico", o Doctor en Sagrada Escritura.

A veces queremos ser reconocidos por las cosas que hacemos bien. Puede ser que no siempre recibamos tanta atención como quisiéramos. Es entonces cuando podemos pedirle a San Antonio que nos enseñe a usar nuestros dones sin esperar ninguna alabanza a cambio.

Al principio de su vida religiosa, San Antonio de Padua, llamado primeramente como Fernando, fue enseñado por los frailes agustinos. Pero cuando Fernando escuchó sobre la valentía con la que murieron unos Franciscanos como mártires, entonces le concedieron el permiso de unirse a los Franciscanos, una orden muy nueva. San Francisco de Asís, su fundador, todavía estaba vivo. Fernando tomó el nombre de "Antonio". 

Mientras estuvo con los Franciscanos, San Antonio fue tan humilde que ninguno de sus compañeros se dio cuenta de lo brillante y talentoso que era con el manejo de las Sagradas Escrituras. Nunca habló de sí mismo ni de lo mucho que sabía. Así que los superiores franciscanos lo asignaron a un tranquilo convento en Italia. Allí lavaba ollas y sartenes.

Un día a Antonio se le pidió inesperadamente que predicara frente a una multitud de sacerdotes y gente importante. Todos se sorprendieron de las cosas maravillosas que dijo sobre Dios. Desde entonces, hasta que murió nueve años después, Antonio fue enviado a predicar por toda Italia. Era tan popular que la gente incluso cerraba sus tiendas para ir a escucharlo.

Novena a San Antonio de Padua.

Nos preparamos para rezar el octavo día de la Novena a San Antonio de Padua, poniéndonos en la Presencia del Señor, en el Nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

1. Oración inicial.

Oh maravilloso San Antonio, glorioso por la fama de tus milagros, y por la condescendencia de Jesús al venir en forma de niño a descansar en tus brazos, obtenme de su generosidad, la gracia que deseo ardientemente desde el fondo de mi corazón.

Mencione la petición aquí.

Tú que fuiste tan compasivo con los miserables pecadores, no tienes en cuenta la indignidad de los que acuden a ti rogándote, sino la gloria de Dios, que puede ser magnificada una vez más por la concesión de esta petición particular.

Mencione la petición aquí.

Oh San Antonio, bendito, concédeme este favor especial que ahora pido con una fe y devoción perseverante. Amén.

Reza un Padrenuestro, una Avemaría y un Gloria en honor a San Antonio.

2. Oración para el día 8 de la novena.

Oh, mi queridísimo San Antonio, te has mostrado tan poderoso en tu intercesión, tan tierno y compasivo con los que te honran y te invocan en el sufrimiento y la angustia. Te suplico humildemente y con fervor que me tomes bajo tu protección en mis necesidades actuales y que me consigas el favor que deseo.

Te pido humildemente San Antonio, que recomiendes mi petición a la misericordiosa Reina de los Cielos, para que pueda defender mi causa contigo ante el trono de su Divino Hijo.

Oración.

V. El Señor defiende a su pueblo;
R. Es misericordioso con sus siervos.
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo;
R. Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Bendito San Antonio, en tu vida fuiste un modelo de perfección y de pureza que hiciste maravillas para los afligidos y necesitados. Desde tu lugar en el Cielo, ven ahora en mi ayuda, y pide a Dios la respuesta a mi petición. Amén

3. Acto de dedicación a San Antonio.

Oh, glorioso San Antonio, me ofrezco a mí mismo en tu honor y me entrego a ti, de manera que tú puedas ser siempre mi protector y mi guía en el camino de la salvación. Alcánzame una gran pureza de corazón y un sincero amor a Dios y al prójimo. Siguiendo tu ejemplo, que haga todas mis acciones para la mayor gloria de Dios, en unión con el Divino y Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. San Antonio, ruega por mí, para que, cuando sea llamado a la patria celestial, pueda disfrutar de la gracia de una muerte santa y feliz. Amén.

4. Oración final.

Dios Todopoderoso y Eterno, que glorificaste a tu amigo y fiel confesor, San Antonio de Padua, con el perpetuo don de los milagros, concédenos gentilmente que, lo que buscamos confiadamente, a través de sus méritos, lo podamos recibir con seguridad a través de su poderosa intercesión. Pedimos esto a través de Cristo nuestro Señor. Amén.

5. Frase de San Antonio para meditar.

"Si tú predicas a Jesús, Él ablanda los corazones y dulcifica las ásperas tentaciones. Si piensas en Él, domina tu corazón. Si lo lees, sacia tu mente".

Santísimo San Antonio, Amado Amigo de Jesús, me pongo a tu cuidado celestial. Permanece conmigo, especialmente en los problemas y dificultades de la vida. Intercede ante el Señor por mí, para que pueda saber con confianza que no me enfrento a mis problemas solo. Uno mis oraciones a las tuyas, oh Gran Santo, mientras le pido a Dios que me dé consuelo en los momentos de tristeza, coraje cuando tengo miedo, y la curación de todos los males que me afligen. San Antonio, este favor que te pido, lo hago por la intercesión del Sagrado Corazón del Divino Niño Jesús. Amén.

Novena completa a San Antonio.

A continuación puedes consultar todos y cada uno de los días de la Novena a San Antonio de Padua para que puedas invocar su protección en cualquier momento.

Recursos sobre San Antonio.

Te ofrecemos otros recursos para que puedas conocer la vida de San Antonio de Padua y sus milagros sorprendentes.