Novena a San José Custodio, padre terrenal elegido por Dios. Día 3: Amor y respeto por el Santo Nombre de Jesús. Oraciones de la Novena a San José, día 3
Novena a San José, Día 3: Amor al Santo Nombre de Jesús.
La Novena a San José intenta ayudarnos en nuestras luchas diarias que se nos presentan a medida que avanzamos en la dirección del Señor. San José fue a quien Dios escogió, en su divina voluntad, para que se convirtiera en el padre putativo de su Hijo Jesús. San José era de la casa y linaje de David (Lucas 2,4). El Ángel del Señor se le apareció a San José en un sueño, le reveló que María había concebido por el poder del Espíritu Santo, y le ordenó que tomara a María como esposa y a Jesús como su propio Hijo. Sin preguntar ni dudar, San José hizo lo que el ángel le ordenó. También aquí vemos el importante papel de José: debe tomar a Jesús como su propio Hijo y darle un nombre, otorgándole así el reconocimiento legal y la personalidad jurídica. Para el tercer día de la Novena a San José aprenderemos que el Santo Nombre de Jesús debe ser respetado y amado con todas nuestras fuerzas.
Conociendo a San José.
San José fue un fiel cumplidor de todas sus obligaciones, y lo hizo con una gran valentía. A lo largo del evangelio obedeció incuestionablemente los mandamientos de Dios: llevar a su familia a Egipto de forma segura huyendo de la ira del rey Herodes; regresando a Nazaret; presentando a su hijo en el Templo para la circuncisión y presentación formal y viajar a Jerusalén para celebrar la Pascua.
No sabe la menor duda de que San José aceptó la responsabilidad de su vocación: ser el fiel esposo y padre. Ofreció lo mejor que pudo para su familia, estando en Belén o en Nazaret.
Aunque los Evangelios apenas cuentan con muy poca información sobre la vida de la Sagrada Familia en Nazaret, eran personas modestas: cuando San José y María presentan a Jesús en el Templo, ofrecen dos tórtolas como sacrificio, una excepción hecha para las familias más pobres que no podía permitirse la oferta habitual de un cordero.
Novena a San José custodio.
Sugerimos que, al momento de rezar el día 3 de la Novena a San José custodio, se busque un lugar apacible y silencioso. Invocamos la poderosa presencia del Espíritu Santo y a los Ángeles custodios para que pueda meditar cada palabra que se recite en este tercer día de la novena.
1. Oraciones iniciales de la Novena.
A continuación para el tercer día de la Novena a San José, disponemos el corazón al Señor y nos preparamos para esta novena para tener amor al Santo Nombre de Jesús.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Pida aquí la gracia que desea alcanzar.
2. Oración inicial de preparación.
Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena. Amén.
3. Oración del día 3 de la Novena a San José.
Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu amado padre en el doloroso misterio de la circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de Jesús, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, nos concedas pronunciar siempre con amor y respeto tu santísimo nombre, llevarlo en el corazón, honrarlo en la vida, y profesar con obras y palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.
4. Oración final a San José custodio.
Oh custodio y padre de Vírgenes San José a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
- Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía
- Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
- Jesús, José y María, con Vos, descanse en paz el alma mía.
Rezar el Padrenuestro, Avemaría y Gloria en la oración final a San José Custodio.
Antífona. Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.
- V. San José, ruega por nosotros.
- R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
5. Oración de entrega.
Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado San José, por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, venerándolo como nuestro santo protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los Cielos. Te lo pedimos, Oh Dios que vives y reinas en los siglos de los siglos. Amén.
Novena a San José custodio completa.
A continuación, puedes consultar todos y cada uno de los días de la Novena a San José Custodio y estar preparado para recibir las gracias que Dios quiere darnos a través de este querido santo protector de la Iglesia.
Con el día 3 de la Novena a San José Custodio, confiamos nuestros pensamientos, nuestra mente y corazón a este poderoso protector. Él sabrá conducirnos con bien por el camino del Señor si nos mantenemos con humildad bajo su regazo. San José es el santo patrono de la Iglesia y protector de los fieles, a él lo invocamos para protegernos en esta vida de los muchos peligros que corre nuestra alma. Para el tercer día de la Novena a San José, aprendemos a tener un gran amor y respeto al Santo Nombre de Jesús. Todo lo que pidamos, a través de San José, podemos unirlo al invocar la fuerza poderosa del Santo Nombre de Jesús. San José, quiere que seamos humildes en nuestras peticiones, por ello, no te olvides de rogar por todos y para el bien de tu alma. Amén.