Segundo día de la Novena de Navidad: La Comprensión - La novena especial de Navidad es un regalo para nosotros. En el día 2 meditamos sobre la comprensión
Novena especial de Navidad: Día 2: La Comprensión.
Disfruta la Novena Especial de Navidad en familia en este tiempo de Adviento y procura tener el corazón a la dulzura del amor del Niño Dios. La Navidad es el regalo de Dios para el mundo. Un niño se acerca a nosotros para rescatar de nosotros esos dones que creímos perdido en el tiempo. En el segundo día de la Novena de Navidad meditamos sobre la comprensión de este gran misterio que es el nacimiento del Niño Dios.
Adviento y Navidad.
El Adviento deriva del latín "Adventus" que significa "llegada" o "acercamiento". Durante miles de años, el mundo esperó la llegada del Mesías para redimir y salvar a la raza humana, restaurando la relación de la humanidad con Dios.
Nosotros también experimentamos este mismo anhelo por la venida de Cristo. Espiritualmente, anhelamos la venida de Cristo en nuestros corazones a medida que el Espíritu Santo nos impulsa a una relación cada vez más profunda con Él; también anhelamos a Cristo en su Segunda Venida, cuando regrese físicamente a la tierra, como lo prometió, para restaurar todo a Sí mismo.
El tiempo de Adviento es una temporada gran Esperanza, alegre expectativa, penitencia, oración, y preparación espiritual. Preparemos nuestros corazones con el segundo día de esta hermosa Novena especial de Navidad y así recibiremos las gracias que necesitamos.
Novena de Navidad.
Te suplico, Señor mío, que escuches mi humilde súplica, que te hago con mucha fe a lo largo del segundo día de la Novena de Navidad, y me concedas, según tus designios, y si es agradable a tus ojos, la siguiente gracia.
Mencionar aquí tu petición.
Segundo día de la Novena: "La Comprensión".
Bendita sea la hora y el momento en que el Hijo del Dios vivo se encarnó de una virgen purísima en un pequeño establo a la medianoche, en Belén, durante el frío penetrante de aquellas horas nocturnas y bajo la pesada carga de un agotador y largo peregrinaje.
1. Oraciones iniciales.
Con las oraciones de inicio de la Novena de Navidad disponemos el Corazón al Divino Niño Jesús que ya viene.
Señal de la Cruz.
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración inicial.
Señor Dios, de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, el esfuerzo sincero para hacer de este mundo tuyo y nuestro, un mundo más justo, más fiel al gran mandamiento de amarnos como hermanos. Concédenos, Señor, tu ayuda para poderlo realizar. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y alegría, sea para nuestra comunidad un estímulo a fin de que, viviendo como hermanos, busquemos más y más los caminos de la verdad, la justicia, el amor y la paz. Amén.
Rezar el Padre Nuestro.
2. Oración para la familia.
Señor, haz de nuestro hogar un sitio de tu amor. Que no haya injuria porque Tú nos das comprensión. Que no haya amargura porque Tú nos bendices. Que no haya egoísmo porque Tú nos alientas. Que no haya rencor porque Tú nos das el perdón. Que no haya abandono porque Tú estás con nosotros. Que sepamos marchar hacia ti en tu diario vivir. Que cada mañana amanezca un día más de entrega y sacrificio. Que cada noche nos encuentre con más amor. Haz Señor con nuestras vidas, que quisiste unir, una página llena de ti. Haz Señor de nuestros hijos, lo que anhelas, ayúdanos a educarlos, orientarlos por tu camino. Que nos esforcemos en el apoyo mutuo. Que hagamos del amor un motivo para amarte más. Que cuando amanezca el gran día de ir a tu encuentro nos conceda el hallarnos unidos para siempre en ti. Amén.
