Segundo día de la novena a San Pío de Pietrelcina, quien llevó los estigmas de Cristo por 50 años. Vivió el sufrimiento. El amor al prójimo
Novena al Padre San Pío de Pietrelcina. Día 2. Amor al prójimo.
El Padre Pío (Francesco Forgione) nació a Giuseppe y Grazio Forgione, en la pequeña ciudad agrícola de Pietrelcina, Italia, el 25 de mayo de 1887. A pesar de que los Forgiones eran muy pobres en bienes materiales, ellos eran ciertamente ricos en su vida de fe y en el amor de Dios. En este segundo día de la novena a Padre San Pío, meditaremos sobre el Amor al prójimo.
Incluso cuando era un niño, Francesco ya había dado muestras de extraordinarios dones de la gracia. A la edad de cinco años, dedicó su vida a Dios. Desde la infancia, él mostró un notable recogimiento del espíritu y el amor por la vida religiosa. Su madre lo describió como un niño tranquilo que, desde sus primeros años, le gustaba ir a la iglesia y orar. Siendo ya un muchacho joven, él era capaz de ver y comunicarse, no solamente con su ángel de la guarda, sino también con Jesús y con la Virgen María.
En su humildad, Francesco asumió que todas las personas sufrían las mismas experiencias que él. Una vez que una mujer se dio cuenta de su actitud espiritual, le preguntó: "¿Cuándo tú consagraste tu vida a Dios? ¿Fue en tu primera comunión?." Y él respondió:" Siempre, hija, siempre"
Novena al Padre Pío de Pietrelcina.
A continuación te presentamos el modo de rezar el segundo día de la novena al Padre Pío. Sigue el orden que mostramos.
1. Oraciones iniciales.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
2. Meditación para el día 2 de la novena.
Para la reflexión del segundo día de la Novena a San Pío de Pietrelcina, vamos a meditar sobre el amor del Padre Pío hacia el prójimo.
Quien ama a Dios, tiene que amar también al prójimo. El amor a Dios y el amor al hermano forman un solo mandamiento.
La caridad (decía el padre Pío) es la perla de las virtudes. Del mismo modo que las perlas se mantienen unidas por el hilo, así las virtudes por la caridad. Y así como las perlas se caen si se rompe el hilo, de igual modo, disminuye la caridad y las virtudes desaparecen.
El padre Pío no podía soportar ni la crítica ni el hablar mal de los hermanos. La murmuración le daba náusea. Teniendo tantos defectos que criticar en nosotros, ¿para qué perdernos en contra de los hermanos?.
Movido por este amor para con los hombres, sus hermanos, exclamaba ante Dios como Moisés: "¡O perdonas a tu pueblo o bórrame del libro de la vida!. Su amor al hombre lo lleva a dar vida a dos grandes obras: la Casa Alivio del Sufrimiento y los grupos de oración. Hablando de la Casa Alivio del Sufrimiento decía: Háganla tan bonita como el paraíso, porque en ella va a habitar Cristo enfermo".
A los médicos y enfermeros recomendaba: Ustedes tienen la misión de curar al enfermo; pero si no llevan amor al lecho de los enfermos, no creo que las medicinas sirvan de mucho. Sean portadores de Dios para los enfermos; eso será más útil que cualquier otro cuidado. Los grupos de oración tenían que ser de apoyo a la Casa Alivio del Sufrimiento.
3. Oración del segundo día de la Novena.
Dios todopoderoso y eterno, escucha con bondad la oración de tus fieles, y por la intercesión de san Pío de Pietrelcina, dígnate visitar con tu consuelo a nuestros hermanos enfermos y haz que recobren pronto la salud y te den gracias en la Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
Frase del Padre Pío.
"Ánimo y no temas la ira de Lucifer. Recordad siempre: que es una buen señal cuando el enemigo se agita y ruge a tu alrededor, ya que esto demuestra que él no está dentro de ti".
4. Oración final de la novena.
San Pío de Pietrelcina, te rogamos en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que eleves nuestras súplicas al Padre amado, para que fortifique y mantenga en la santidad a todos los Sacerdotes, religiosos, religiosas y a todos los fieles de la Iglesia. Tú que sufriste los embates de Satanás, que con la fortaleza de la oración y el escudo de la fe lo reprendiste en el nombre de Cristo, te rogamos intercedas por nosotros para que, con la fuerza y el poder del Espíritu Santo, el Señor nos otorgue las gracias suficientes para también hacerle frente, pues, como león rugiente, se encuentra atacándonos y tendiéndonos trampas constantemente para alejarnos de la Gloria de Dios. Amén.
5. Novena al Sagrado Corazón.
Para concluir con la novena al Padre Pío, debes dirigirte ahora a este espacio para rezar la Novena al Sagrado Corazón de Jesús que el mismo San Pío de Pietrelcina rezaba cada día.
Puedes rezarla aquí:
Novena al Padre Pío completa.
A continuación puedes acceder a todos los días de la novena al Padre Pío para que puedas rezarla en todo momento.
El segundo día de la novena al Padre Pío de Pietrelcina es un llamado al encuentro personal con Dios para amar a nuestros hermanos, a nuestro prójimo. El amor al prójimo es un reflejo del amor a Dios. Debemos cosechar el amor a los demás del mismo modo que nos enseña este santo. Estamos cargados de sufrimientos y preocupaciones. Pero con este humilde fraile capuchino, podemos encontrar fe y esperanza para atravesar todas las pruebas de la vida.