Quinto día de la Novena al Divino Niño Jesús - La Novena al Niño Jesús nos llama a unir nuestra voluntad a la Voluntad del Padre celestial
Novena al Niño Jesús: Día 6: Sumisión a la Voluntad del Padre.
Honrando al Divino Niño Jesús a través de su novena, estás honrando todo el honor y la gloria de Dios Padre Creador, quien quiso hacerse un niño dulce y pequeño para que nosotros alcanzáramos la salvación eterna. En el día 6 de la Novena al Niño Jesús meditamos sobre cómo seguir la Voluntad el Padre en nuestras vidas y aceptar con sumisión su designio de amor en notros.
Divino Niño Jesús.
La novena al Divino Niño Jesús puede traerte gracias maravillosas que quizás desconoces. Es una de las devociones más difundidas en el mundo católico.
Antiguas tradiciones, que se remontan a varios siglos en España, narra la historia de un santo carmelita religioso que tenía por devoción, tallar hermosas imágenes religiosas, y su deseo más vehemente era tallar una hermosa estatua del Divino Niño Jesús. Y frecuentemente repetía una frase muy similar a la que repetía Santa Teresita del Niño Jesús: "Deja que mis ojos te vean, buen y dulce Jesús, deja que mis ojos te vean, para que pronto pueda morir".
Así, tantas veces pidió a Nuestro Señor la gracia de poder contemplar el rostro del Divino Niño, que un día se le apareció el Niño Jesús, sonriendo y bendiciéndolo. El santo religioso trató de grabar en su memoria lo mejor posible el rostro del Divino Niño y pronto se dedicó a esculpir una imagen que salió bellísima. Más tarde murió muy feliz de haber podido contemplar el rostro de nuestro Niño Redentor.
Novena al Divino Niño Jesús.
Divino Niño Jesús, toma las cadenas de Tu amor, ponlas en mis manos y pies; Nunca podré romperlos ni hacer ningún movimiento contrario a tu Voluntad, que también es la voluntad del Padre. Amén.
Sexto día: Sumisión a la Voluntad del Padre.
Muchos devotos de todo el mundo han pedido gracias a Dios por los méritos de la infancia de Jesús, y han obtenido gracias admirables. La Sumisión a la Voluntad del Padre celestial de parte del Niño Dios, nos muestra cómo debe ser nuestra obediencia a su plan divino.
1. Oraciones iniciales.
A continuación vamos a ponernos en la presencia de Dios con estas oraciones iniciales para rezar en el cuarto día de la Novena al Divino Niño Jesús y meditar sobre la Gloria que le debemos a nuestro Padre en el Cielo.
Señal de la Cruz.
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor. Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por Tu infinita misericordia y por los méritos de tu Santa Infancia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
2. Oración inicial de la Novena.
¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad, quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales. Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu Padre Celestial, en actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición. Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena. Tú eres nuestro intercesor ante el Padre; Tú pediste por las necesidades de los hombres. Hoy te presento mis propias necesidades. Me acojo también a la intercesión de María, Madre tuya y también mi madre, para que, como Ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu voluntad. Amén.
3. Reflexión para el Sexto día de la novena.
Sexto día: La sumisión del Niño Jesús a la Voluntad del Padre
Cita bíblica para el día 6:"Jesús les respondió: Mi comida es hacer la voluntad de aquel que me envió y llevar a cabo su obra". (Juan 4,34)
El Niño Jesús no tuvo jamás otro anhelo que el de cumplir la voluntad de Dios, su Padre; a Él ofreció el sacrificio de su corazón, rendido en todo a sus órdenes, y el sacrificio fue cumplido perfectamente hasta exhalar, por obediencia, el último aliento sobre la cruz. El Niño Jesús llamaba su alimento, la obediencia a la voluntad del que lo había enviado.
¡Oh amabilísimo Niño Jesús, que eres la santidad y la bondad misma! Te amo, y quiero constantemente estar unido a Ti. Deseo con todo mi corazón que tu santísima voluntad se cumpla en mí, en todos los instantes de mi vida. Amén.
4. Oración del día 6 de la novena.
Haz Señor, que sepamos reconocer la divinidad de tu Hijo en la humildad de su Encarnación, y confesar su omnipotencia en la debilidad de su infancia, para que, siguiéndolo con sencillez de corazón, acojamos como niños tu Reino, y consigamos el premio prometido a los humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que por ser Dios, vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
5. Oración final de la Novena.
Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Lleno de confianza en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades. Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz. Por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy pidiendo:
Pedir la Gracia que se desea Obtener.
Me entrego a ti, oh Niño Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza. Amén.
"Divino Niño Jesús, bendícenos" (7 veces)
Rezar el Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
6. Gozos al Divino Niño Jesús.
Oh, sapiencia suma del Dios soberano que, a la altura de un niño, te hayas rebajado. Oh Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que nos hace verdaderamente sabios.
Repetir la siguiente jaculatoria luego de cada frase:
"Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! Ven no tardes tanto". (R)
Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado. (R).
Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. (R).
Rey de las naciones, Emmanuel, preclaro de Israel, anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso. (R).
Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios hecho hombre, luce hermosa estrella, brota flor del campo. (R).
Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano. (R).
Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano. (R).
Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra, te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto. (R).
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más. (R).
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén. (R).
Novena al Divino Niño Jesús.
A continuación te presentamos la novena al Divino Niño Jesús completa para meditar en cada día.
La novena al Divino Niño nos acerca a esa Presencia dulce y pura de nuestro Creador que quiere penetrar todo nuestro interior, para que así logremos fundirnos con su amor. A través del Sexto día de la Novena al Divino Niño Jesús, entendemos que, estar sumisos al Padre en todo momento, es lo que nos llevará por la verdadera ruta de la salvación. Rogamos a Dios Padre para que aceptemos su voluntad en nuestras vidas.