Tercer día de la Novena al Divino Niño Jesús. Con la Novena al Niño Jesús, pide el consuelo del amor de Dios. Día 3: El Amor el Niño a la Virgen María.
Novena al Niño Jesús: Día 3: Amor del Niño a María.
Dulce novena al Divino Niño Jesús por el consuelo de las almas afligidas y el alivio de los corazones sufrientes. En el dulce y Divino Niño Jesús encontramos la ternura de la omnipotencia escondida en la fragilidad de un pequeño corazón que vino al mundo para despojarnos de aquellas cosas innecesarias para nuestro camino de salvación. En el Tercer día de la novena al Divino Niño meditaremos sobre el amor del Niño Dios a su Madre, la Santísima Virgen María.
Divino Niño Jesús.
Oh dulce Jesús, Palabra eterna hecha carne, te doy gracias por esconder la grandeza de tu Divinidad bajo la apariencia de un niño pequeño.
Como Príncipe de la Paz, tú vienes a efectuar la mediación entre el hombre pecador y un Dios ofendido. Te haces poco para atraer nuestros corazones. Obedeces para expiar.
Las ropas de pañales frágiles encarcelan tu poder omnipotente, para mostrar claramente que es por el poder de tu obediencia que logras la salvación del mundo.
¡Oh, mi querido Niño Dios, quiero imitarte y ser un niño a mi vez, ya que solo con esta condición puedo agradarte y entrar en tu Reino!
Envuelve mi voluntad rebelde en los pañuelos de Tu Voluntad divina, porque estoy decidido a conformar mis deseos a los Suyos como un niño pequeño y dócil.
Novena al Divino Niño Jesús.
Dulce Niño Jesús, por los méritos de Tu santa infancia, que Tu santa Voluntad en adelante sea la regla de todos mis deseos y todas mis acciones. Amén.
Muchos devotos de todo el mundo han pedido gracias a Dios por los méritos de la infancia de Jesús a través de esta Novena al Divino Niño, y han obtenido gracias admirables.
1. Oraciones iniciales.
A continuación vamos a ponernos en la presencia de Dios con estas oraciones iniciales para rezar en el segundo día de la Novena al Divino Niño Jesús y meditar sobre la Gloria que le debemos a nuestro Padre en el Cielo.
Señal de la Cruz.
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor. Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por Tu infinita misericordia y por los méritos de tu Santa Infancia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
2. Oración inicial.
¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad, quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales. Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu Padre Celestial, en actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición. Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena. Tú eres nuestro intercesor ante el Padre; tú pediste por las necesidades de los hombres. Hoy te presento mis propias necesidades. Me acojo también a la intercesión de María, Madre tuya y también mi madre, para que, como Ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu voluntad. Amén.
3. Reflexión para el tercer día de la novena.
El Amor el Niño por la Virgen María.
Cita bíblica para el día 3: "María conservaba todas estas cosas dentro de sí, meditándolas en su corazón". (Lucas 2,19).
Después del amor a su eterno Padre, es María, su Madre, el más ardiente y tierno amor del Niño Jesús, el dulce objeto de sus eternas complacencias. Ella es la virginal doncella que desde siempre eligió para madre suya, colmada desde el primer instante de su ser natural con la plenitud de todos sus dones y gracias divinas.
María es la "llena de gracia", porque está llamada a ser la Madre purísima del Verbo Encarnado. Por tanto, si queremos agradar al Divino Niño Jesús, amemos y honremos a María.
Oh, mi amado Jesús Niño, graba en mi alma la semejanza con tu querida Madre, y concédeme la gracia de encomendarme siempre a Ella y de amarla con los mismos sentimientos filiales de tu divino corazón. Amén.
4. Oración del día 3 de la novena.
Oh Santo Niño Jesús, al contemplar tu rostro, del que surge la más bella de las sonrisas, me siento lleno de una viva confianza. Sí. Espero todo de su bondad. Derrama, oh Jesús, sobre mí y sobre mis seres queridos Tu sonrisa de gracia y alabaré Tu infinita misericordia. Por los méritos de la Divina Infancia del Niño Jesús, lo pido. Amén.
Haz Señor, que sepamos reconocer la divinidad de tu Hijo en la humildad de su Encarnación, y confesar su omnipotencia en la debilidad de su infancia, para que, siguiéndolo con sencillez de corazón, acojamos como niños tu Reino, y consigamos el premio prometido a los humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que por ser Dios, vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
5. Oración final.
Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Lleno de confianza en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades. Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz. Por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy pidiendo:
Pedir la Gracia que se desea Obtener.
Me entrego a ti, oh Niño Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza. Amén.
"Divino Niño Jesús, bendícenos" (7 veces)
Rezar el Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
6. Gozos al Divino Niño Jesús.
Oh, sapiencia suma del Dios soberano que, a la altura de un niño, te hayas rebajado. Oh Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que nos hace verdaderamente sabios.
Repetir la siguiente jaculatoria luego de cada frase:
"Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! Ven no tardes tanto". (R)
Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado. (R).
Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. (R).
Rey de las naciones, Emmanuel, preclaro de Israel, anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso. (R).
Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios hecho hombre, luce hermosa estrella, brota flor del campo. (R).
Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano. (R).
Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano. (R).
Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra, te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto. (R).
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más. (R).
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén. (R).
Novena al Divino Niño Jesús.
A continuación te presentamos la novena al Divino Niño Jesús completa para meditar en cada día.
La novena al Divino Niño Jesús debe llenarnos de confianza al reconocernos como hijos amados de un Padre que lo ha hecho todo por nosotros. Dios se hizo Niño para habitar entre nosotros y hacernos sentir su cercanía, su ternura y todo su amor. A través del tercer día de la Novena al Divino Niño Jesús, rogamos a Dios Padre para que, a través de su dulce amor, podamos inclinar nuestros corazones para que le demos la mejor de nuestras alabanzas por siempre.