Papa Francisco: ¿Cuál es hoy la mirada de Jesús sobre mí? ¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión?
Se cree que la mirada de Jesús a Mateo fue una mirada tan profunda y tan llena de amor y compasión, que Mateo no pudo resistir a su llamado a la conversión. Y así nos mira Jesús a cada uno de nosotros, con una mirada que penetra en nuestro interior buscando todas esas bondades que nosotros mismos hemos olvidado que tenemos dentro como un regalo de Dios, como un Don de él para con nosotros.
En la mirada de Jesús, fue lo que ha centrado su reflexión el Papa Francisco para mostrarnos una profunda meditación de su llamado a través de esta mirada piadosa de Dios.
Las 3 miradas de Jesús que te cambian el corazón.
"¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión? Pero, por el camino que Él ha hecho, todos nosotros estamos bajo la mirada de Jesús. Él nos mira siempre con amor. Nos pide algo, nos perdona algo y nos da una misión" Así se ha expresado el Papa Francisco, durante su homilía de la Santa Misa realizada en la Capilla de Santa Marta
El Papa Francisco, detuvo y centró su reflexión sobre las tres miradas de Jesús que cambian la vida de los que lo siguen.
A continuación las 3 miradas de Jesús
1.- La mirada de la elección
Al inicio del Evangelio de Juan cuando Andrés va a ver a su hermano Pedro y le dice: "¡Hemos encontrado al Mesías!", hay una mirada de entusiasmo. Jesús fija su mirada sobre él y le dice:
"Tú eres Simón, hijo de Jonás. Serás llamado Pedro".
Es la primera mirada, la mirada de la misión. Por tanto, hay una primera mirada: la vocación y un primer anuncio de la misión.
Y ¿cómo es el alma de Pedro en aquella primera mirada? Es entusiasta. El primer tiempo de ir con el Señor.
2.- La mirada del arrepentimiento
En la noche dramática del Jueves Santo, cuando Pedro reniega de Jesús tres veces, él siente que ha perdido todo, que ha perdido su amor y cuando el Señor le cruza su mirada, llora.
El Evangelio de Lucas dice: "Y Pedro lloró amargamente". Aquel entusiasmo de seguir a Jesús se convirtió en llanto, porque él ha pecado: él ha renegado a Jesús. Aquella mirada cambia el corazón de Pedro, más que antes. El primer cambio es el cambio de nombre y también de vocación. Esta segunda mirada es una mirada que cambia el corazón y es un cambio de conversión al amor.
Además, está la mirada del encuentro después de la Resurrección. Sabemos que Jesús ha encontrado a Pedro, dice el Evangelio, pero no sabemos que se han dicho.
3.- La mirada de la confirmación
Este Evangelio es una tercera mirada: la mirada es la confirmación de la misión, pero también la mirada en la que Jesús pide a Pedro que le confirme su amor.
Y tres veces el Señor pide a Pedro la manifestación de su amor y lo exhorta a apacentar a sus ovejas.
A la tercera pregunta, Pedro permanece entristecido, casi llora.
Entristecido porque por tercera vez Él le pregunta: "¿Me amas?". Y él le dice: "Pero Señor, Tú lo sabes todo. Tú sabes que te amo". Y Jesús responde: «Apacienta mis ovejas». Ésta es la tercera mirada, la mirada de la misión.
- La primera, la mirada de la elección, con el entusiasmo de seguir a Jesús.
- La segunda, la mirada del arrepentimiento en el momento de aquel pecado tan grave por haber renegado a Jesús.
- La tercera mirada es la mirada de la confirmación de la misión: «Apacienta mis corderos», «Pastorea mis ovejas», «Apacienta mis ovejas».
¿Cómo me mira Jesús hoy?
Pero no termina ahí. Jesús va más allá y le dice a Pedro:
"Tú haces todo esto por amor, ¿y después? ¿Serás coronado rey? No".
Jesús predice a Pedro que también él deberá seguirlo por el camino de la Cruz.
También nosotros podemos pensar: ¿cuál es hoy la mirada de Jesús sobre mí? ¿Cómo me mira Jesús? ¿Con una llamada? ¿Con un perdón? ¿Con una misión? Pero, por el camino que Él ha hecho, todos nosotros estamos bajo la mirada de Jesús. Él nos mira siempre con amor. Nos pide algo, nos perdona algo y nos da una misión.
Que cada uno de nosotros piense:
"Señor, Tú estás aquí, entre nosotros. Fija tu mirada sobre mí y dime qué debo hacer; cómo debo llorar mis equivocaciones, mis pecados; cuál es el coraje con el que debo ir adelante por el camino que tú has recorrido primero"
En esta jornada nos hará bien releer este diálogo con el Señor y pensar en la mirada de Jesús sobre mí.