Día 3 de la Novena a la Inmaculada Concepción de María. En el tercer día, debido a que María iba a ser la Madre de Jesús, era justo que ella fuese inmaculada.
Novena a la Inmaculada Concepción. Día 3: ¿Por qué Inmaculada?.
Con la Novena a la Inmaculada Concepción ofrecemos todo nuestro corazón a nuestra Señora y Reina Madre. Queremos ser servidores de su ternura, cooperar con ella con el misterio de Salvación de Jesucristo. "Proclamamos a la Santísima Virgen María que ella fue inmaculada desde el primer momento de su concepción, por una singular gracia y privilegio del Dios Todopoderoso y en virtud de los méritos de Jesucristo, Salvador de la raza humana, inmune a toda mancha del pecado original, "Proclamación del Papa Pío IX en 1854. Para el tercer día de esta Novena a la Inmaculada, nos confiamos a la esperanza que ella nos trae a través de SÍ, a través de ese acto de amor de entrega.
La Inmaculada Concepción.
La Inmaculada Concepción de María es una doctrina de la Iglesia Católica en la que se refiere a María, la madre de Jesús, como libre de toda mancha, de todo pecado. La declaración oficial de la doctrina dice: "La bendita Virgen María ha sido, desde el primer instante de su concepción, por una singular gracia y privilegio de Dios Todopoderoso, en vista de los méritos de Cristo Jesús el Salvador de la Humanidad, preservada libre de toda mancha de pecado original" (Papa Pío IX, Ineffabilis Deus, diciembre de 1854). Esencialmente, la Inmaculada Concepción es la creencia de que María fue preservada pura del pecado original, que María no tenía una naturaleza pecaminosa y que era, de hecho, sin pecado.
A diferencia de Cristo, que según la Escritura se dice que nació de nacimiento virginal, La Santísima Virgen María fue concebida de una manera normal, biológica. Pero, por el designio divino de ser la madre del hijo de Dios, María fue privilegiada como "llena de gracia" en el momento de su concepción, significando que estaba libre del pecado original.
Novena a la Inmaculada Concepción.
Este tercer día de la novena a la Inmaculada concepción, nos invita reflexionar sobre este Dogma de fe de la iglesia. La Virgen Inmaculada se presenta como un vaso espiritual puro y sin mancha para traer al mundo a El Salvador. A continuación te indicamos el modo de rezar el día 3 de la novena a la Inmaculada.
Oraciones de preparación.
A continuación, tienes las oraciones de preparación para el segundo día de la Novena a la Inmaculada Concepción. Procuremos, en este día 2, un momento de silencio antes de comenzar.
1. Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
2. Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
3. Oración inicial.
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santa, que has sido hecha Madre de Dios, no solo para tu dignidad y gloría, sino también para nuestra salvación y provecho de todo el género humano.
Acuérdate que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección e implorado tu auxilio, haya sido desamparado. No me dejes, pues, a mí tampoco, porque si me dejas me perderé; que yo tampoco quiero dejarte, antes bien, cada día quiero crecer más en tu verdadera devoción. Alcánzame principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dame la gracia particular que te pido en esta novena
Realizar aquí su petición.
4. Meditación del tercer día: ¿Por qué María es Inmaculada?.
A través del pecado, Adán y Eva arrojaron la vida divina que llamamos gracia. Y puesto que ellos fueron los antepasados de todos nosotros, hemos perdido a través de su error, la herencia que por derecho debería ser nuestra.
Todos los hombres, los hijos de Adán y Eva, nacieron sin la gracia, sin vida divina, sin el poder de mirar el rostro de Dios, ni conocer o poseerlo.
Entonces vino María. Debido a que ella iba a ser la Madre de Cristo, el Salvador, era justo y apropiado que ella tuviese todo lo que nuestros primeros padres poseían.
La que iba a ser la Madre de Dios tiene que ser también la hija amada de Dios
Oración del tercer día.
Oh Virgen María, gloria del pueblo cristiano, alegría de la Iglesia universal y Madre de Nuestro Señor, habla por nosotros al Corazón de Jesús, que es tu Hijo y nuestro hermano. Oh María, que por tu santa Inmaculada Concepción entró en el mundo libre de manchas, alcánzanos de Jesús el favor especial que ahora buscamos tan fervientemente. Oh María de la Inmaculada Concepción, Madre de Cristo, tú tuviste influencia con tu Divino Hijo mientras estuviste en la tierra; tú tienes la misma influencia ahora en el cielo. Ruega por nosotros y obtén para nosotros el cumplimiento de esta petición, si es la Divina Voluntad del Señor. Amén.
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Rezar tres Avemarías
Jaculatoria: "Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo"
5. Oración final a la Inmaculada Concepción.
Oh Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, hiciste preparar una morada digna de tu Hijo, te suplicamos que, así como a ella la preservaste de toda mancha en previsión de la muerte del mismo Hijo, concédenos también que, por medio de su intercesión, podamos llegar purificados de todo pecado a tu presencia. Por el mismo Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Novena a la Inmaculada Concepción.
Vamos a rezar la Novena a la Inmaculada Concepción de María pidiendo tu intercesión poderosa y pura en cada una de nuestras actividades. Encomendemos nuestros proyectos de vida a Ella, que es Inmaculada y pura. A través del tercer día de la novena a la Inmaculada, conocemos más a fondo este dogma tan glorioso que nos permite amar a María de una manera profunda. Sabiendo que fue elegida por Dios, sin mancha, nos abrigamos bajo el manto maternal de su Presencia. Que la protección y el amor de Dios sean derramadas a través de la Virgen María, que con su cuidado maternal nos orienta para nunca perder el horizonte de nuestras vidas.