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Categoría: Devociones y oraciones

Sexto día de la Novena de Navidad: Sencillos de Corazón. La Novena especial de Navidad participa de la alegría del Niño Jesús que viene

Novena especial de Navidad: Día 6: Sencillez de corazón.

Reza la Novena de Navidad por la paz en tu hogar, en tu familia, en tu comunidad o en tu ciudad. La novena de Navidad es una novena para ser compartida, pues Dios vino al mundo a través de un pequeño niño y lo hizo para todos, para toda una comunidad, una familia, invitados, pastores, reyes, animales. En el sexto día de la Novena especial de Navidad, procuramos encontrarnos con el Niño Dios con una especial sencillez de corazón.

Adviento y Navidad.

El Adviento es un tiempo de expectativa y preparación para el nacimiento del Señor. La palabra "Adviento" deriva de la palabra latina "Adventus", que significa "venida", y está asociada con las cuatro semanas de preparación para la Navidad.

El Adviento tiene una fecha de inicio cambiante, pero siempre contiene cuatro domingos. Comienza el domingo más cercano a la fiesta de San Andrés Apóstol (30 de noviembre). Puede comenzar desde el 27 de noviembre o hasta el 3 de diciembre y marca el comienzo del año litúrgico.

El Adviento fue elegido para comenzar el año como representante del tiempo en la historia de que Cristo no era conocido por nosotros. Con Su nacimiento se fundó el comienzo de nuestra fe. El año litúrgico termina con la fiesta de Cristo Rey, su reinado sobre el universo.

Novena de Navidad.

Te suplico, Señor mío, que escuches mi humilde súplica, que te hago con mucha fe a través del sexto día de la Novena de Navidad, centrado en la sencillez de corazón, y me concedas, según tus designios y si es agradable a tus ojos, la siguiente gracia.

Mencionar aquí tu petición.

Sexto día de la novena: La sencillez de corazón.

Bendita sea la hora y el momento en que el Hijo del Dios vivo se encarnó de una virgen purísima en un pequeño establo a la medianoche, en Belén, durante el frío penetrante de aquellas horas nocturnas y bajo la pesada carga de un agotador y largo peregrinaje.

1. Oraciones iniciales.

Con las oraciones de inicio de la Novena de Navidad disponemos el Corazón al Divino Niño Jesús que ya viene.

 

Señal de la Cruz.

 

Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Oración inicial.

 

Señor Dios, de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más fiel al gran mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda para poderlo realizar. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestra comunidad un estímulo a fin de que, viviendo como hermanos, busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén.

Rezar el Padrenuestro.

2. Oración para la familia.

Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque Tú nos das comprensión. Que no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas. Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya abandono porque Tú estás con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que cada noche nos encuentre con más amor. Haz Señor con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti. Haz Señor de nuestros hijos, lo que anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que nos esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos conceda el hallarnos unidos para siempre en ti. Amén.

3. Oración a la Virgen.

Soberana María, te pedimos por todas las familias de nuestro país; haz que cada hogar de nuestra patria y del mundo sea fuente de comprensión, de ternura, de verdadera vida familiar. Que esta fiesta de Navidad, que nos reúne alrededor del pesebre donde nació tu Hijo, nos unan también en el amor, nos hagan olvidar las ofensas y nos den sencillez para reconocer los errores que hayamos cometido. Madre de Dios y Madre Nuestra, intercede por nosotros. Amén.

4. Oración a San José.

Santísimo San José, esposo de María y padre adoptivo del Señor, tú fuiste escogido para hacer las veces de padre en el hogar de Nazaret. Ayuda a los padres de familia; que ellos sean siempre en su hogar imagen del padre celestial, a ejemplo tuyo; que cumplan cabalmente la gran responsabilidad de educar y formar a sus hijos, entregándoles, con un esfuerzo continuo, lo mejor de sí mismos. Ayuda a los hijos, oh querido San José, a entender y apreciar el abnegado esfuerzo de sus padres. San José, modelo de esposo y padre, intercede por nosotros. Amén.

Rezar el Padrenuestro.

5. Meditación para el Sexto día de la novena.

En el día 6 de la Novena de Navidad, se lo dedicamos a valorar la Sencillez de Corazón. Ser sencillos es la virtud de las almas grandes y de las personas nobles. Sencillez que fue el adorno de María de Nazaret, tal como ella misma lo proclama en su canto de Magníficat. "Mi espíritu se alegra en Dios, mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava". (Lucas 1,47-48)

Navidad es una buena época para desterrar el orgullo y tomar conciencia de tantos males que acarrean la soberbia. Ninguna virtud nos acerca tanto a los demás como la sencillez y ningún defecto nos aleja tanto como la arrogancia.

El amor solo reina en los corazones humildes, capaces de reconocer sus limitaciones y de perdonar su altivez. Es gracias a la humildad que actuamos con delicadeza, sin creernos más que nadie, imitando la sencillez de un Dios que "se despojó de sí mismo y tomó la condición de siervo". (Filipenses 2,6-11)

Crecer en sencillez es un estupendo regalo para nuestras relaciones. Recordemos que en la pequeñez está la verdadera grandeza y que el orgullo acaba con el amor. 

6. Oración al niño Dios.

Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro hermano. Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad. Amén.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

7. Gozos al Niño Jesús.

Oh, sapiencia suma del Dios soberano que, a la altura de un niño, te hayas rebajado. Oh Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que nos hace verdaderamente sabios.

Repetir la siguiente jaculatoria luego de cada frase:

 

"Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! Ven no tardes tanto".

 

Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado. (R).

Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. (R).

Rey de las naciones, Emmanuel, preclaro de Israel, anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso. (R).

Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios hecho hombre, luce hermosa estrella, brota flor del campo. (R).

Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano. (R).

Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano. (R).

Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra, te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto. (R).

Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más. (R).

Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén. (R).

Novena de Navidad completa.

A continuación, puedes tener a la mano todos los días de la Novena de Navidad para que reces en cualquier momento del día.

 

 

La Novena de Navidad desea que pongamos al Niño Jesús en el centro de nuestra vida. Abramos el corazón de forma sencilla a su Gracia para recibir toda su ternura, su sabiduría y fuerza. A través del Sexto día de la Novena especial de Navidad, recibimos a Dios con un corazón sencillo, libre de orgullos y vanidades. Que el Niño Jesús, en este día 6 de la novena, encuentre nuestro corazón dispuesto para recibir todo lo bueno que él quiere darnos.

Redacción y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

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