Noveno día de la Novena al Divino Niño Jesús - La Novena al Niño Jesús nos llama a la reflexión interior, a mirarlo todo desde el corazón y la ternura
Novena al Niño Jesús: Día 9: La dulzura del Niño Jesús.
Novena al Divino Niño Jesús para recibir el amor y la gracia de un corazón puro y dócil a las inspiraciones de Dios. Medita en tu corazón y habla con el Niño Dios y dile: Oh dulce Jesús, Verbo eterno hecho carne, te doy gracias por hacerte nuestro. En el pesebre, te entregas a permanecer en cada uno de Tus discípulos como un Maestro interior que explica Sus lecciones, las hace agradables y les comunica la fortaleza para practicarlas. En el noveno día de la Novena al Divino Niño apreciamos toda la bondad y la dulzura con la que el Niño Dios ha venido a llenar nuestros corazones.
Divino Niño Jesús.
Tú bajaste a la tierra para hablar con el hombre, convertirte en su hermano y entregarte por completo a él.
¿Qué debo hacer, oh, mi adorable Niño, en presencia del exceso de Tu regalo? Quiero entregarme a mi vez y darte amor por amor. Pongo mi voluntad en Tus manos, ya que es el único obstáculo entre Tú y yo.
No quiero que me hayas llamado en vano. He aquí mi corazón, mi cuerpo, mi alma, mi vida, mi muerte; te traigo todo. Te lo ofrezco por las manos más puras de Tu Divina Madre, que también es mi Madre, y por las manos de San José, tu padre adoptivo y mi protector.
Novena al Divino Niño Jesús.
Oh Dulce Niño Jesús, recibe todo, guarda todo hasta el día de la eternidad, cuando ya no te pueda perder, sino que te regocijaré eternamente por haberme entregado a Ti. Amén.
Muchos devotos de todo el mundo han pedido gracias a Dios por los méritos de la infancia de Jesús, y han obtenido gracias admirables.
1. Oraciones iniciales.
A continuación vamos a ponernos en la presencia de Dios con estas oraciones iniciales para rezar en el noveno día de la Novena al Divino Niño Jesús y meditar sobre la Gloria que le debemos a nuestro Padre en el Cielo.
Señal de la Cruz.
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor. Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por Tu infinita misericordia y por los méritos de tu Santa Infancia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
2. Oración inicial.
¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad, quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales. Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu Padre Celestial, en actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición. Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena. Tú eres nuestro intercesor ante el Padre; tú pediste por las necesidades de los hombres. Hoy te presento mis propias necesidades. Me acojo también a la intercesión de María, Madre tuya y también mi madre, para que, como Ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu voluntad. Amén.
3. Reflexión para el noveno día de la novena.
Noveno día: La dulzura del Niño Jesús
Cita bíblica para el día 9: "El Niño Jesús crecía y se fortalecía; estaba lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con Él". (Lucas 2,40)
"Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres". (Lucas 2,52)
La bondad y dulzura fueron siempre las principales características del Divino Niño. ¡Con qué encantadora bondad y dulzura recibió a los pastores en la gruta de Belén, y a los magos... y más tarde en Nazaret, era tan atractiva la celestial irradiación de su bondad y la celestial dulzura de su hermoso rostro y divina mirada, que cautivaba a cuantos le conocían, los cuales llenos de confianza y admiración se decían unos a otros: "Vayamos a ver al hijo de José y María".
Adorable Niño Jesús, mi único tesoro... dígnate, dulce Bien mío, derramar sobre mi corazón, con la unción de tu gracia, la dulzura y bondad de tus sentimientos divinos, y por los méritos infinitos de tu Santa Infancia, regálame la gracia de un día contemplar tu hermoso Rostro en el cielo. Amén.
4. Oración del día 9 de la novena.
Cuántas bendiciones, oh pequeño niño, ha derramado tu todopoderosa mano derecha sobre aquellos que te honran y te invocan. Bendíceme también, oh Niño Jesús, mi alma, mi cuerpo y mis intereses. Bendíceme y ayúdame en mis necesidades, y concédeme lo que ahora deseo. Escucha con compasión mis oraciones y bendeciré Tu Santo Nombre todos los días.
Haz Señor, que sepamos reconocer la divinidad de tu Hijo en la humildad de su Encarnación, y confesar su omnipotencia en la debilidad de su infancia, para que, siguiéndolo con sencillez de corazón, acojamos como niños tu Reino, y consigamos el premio prometido a los humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que por ser Dios, vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
5. Oración final.
Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Lleno de confianza en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades. Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz. Por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy pidiendo:
Pedir la Gracia que se desea Obtener.
Me entrego a ti, oh Niño Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza. Amén.
"Divino Niño Jesús, bendícenos". (7 veces)
Rezar el Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
6. Gozos al Divino Niño Jesús.
Oh, sapiencia suma del Dios soberano que, a la altura de un niño, te hayas rebajado. Oh Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que nos hace verdaderamente sabios.
Repetir la siguiente jaculatoria luego de cada frase:
"Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! Ven no tardes tanto". (R)
Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado. (R).
Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. (R).
Rey de las naciones, Emmanuel, preclaro de Israel, anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso. (R).
Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios hecho hombre, luce hermosa estrella, brota flor del campo. (R).
Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano. (R).
Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano. (R).
Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra, te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto. (R).
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más. (R).
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén. (R).
Novena al Divino Niño Jesús.
A continuación te presentamos la novena al Divino Niño Jesús completa para meditar en cada día.
La novena al Divino Niño Jesús debe llenarnos de confianza al reconocernos como hijos amados de un Padre que lo ha hecho todo por nosotros. El Niño Jesús vino a regalarnos toda esa dulzura que habita en su sagrado corazón de Niño Infante. Una ternura infinita que llena todos los vacíos y que se convierte en la luz que debemos seguir. A través del noveno día de la Novena al Divino Niño Jesús, rogamos a Dios Padre para que, también nosotros podamos ser humildes en nuestras vidas.