Novena a San José Custodio, hombre Justo elegido por Dios. Saber corresponder con amor a la Gracia divina. Oraciones de la Novena a San José, día 4
Novena a San José, Día 4: Corresponder a la Gracia de Dios.
La Novena a San José se nos presentan para ayudarnos en el camino espiritual. San José fue es una de las figuras más dulces y firmes de la historia de la iglesia naciente. Algunas personas han especulado que San José sabía que la Virgen María había concebido por el poder del Espíritu Santo y que por ello se sentía indigno de seguir con ella y aceptar esta responsabilidad. Por lo tanto, ya había resuelto en su corazón el abandonarla en secreto. Sin embargo, esto no es así. No había manera que San José supiera eso. Si esto hubiese sido así, cuando el ángel se le apareció en Sueño no le habría revelado que María había concebido por el poder del Espíritu Santo. San José fue un hombre justo y no quería que María fuese condenada. La amaba con todo su corazón como para permitir que algo malo le ocurriera. Para el cuarto día de la Novena a San José Custodio aprenderemos a corresponder con amor y fidelidad a la Gracia de Dios.
Conociendo a San José.
Para mantener a su familia, San José trabajó como un inmigrante carpintero en su pueblo. La palabra original en el evangelio para "carpintero" es tekton, que significa "artesano", lo que sugiere que bien, San José, podría haber sido un constructor de casas y un carpintero.
Como buen padre judío, San José pasó este oficio a su Hijo, y de hecho, Jesús es conocido como "el hijo del carpintero" (Mateo 13,55) y "el carpintero" (Marcos 6,3). Aunque San José no era el padre físico de Jesús, él era un gran padre en cualquier otro sentido de la palabra.
Como buen padre judío, fue responsable de la educación religiosa de su Hijo, incluso le enseñó a leer las Sagradas Escrituras. San José debe haber sido un buen ejemplo masculino para Jesús considerando que Dios, el Padre, había confiado a Su Hijo a su cuidado.
Ahora, prepara tu corazón para rezar el cuarto día de la novena a San José Custodio sobre todo para que cuide y proteja a tu familia.
Novena a San José custodio.
Sugerimos que, al momento de rezar el día 4 de la Novena a San José custodio, se busque un lugar apacible y silencioso. Invocamos la poderosa presencia del Espíritu Santo y a los Ángeles custodios para que pueda meditar cada palabra que se recite en este cuarto día de la novena.
1. Oraciones iniciales de la Novena.
A continuación para el cuarto día de la Novena a San José, disponemos el corazón al Señor y nos preparamos para esta novena y corresponder a la Gracia de Dios.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Pida aquí la gracia que desea alcanzar.
2. Oración inicial de preparación.
Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena. Amén.
3. Oración del día 4 de la Novena a San José.
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado de la pena que le causó la profecía de Simeón, mostrándole el innumerable coro de los Santos, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos concedas la gracia de ser de aquellos para quienes tú sirves, no de ruina, sino de resurrección, y que correspondamos fielmente a tu gracia para que vayamos a tu gloria.
4. Oración final a San José custodio.
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
- Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía
- Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
- Jesús, José y María, con Vos, descanse en paz el alma mía.
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y Gloria en la oración final a San José Custodio.
Antífona. Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.
- V. San José, ruega por nosotros.
- R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
5. Oración de entrega.
Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado San José, por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, venerándolo como nuestro santo protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los Cielos. Te lo pedimos, Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.
Novena a San José custodio completa.
A continuación, puedes consultar todos y cada uno de los días de la Novena a San José Custodio y estar preparado para recibir las gracias que Dios quiere darnos a través de este querido santo protector de la Iglesia.
Con el día 4 de la Novena a San José Custodio, confiamos nuestros pensamientos, nuestra mente y corazón a este poderoso protector. San José cumplió sus obligaciones con valentía. A lo largo del Evangelio, obedeció fielmente a todos los mandatos de Dios a través del Ángel: trasladar con seguridad a su familia a Egipto, huyendo de la ira del rey Herodes; volver a Nazaret; presentar a su hijo en el Templo para la circuncisión y la presentación formal, y viajar a Jerusalén para celebrar la Pascua. Para el cuarto día de la Novena a San José, aprendemos a corresponder con fidelidad y compromiso a la Gracia de Dios y a su voluntad en nuestras vidas. San José, quiere que seamos humildes en nuestras peticiones, por ello, no te olvides de rogar por todos y para el bien de tu alma. Amén.