En el primer día de la Novena al Divino Niño Jesús, muéstrale tus cargas, confíale tus problemas, y al Padre. Día 1: El Niño trae paz y alivio al corazón
Novena al Divino Niño Jesús. Día 1: El Amor al Padre celestial.
La Novena al Divino Niño Jesús es una novena dedicada al amor y a la ternura del Niño Dios con la que se desea invocar al sagrado y puro corazón de Jesús a través de los méritos de su divina infancia. Para el primer día de la Novena al Niño Jesús vamos a meditar sobre el amor del Niño Dios al Padre Celestial. El Padre y el Hijo se aman desde siempre, con el Espíritu Santo este es un amor trinitario. El día 1 de la novena presenta este amor del Niño al Padre como un amor puro y eterno.
Divino Niño Jesús.
De acuerdo a la tradición, la devoción al Divino Niño Jesús comenzó en el Monte Carmelo, en Israel, una hermosa montaña cerca de Nazaret. El Divino Niño, acompañado por sus padres, José y María y sus abuelos, San Joaquín y Santa Ana, iban frecuentemente allí a pasear y a rezar. Los piadosos que se reunían allí para rezar mostraban gran estima y afecto al Niño. Y después de que el Divino Redentor ascendiera al Cielo, los religiosos habitantes del Monte Carmelo le siguieron, recordando con gran afecto y devoción al Niño Jesús. Más tarde, cuando las carmelitas se extendieron por Europa, llevaron la devoción al Divino Niño a todas partes.
En 1636, nuestro Señor Jesucristo hizo una promesa a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento que se ha vuelto muy famosa: "Lo que sea que desee obtener, solicítelo por los méritos de mi infancia, y su solicitud será atendida".
Los Padres Carmelitas y las Hermanas Carmelitas, siguiendo el ejemplo de sus santos fundadores, Santa Teresita y San Juan de la Cruz, se han propuesto propagar, a donde lleguen, la devoción al Divino Niño Jesús, que consiste en honrar a los primeros 12 años de la infancia de Jesús en la tierra, y por los méritos de Jesús durante esos 12 años de infancia, para pedirle a Dios todas las gracias necesarias.
Novena al Divino Niño Jesús.
En este primer día de la Novena puedes pedir al Niño Dios por cualquier necesidad, en especial para Ti o por alguno de los tuyos.
Muchos devotos de todo el mundo han pedido gracias a Dios por los méritos de la infancia de Jesús a través de esta poderosa Novena al Divino Niño, y han obtenido gracias admirables.
1. Oraciones iniciales.
A continuación vamos a ponernos en la presencia de Dios con estas oraciones iniciales para rezar en el primer día de la Novena al Divino Niño Jesús y meditar sobre el amor al Padre.
Señal de la Cruz.
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de Contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor. Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por Tu infinita misericordia y por los méritos de tu Santa Infancia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
2. Oración inicial.
¡Oh Divino Niño Jesús! Confiando en tu infinita misericordia y bondad, quiero hacer esta novena para presentarte con sencillez mis necesidades espirituales y materiales. Cuando vivías entre los hombres, conversabas con tu Padre Celestial, en actitud confiada de adoración, alabanza, gratitud y petición. Así quiero que sea mi oración, especialmente en estos días de la novena. Tú eres nuestro intercesor ante el Padre; Tú pediste por las necesidades de los hombres. Hoy te presento mis propias necesidades. Me acojo también a la intercesión de María, Madre tuya y también mi madre, para que, como Ella, me des fortaleza para aceptar y hacer siempre tu voluntad. Amén.
3. Reflexión para el primer día de la Novena.
Cita bíblica para el día 1.
"Y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: ¿Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección". (Lucas 3,22)
El amor con el cual el Niño Jesús ama a Dios, su Padre, es el amor más ardiente, el más puro, el más perfecto; un amor superior a todo lo que podemos imaginar. Él ama plenamente. Lo ama constantemente y sin interrupción.
