Papa Francisco: Quiero insistir, tan firmemente como puedo, que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida inocente
Papa Francisco amplia facultades a Sacerdotes para perdonar el aborto.
A pesar de que el Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia ha concluido, todavía estamos viviendo en un "tiempo de misericordia". Ese fue el mensaje del Papa Francisco en una larga carta apostólica, titulada "Misericordia et misera", publicada este lunes al cierre del Año de la Misericordia en 18 de octibre 2016. Al mismo tiempo, y para seguir viviendo la misericordia de Dios, el Papa Francisco también ha extendido las facultades de todos los sacerdotes para absolver el pecado del aborto (Anteriormente, el pecado del aborto, solo podía ser perdonado por el Obispo).
Misericordia et misera.
El título se refiere al encuentro entre Jesús y la mujer atrapada en el pecado del adulterio, del octavo capítulo del Evangelio de San Juan.
En su comentario sobre el Evangelio, San Agustín dijo de ese encuentro: "Los dos", Jesús y la mujer, "permanecieron solos: la misericordia con la miseria"
"La enseñanza de este Evangelio, no solo sirve para Arrojar luz sobre la conclusión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, sino también señalar el camino que estamos llamados a seguir en el futuro", expresó el Papa Francisco
A la luz de las "grandes gracias de misericordia" que hemos recibido durante el Jubileo, nuestra primera respuesta es dar gracias al Señor por sus dones.
La misericordia aún continúa.
Pero, siguiendo adelante, también debemos continuar celebrando la misericordia, especialmente en las celebraciones litúrgicas de la Iglesia, incluso en el Sacrificio de la Misa, y en los otros Sacramentos, especialmente en la Reconciliación y en la Unción de los Enfermos, los dos sacramentos de sanación.
Además, el Papa Francisco propuso una serie de ideas para continuar la celebración de la misericordia, incluyendo un día anual dedicado a hacer que las Escrituras sean más conocidas y más ampliamente difundidas.
El Papa Francisco también llamó a los fieles a restaurar el Sacramento de la Reconciliación a un "lugar central en la vida cristiana".
Facultad para perdonar el pecado del aborto.
El Papa Francisco también extendió una serie de iniciativas ya iniciadas en el Año Santo, pidiendo a los Misioneros de Misericordia que continuaran su ministerio y extendieran indefinidamente las facultades de los sacerdotes de la Compañía de San Pío X para escuchar confesiones y conceder la absolución.
No solo esto, el Papa Francisco también extendió las facultades de todos los sacerdotes para absolver el pecado del aborto.
"Quiero insistir, tan firmemente como puedo, que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida inocente. Pero, puedo y debo decir que no hay Pecado que la misericordia de Dios no puede alcanzar y borrar cuando encuentra un corazón arrepentido que busca reconciliarse con el Padre", afirmó el Papa Francisco
Aunque el Jubileo ya cerró sus puertas, el Papa Francisco expresó: "La puerta de la misericordia de nuestro corazón continúa abierta".
Sigamos practicando la misericordia.
El Santo Padre también exhortó a los fieles a seguir practicando nuevas obras de misericordia y a encontrar nuevas maneras de dar expresión a lo tradicional trabajos.
"Las obras corporales y espirituales de misericordia", dijo el Papa Francisco, "continúan en nuestros días como prueba de la inmensa influencia positiva de la misericordia como valor social. En este sentido, la Iglesia debe seguir vigilante y ofrecer solidaridad en el mundo. Frente a los atentados contra la dignidad humana".
"Este es el tiempo de misericordia. Es el tiempo de la misericordia porque ningún pecador puede cansarse de pedir perdón, y todos pueden sentir el acogedor abrazo del Padre", concluyó el Papa
Jornada mundial de los pobres.
Como una iniciativa final para el futuro, el Papa Francisco pidió a toda la Iglesia que celebre, el segundo y último domingo del año litúrgico, la Jornada Mundial de los Pobres. Este día, representará también una genuina forma de nueva evangelización que puede renovar el rostro de la Iglesia mientras persevera en su actividad perenne de conversión pastoral y testimonio de misericordia.