Recemos con el día 4 de la Novena al Espíritu Santo: Pedimos que nos conceda el don de Fortaleza, la fuerza necesaria para vivir en el amor de Dios
Novena al Espíritu Santo: Día 4: El don de Fortaleza.
¿Qué significa estar lleno del Espíritu Santo? ¿Cómo podemos estar llenos de Él? Estar llenos del Espíritu Santo significa, básicamente, tener gran gozo en Dios. Y puesto que la Biblia enseña que "la alegría del Señor es nuestra fortaleza" (Nehemías 8,10), debemos saber entonces que este poder puede ayudarnos a vencer las asechanzas del mal que quieren apartarme del amor de Dios. Con el día 4 de la Novena al Espíritu Santo invocamos su presencia para pedir el don de Fortaleza para nuestras vidas.
El Espíritu Santo.
El Espíritu de Dios que nos llena la vida de gozo es el Espíritu Santo de alegría que fluye entre Dios, Padre e Hijo por el deleite que tienen entre sí. Por lo tanto, estar llenos del Espíritu Santo significa ser atrapados en ese gozo que fluye entre la Santísima Trinidad y ser impulsados a amar a Dios, Padre e Hijo con el mismo amor con que Ellos se aman.
La manera de ser llenado con el Espíritu Santo es confiando en que, el Dios del poder, de la fortaleza y la esperanza, realmente reina con por sobre todas las cosas y que todo se hace según su voluntad (Mateo 10,29) y además, Él dirige cada uno de los pasos de todos los que confían en su Palabra.
Novena al Espíritu Santo.
En el cuarto día de la Novena al Espíritu Santo, pedimos al Espíritu Santo que nos conceda el don de Fortaleza, uno de los siete dones del Espíritu Santo y una virtud cardinal. Es la fortaleza que necesitamos para hacer lo correcto y vivir una vida santa.
1. Verso para el cuarto día.
"Tú, en el esfuerzo laborioso, dulce comodidad; agradable frescura en el calor, consolación en medio de la aflicción".
2. Reflexión del cuarto día de la Novena.
Para el día 4 de la Novena al Espíritu Santo, vamos a rogar para que el Espíritu Santo nos conceda el Don de Fortaleza y así podamos atravesar todas nuestras crisis con la mirada y la confianza puesta en Dios.
Por el don de Fortaleza, el alma se fortalece contra el temor natural, y se apoya hasta el final en el cumplimiento del deber.
La fortaleza imparte a la voluntad un impulso y una energía que la llevan a emprender sin vacilación las tareas más arduas, a hacer frente a los peligros, pisotear por debajo a los pies del respeto humano y a soportar sin queja el lento martirio de las tribulaciones de toda la vida. "El que persevere hasta el fin, se salvará". (Mateo 24,13)
3. Oración para el cuarto día.
Venid, oh bendito Espíritu de Fortaleza, sostén mi alma en tiempos de angustia y de adversidad, sostén mis esfuerzos de santidad, fortalece mi debilidad, dame coraje contra todos los asaltos de mis enemigos, para que nunca sea vencido y separado de ti. Oh, mi Dios y mi más grande bien. Amén.
Rezar un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
4. Consagración al Espíritu Santo.
De rodillas, ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco, en alma y cuerpo, a Ti, Espíritu Eterno de Dios. Adoro el resplandor de tu pureza, la perfección infalible de tu justicia y el poder de tu amor.
Tú eres la Fuerza y la Luz de mi alma. En Ti vivo, me muevo y soy. No deseo nunca afligirte por la infidelidad a la gracia y rezo con todo mi corazón para ser guardado del menor pecado contra ti. Misericordiosamente, guarda todos y cada uno de mis pensamientos y concédeme que yo pueda siempre mirar tu luz, escuchar tu voz y seguir tus inspiraciones llenas de gracias. Me aferro a Ti, me entrego a Ti y te pido, por tu compasión, para que me vigiles en mi debilidad.
Sosteniendo los Pies perforados de Jesús, mirando Sus Cinco Llagas, confiando en Su Preciosa Sangre y adorando Su costado abierto y su Corazón herido, Te Suplico, Espíritu Adorable, Auxilio en mi flaqueza, que me guardes en tu gracia para que nunca pueda pecar contra Ti. Dame la gracia, oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, para decirte siempre y en todas partes: "Habla, Señor, que tu siervo escucha". Amén.
Rezar un Gloria.
5. Oración por los 7 dones al Espíritu Santo.
Oh Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo, prometiste enviar al Espíritu Santo para terminar Tu obra en las almas de Tus Apóstoles y Discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para perfeccionar en mi alma la obra de Tu gracia y de tu amor.
Concédeme, Oh Espíritu Santo, el don de Sabiduría, para despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar solo después de lo eterno.