Todo lo que ama, no lo ama sino por su Padre. Este es, pues, el amor con el cual debo conformar el mío.
Oh dulcísimo Niño Jesús. Solo Tú amas al Padre de los cielos con un amor infinito; pero con tu ayuda, quiero de aquí en adelante, amarlo con toda mi alma, con todas mis fuerzas y con todo mi corazón. Amén.
4. Oración del día 1.
Oh dulce y Divino Niño Jesús, aquí a tus pies hay un alma que, consciente de su nada, vuelve su rostro hacia ti, que eres todo. Tengo tanta necesidad de Tu ayuda. Confiando en los méritos de tu Divina Infancia, mírame, oh Jesús, con amor, ya que eres poderoso, ayúdame en mi pobreza, ayúdame en mis necesidades físicas y espirituales. Por el dulce amor con el que te relacionabas con el Padre, haz que pueda yo también tener una relación profunda contigo, con el Padre y con el Espíritu Santo. Amén.
Haz Señor, que sepamos reconocer la divinidad de tu Hijo en la humildad de su Encarnación, y confesar su omnipotencia en la debilidad de su infancia, para que, siguiéndolo con sencillez de corazón, acojamos como niños tu Reino, y consigamos el premio prometido a los humildes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que por ser Dios, vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
5. Oración final.
Acuérdate, oh dulcísimo Niño Jesús, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado". Lleno de confianza en Ti, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, vengo a presentarte mis necesidades. Ayúdame a llevar una auténtica vida cristiana, para conseguir una eternidad feliz. Por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, concédeme la gracia que te estoy pidiendo:
Pedir aquí la Gracia que se desea Obtener.
Me entrego a ti, oh Dulce y Divino Niño Omnipotente, seguro de que escucharás mi súplica y me fortalecerás en la esperanza. Amén.
"Divino Niño Jesús, bendícenos" (7 veces)
Rezar el Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
6. Gozos al Divino Niño Jesús.
Oh, sapiencia suma del Dios soberano que, a la altura de un niño, te hayas rebajado. Oh Divino Infante, ven para enseñarnos la prudencia que nos hace verdaderamente sabios.
Repetir la siguiente jaculatoria luego de cada frase:
"Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! Ven no tardes tanto". (R)
Niño del pesebre, nuestro Dios y Hermano, tú sabes y entiendes del dolor humano; que cuando suframos dolores y angustias siempre recordemos que nos has salvado. (R).
Oh lumbre de oriente sol de eternos rayos que entre las tinieblas tu esplendor veamos, Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios. (R).
Rey de las naciones, Emmanuel, preclaro de Israel, anhelo pastor del rebaño. Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso. (R).
Ábrase los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío, como riego santo. Ven hermoso niño, ven Dios hecho hombre, luce hermosa estrella, brota flor del campo. (R).
Tú te hiciste Niño en una familia llena de ternura y calor humano. Vivan los hogares aquí congregados, el gran compromiso del amor cristiano. (R).
Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz de desterrado. Vida de mi vida, mi sueño adorado, mi constante amigo mi divino hermano. (R).
Ven ante mis ojos de ti enamorados, bese ya tus plantas, bese ya tus manos. Prosternado en tierra, te tiendo los brazos y aún más que mis frases te dice mi llanto. (R).
Haz de nuestra patria una gran familia; siembra en nuestro suelo tu amor y tu paz. Danos fe en la vida, danos esperanza y un sincero amor que nos una más. (R).
Ven Salvador nuestro por quien suspiramos, ven a nuestras almas, ven no tardes tanto. Amén. (R).
Novena al Divino Niño Jesús.
A continuación te presentamos la novena al Divino Niño Jesús completa para meditar en cada día.
La novena al Divino Niño Jesús trae esperanza y consuelo para el alma. Una invocación a la ternura de este Niño para que alivie nuestras penas y sufrimientos en este momento. A través del primer día de la Novena al Divino Niño Jesús, rogamos a Dios Padre para que, a través de su dulce amor, pueda conducirnos en este mundo hacia el encuentro con Él.