3. Oración a la Virgen.
Soberana María, te pedimos por todas las familias de nuestro país; haz que cada hogar de nuestra patria y del mundo sea fuente de comprensión, de ternura, de verdadera vida familiar. Que estas fiestas de Navidad, que nos reúnen alrededor del pesebre donde nació tu Hijo, nos unan también en el amor, nos hagan olvidar las ofensas y nos den sencillez para reconocer los errores que hayamos cometido. Madre de Dios y Madre Nuestra, intercede por nosotros. Amén.
4. Oración a San José.
Santísimo San José, esposo de María y padre adoptivo del Señor, tú fuiste escogido para hacer las veces de padre en el hogar de Nazaret. Ayuda a los padres de familia; que ellos sean siempre en su hogar imagen del padre celestial, a ejemplo tuyo; que cumplan cabalmente la gran responsabilidad de educar y formar a sus hijos, entregándoles, con un esfuerzo continuo, lo mejor de sí mismos. Ayuda a los hijos, oh querido San José, a entender y apreciar el abnegado esfuerzo de sus padres. San José, modelo de esposos y padres, intercede por nosotros. Amén.
Rezar el Padre Nuestro.
5. Meditación para el segundo día de la Novena.
Comprensión es una nota distintiva de todo verdadero amor. Podemos decir que la encarnación de un Dios que se hace hombre puede leerse en clave de ese gran valor llamado comprensión. Es un Dios que se pone en nuestro lugar, que rompe las distancias y comparte nuestros afanes y nuestras alegrías.
Es gracias a ese amor comprensivo de un Dios padre que somos hijos de Dios y hermanos entre nosotros.
Dios, como afirma San Juan, nos muestra la grandeza de su amor y nos llama a vivir como hijos suyos. Leer la "primera carta de Juan 3,1-10". Si de verdad actuamos como hijos de Dios, no imitamos a Caín, sino que "damos la vida por los hermanos" (3,16).
Con un amor comprensivo somos capaces de ver las razones de los demás y ser tolerantes con sus fallas. Si la Navidad nos torna comprensivos es una excelente Navidad.
Feliz Navidad es aprender a ponernos en el lugar de los demás.
6. Oración al niño Dios.
Señor, Navidad es el recuerdo de tu nacimiento entre nosotros, es la presencia de tu amor en nuestra familia y en nuestra sociedad. Navidad es certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro padre, que tú, Divino Niño, eres nuestro hermano. Que esta reunión junto a tu pesebre nos aumente la fe en tu bondad, nos comprometa a vivir verdaderamente como hermanos, nos dé valor para matar el odio y sembrar la justicia y la paz. Oh Divino Niño, enséñanos a comprender que donde hay amor y justicia, allí estas tú y allí también es Navidad. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
7. Gozos al Niño Jesús.
Oh, sapiencia suma del Dios soberano que, a la altura de un niño, te hayas rebajado. Oh Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que nos hace verdaderamente sabios.
Repetir la siguiente jaculatoria luego de cada frase:
"Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! Ven no tardes tanto".
Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado. (R).
Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. (R).
Rey de las naciones, Emmanuel, preclaro de Israel, anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso. (R).
Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios hecho hombre, luce hermosa estrella, brota flor del campo. (R).
Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano. (R).
Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano. (R).
Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra, te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto. (R).
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más. (R).
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén. (R).
Novena especial de Navidad completa.
A continuación, puedes tener a la mano todos los días de la Novena de Navidad para que reces en cualquier momento del día.
La Novena de Navidad nos dispone a la Gracia y a las Bendiciones que el Niño Jesús, sabe que necesitamos. Él quiere concedernos muchos favores, pero espera que abramos el corazón y nos llenemos de ese dulce amor. Meditando ahora en la Comprensión, sabemos que Dios comprende nuestras necesidades, comprende nuestros sufrimientos. Dios es un Dios de comprensión y sobre todo, un Dios de amor. A lo largo del segundo día de la Novena especial de Navidad, encontramos esa comprensión sabiéndonos amados por un Padre que, desde que nos creó, ya nos amaba. Que el Niño Jesús, en este día 2 de la novena, encuentre nuestro corazón dispuesto para recibir todo lo bueno que él quiere darnos.