Concédeme, Oh Espíritu Santo, el don de Entendimiento, para iluminar mi mente con la luz de Tu divina verdad.
Concédeme, Oh Espíritu Santo, el don de Consejo, para que yo pueda elegir el modo más seguro de agradar a Dios y ganar el cielo.
Concédeme, Oh Espíritu Santo, el don de Fortaleza, para que lleve mi cruz Contigo y para que yo pueda vencer con valentía todos los obstáculos que se oponen a mi salvación.
Concédeme, Oh Espíritu Santo, el don de Conocimiento, para conocer a Dios, conocerme a mí mismo y perfeccionarme en la ciencia de los santos.
Concédeme, Oh Espíritu Santo, el don de Piedad, para que pueda encontrar el servicio de Dios dulce y amable
Concédeme, Oh Espíritu Santo, el don de Temor de Dios, para que yo pueda estar lleno de una reverencia amorosa hacia Dios y temer de alguna manera desagradarle.
Señálame, Señor mío, con la señal de Tus verdaderos discípulos, y anímame en todo con tu Espíritu. Amén.
Intenciones de oración.
En el día 4 de la novena, ponemos en oración a aquellas personas que han perdido un ser querido. Dios les conceda la Fortaleza que merecen en estos momentos y que el Espíritu Santo guíe a estas almas hacia el encuentro definitivo con el amor que es Dios mismo. Puedes también dejar tus peticiones de oración en los comentarios y pedirle al Espíritu Santo tu intención particular.
Oración al Espíritu Santo para pedir sus dones.
Oh Espíritu Santo, tú eres la tercera persona de la Santísima Trinidad. Eres el Espíritu de verdad, amor y santidad, procedente del Padre y del Hijo, e igual a Ellos en todas las cosas. Te adoro y te amo con todo mi corazón. Enséñame a conocer y a buscar a Dios, por quién y para quien fui creado. Llena mi corazón con un santo temor y un gran amor por Él. Dame paciencia y sabiduría, y no me dejes caer en las tentaciones del mundo. Aumenta la fe, la esperanza y la caridad en mí. Ayúdame a crecer en las cuatro virtudes cardinales. Concede a mi alma, todos los dones que necesita para generar frutos y bendiciones para Dios.
Ruego a ti en este momento Señor, para que me concedas el Don de temor de Dios, ese santo Don que me induce a huir de las ocasiones de pecar, a no ceder a la tentación, a evitar todo mal que pueda separarme de tu gracia y de esas bendiciones que tienes preparadas para los que resisten valientemente y por amor a tu Reino.
Espíritu Santo de los divinos consuelos, hazme un fiel seguidor de Jesús, un hijo obediente de la Iglesia y una ayuda para mi prójimo. Dame la gracia de guardar los mandamientos y de recibir dignamente los santos sacramentos. Elévame a la santidad, a ese estado de vida al que me has llamado. Concédeme también, oh Espíritu Santo, Dador de todos los buenos dones, el favor especial por el cual te pido.
Nombra aquí tu intención.
Concédeme esto, si es para tu honor y gloria y para mi bienestar y por mi propia salvación. Llévame, a través de una muerte feliz, a los gozos de la vida eterna. En el nombre de Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Meditación para el día 4.
Contempla esta imagen sobre la Novena al Espíritu Santo. Lee muy despacio la oración del día 4 y cuéntanos en los comentarios que te ha dicho a ti.
Conociendo al Espíritu Santo.
Si hay algo a lo que le debemos prestar atención, son a las inspiraciones del Espíritu Santo. Para ello, siempre invoquemos su Presencia en nuestras vidas.
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Cómo escuchar la voz del Espíritu Santo y sus inspiraciones
Cómo escuchar la voz del Espíritu Santo desechando otras voces que nos hablan, para escuchar así lo que Dios quiere decirnos e inspirarnos
Novena al Espíritu Santo completa.
A continuación, presentamos todos y cada uno de los días de la Novena al Espíritu Santo para rezarla en todo momento.
Por medio de la Novena al Espíritu Santo, preparamos nuestro corazón para Pentecostés. "El Espíritu Santo es un igual en poder y gloria a Dios Padre y a Dios Hijo. Es un verdadero miembro de la Santísima Divinidad, o como le llamamos comúnmente como la Santísima Trinidad, compuesta por las tres Personas iguales que viven en perfecta unidad entre sí. Creer esto es vital para entender el poderoso papel que el Espíritu desempeña en la vida de los cristianos y la forma en que Dios actúa en el mundo". Para el día 4 de la Novena al Espíritu Santo, le invocamos para que ese Don de Fortaleza llegue a ser parte de nosotros en todas nuestras batallas. Deja tus intenciones en los comentarios para rogar al Espíritu.