Novena Divina Misericordia: En el séptimo día de la Novena a la Misericordia llevamos a Jesús a las almas que honran a la misericordia de modo especial
Novena a la Divina Misericordia. Día 7: Los que tienen Misericordia.
En la Novena a la Divina Misericordia de este día, logramos ver que el perdón y la misericordia no son debilidades, aunque el mundo las vea como tal. Se necesita una fuerza enorme para perdonar. Se requiere sacrificio, trabajo y humildad para ser misericordioso. En el día 7 de la Novena de la Misericordia, vamos a presentar a Cristo Jesús, a aquellas personas que honran a la Misericordia de Dios, no solo con devociones, sino con actitudes y obras tangibles.
La Divina Misericordia.
La Misericordia tiene como características ejercer las gracias del perdón y saber perdonar. Estas no son gracias ganadas de forma simple. Son difíciles de trabajar a lo largo de la vida y son regalos profundamente sanadores que damos, tanto a nosotros mismos, como a aquellos que perdonamos. Sin perdón nos convertimos en lobos rapaces el uno contra el otro.
Sin perdón, todos estamos condenados a pasar nuestras vidas sumergidos en el miedo y escondiéndonos detrás de falsas fachadas para protegernos unos de otros. Sin perdón, no puede haber misericordia, y sin misericordia, no puede haber vida.
Nosotros oramos en el Padrenuestro: "perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden", en cada misa lo hacemos. Si guardamos rencor en el corazón y no hemos sido misericordiosos con los demás, entonces hemos orado esta oración en vano.
Debemos comenzar a trabajar el perdón en nuestra vida, la misericordia en nuestro corazón. Sabemos que no es sencillo tener un corazón misericordioso de un día para otro, pero es un mandato de Dios y debemos serle fiel.
Hay pecados tan arraigados en nuestro interior que nos impiden ser misericordiosos hasta con nosotros mismos. Solo por la gracia de Dios y por el poder salvífico de su Cruz, podemos tomar control sobre ellos y sanar las heridas y el daño que hay en nuestro corazón.
¿Qué es la misericordia?
La misericordia es una bendición doble. Bendice a la persona a quien se le da misericordia y también bendice a la persona que la da. Jesús nos pide que le traigamos las almas que especialmente veneran y glorifican Su Misericordia: "Son las imágenes vivas de Mi Corazón Compasivo".
En otras palabras, cuando mostramos misericordia, cuando perdonamos de todo corazón, cuando ayudamos a los que están en peligro o a los que sufren, estamos siendo reflejo de Cristo para ellos.
Novena a la Divina Misericordia.
Oremos ahora la Novena de la Divina Misericordia y llevemos ante Jesús a aquellos que conocen lo que es vivir en el amor y en el perdón y que pronto también nosotros seamos incluidos en ese grupo de personas misericordioso.
Comenzamos ahora con el cuarto día de la novena a la Divina Misericordia poniendo a los pies de la Cruz del Señor a todas aquellas personas que honran la Divina Misericordia.
1. Oración inicial.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Dios, Padre Misericordioso, te damos gracias por los favores extraordinarios que concediste a tu hija Santa Faustina a través de quien has manifestado de modo especial el abismo de tu Misericordia sobre la humanidad dolorida y alejada de Ti Te rogamos, con gran confianza, que también con nosotros manifiestes tu Misericordia concediéndonos las gracias que te pedimos en esta Novena si no son contrarias a nuestra salvación. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
2. Oración para el séptimo día de la Novena.
En el séptimo día de la Novena vamos a estar presentando a la Misericordia de Dios a todas esas almas mansas, puras y humildes, así como el alma de los niños pequeños.
Intención del día 7 de la Novena.
"Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican Mi misericordia de modo especial y sumérgelas en Mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más profundamente en Mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de Mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte" (Diario de Sor Faustina, 1224)
Oración por la misericordia.
Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de Tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios Mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en Tu misericordia, y unidas a Ti, cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que Tu misericordia las protegerá en la hora de la muerte
El alma que ensalza la bondad de su Señor es por Él particularmente amada. Está siempre al lado de la fuente viva y saca gracias de la Divina Misericordia.
Oración: Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran Tu mayor atributo, es decir, Tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo, Te cantan, oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales Tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo:
"A las almas que veneren esta infinita misericordia Mía, Yo Mismo las defenderé como Mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte". Amén. (Diario de Sor Faustina,1225)
3. Rezar la coronilla de la Divina Misericordia.
Usando un Santo Rosario como guía, empezamos diciendo:
Padre Nuestro, Ave María y El Credo
Donde comúnmente se reza el misterio del rosario, en la Coronilla a la Divina Misericordia se pronuncia lo siguiente:
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero".
En cada cuenta pequeña de las decenas se dice:
"Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero"
Al finalizar todos los misterios de la coronilla, repetir tres veces:
"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero".
Jaculatoria: "Oh, sangre y agua que brotaron del Sagrado Corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros, Jesús en Ti confío".
Si deseas una explicación más profunda y de forma gráfica, y también en video, puedes consultar: Cómo rezar la Coronilla a la Divina Misericordia paso a paso.
Nota: La novena a la Divina Misericordia ha sido traducida siguiendo textualmente el manuscrito de Sor Faustina.
Novena a la Divina Misericordia completa.
A continuación, tienes todos los días de la Novena de la Misericordia para meditarla en cualquier momento que creas conveniente o necesites de la misericordia de Dios en tu vida.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 1.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 2.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 3.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 4.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 5.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 6.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 7.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 8.
- Novena a la Divina Misericordia - Día 9.
A través de la Novena de la Divina Misericordia, Jesús ha querido derramar gracias, bendiciones y fuerzas indescriptibles, a todos aquellos que acudan a Él con confianza y conviertan sus corazones a su amor. Con el séptimo día de la Novena a la Misericordia, pedimos a ese Cristo Misericordioso, para que conceda bendiciones y fuerzas, a todos aquellos que honran su Misericordia Divina de palabra, obras y acciones. Son personas que necesitan la gracia de la valentía y perseverancia para no sucumbir a las pruebas que se le presente al ejercer la misericordia.