Séptimo día de la Novena de Navidad: La Generosidad. Novena especial de Navidad para recibir al Niño Jesús con un corazón generoso
Novena especial de Navidad: Día 7: La Generosidad.
La Novena de Navidad llega a nuestras vidas como un regalo para el corazón, para abrirlo a este misterio tan hermoso de la Venida del Niño Dios a este mundo. Adviento es una temporada en el año cristiano que dura aproximadamente cuatro semanas. Comienza cuatro domingos antes de Navidad y termina en Nochebuena, por lo tanto, hay alguna variación en su duración. La generosidad es una de las virtudes cristianas que meditamos en el día 7 de la novena especial de Navidad.
Tiempo de Adviento y Navidad.
Hay tres significados del Adviento. El primero, y el más pensado, sucedió hace unos 2000 años, cuando Jesús vino al mundo como un niño para vivir como un hombre y morir por nosotros.
El segundo es el que puede estar pasando ahora, ya que Jesús quiere venir a nuestras vidas en este momento y debemos recibirlo en el corazón. Y el tercero sucederá en el futuro cuando Jesús regrese al mundo como Rey y juez, para juzgar a la humanidad.
Novena de Navidad.
Te suplico, Señor mío, que escuches mi humilde súplica, que te hago con mucha fe a través del séptimo día de la Novena de Navidad, y me concedas, según tus designios, tu generosidad en extrema, y además si es agradable a tus ojos, la siguiente gracia.
Mencionar aquí tu petición.
Séptimo día de la novena: "La Generosidad"
Bendita sea la hora y el momento en que el Hijo del Dios vivo se encarnó de una virgen purísima en un pequeño establo a la medianoche, en Belén, durante el frío penetrante de aquellas horas nocturnas y bajo la pesada carga de un agotador y largo peregrinaje. A lo largo del día 7 de la Novena de Navidad, te pedimos un corazón lleno de generosidad.
1. Oraciones iniciales.
Con las oraciones de inicio de la Novena de Navidad disponemos el Corazón al Divino Niño Jesús que ya viene.
Señal de la Cruz.
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial.
Señor Dios, de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más fiel al gran mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda para poderlo realizar. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestra comunidad un estímulo a fin de que, viviendo como hermanos, busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén.
Rezar el Padrenuestro.
2. Oración para la familia.
Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque Tú nos das comprensión. Que no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas. Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya abandono porque Tú estás con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que cada noche nos encuentre con más amor. Haz Señor con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti. Haz Señor de nuestros hijos, lo que anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que nos esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos conceda el hallarnos unidos para siempre en ti. Amén.
3. Oración a la Virgen.
Soberana María, te pedimos por todas las familias de nuestro país; haz que cada hogar de nuestra patria y del mundo sea fuente de comprensión, de ternura, de verdadera vida familiar. Que estas fiestas de Navidad, que nos reúnen alrededor del pesebre donde nació tu Hijo, nos unan también en el amor, nos hagan olvidar las ofensas y nos den sencillez para reconocer los errores que hayamos cometido. Madre de Dios y Madre Nuestra, intercede por nosotros. Amén.
4. Oración a San José.
Santísimo San José, esposo de María y padre adoptivo del Señor, tú fuiste escogido para hacer las veces de padre en el hogar de Nazaret. Ayuda a los padres de familia; que ellos sean siempre en su hogar imagen del padre celestial, a ejemplo tuyo; que cumplan cabalmente la gran responsabilidad de educar y formar a sus hijos, entregándoles, con un esfuerzo continuo, lo mejor de sí mismos. Ayuda a los hijos, oh querido San José, a entender y apreciar el abnegado esfuerzo de sus padres. San José, modelo de esposo y padre, intercede por nosotros. Amén.
Rezar el Padre Nuestro.
5. Meditación para el séptimo día de la Novena.
Crecer en Generosidad en el día 7 de la Novena de Navidad. La generosidad es la capacidad de dar con desinterés donde al amor le gana la carrera al egoísmo. Es en la entrega generosa de nosotros mismos donde se muestra la profundidad de un amor que no se agota en las palabras. Y eso es lo que celebramos en la Navidad: el gesto sin par de un Dios que se da a sí mismo.
Lo destaca San pablo: "soberbia también en la generosidad... pues conocéis la generosidad de Nuestro Señor Jesucristo, el cual siendo rico, por vosotros se hizo pobre para que os enriquecierais con su pobreza". Es un pasaje bíblico en que el apóstol invita a los corintios a compartir sus bienes con los necesitados. 2 Corintios 8,7-15
Sabemos amar cuando sabemos compartir, sabemos amar cuando damos lo mejor de nosotros mismos en lugar de dar solo cosas.
Tomemos, pues, la mejor decisión: dar cariño, afecto, ternura y perdón; dar tiempo y dar alegría y esperanza. Son los aguinaldos que más valen y no cuestan dinero. Demos amor, como decía San Juan de la Cruz: donde no hay amor, pon amor, y sacarás amor.
6. Oración al niño Dios.
Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro hermano. Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
7. Gozos al Niño Jesús.
Oh, sapiencia suma del Dios soberano que, a la altura de un niño, te hayas rebajado. Oh Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que nos hace verdaderamente sabios.
Repetir la siguiente jaculatoria luego de cada frase:
"Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! Ven no tardes tanto".
Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado. (R).
Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. (R).
Rey de las naciones, Emmanuel, preclaro de Israel, anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso. (R).
Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios hecho hombre, luce hermosa estrella, brota flor del campo. (R).
Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano. (R).
Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano. (R).
Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra, te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto. (R).
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más. (R).
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén. (R).
Novena de Navidad completa.
A continuación, puedes tener a la mano todos los días de la Novena de Navidad para que reces en cualquier momento del día.
La Novena de Navidad nos dispone a la Gracia y a las Bendiciones que el Niño Jesús, sabe que necesitamos. La generosidad debe llevarnos al amor y la misericordia del corazón. Ser generosos es un rasgo distintivo de los cristianos. A través de la generosidad mostramos el amor de Dios al prójimo. A través del séptimo día de la Novena especial de Navidad, encontramos que esa generosidad es un paso hacia la santidad. Debe ocurrir un desprendimiento para ser generosos. Que el Niño Jesús, en este día 7 de la novena, nos llene de esa generosidad y encuentre nuestro corazón dispuesto para recibir todo lo bueno que él quiere darnos.