El Obispo Álvarez y miembros del Clero de la Diócesis de Matagalpa, Nicaragua, piden a autoridades del país, respetar la libertad de expresión y de religión
Obispo Nicaragüense sufrió asedió de la Policía al denunciar el Caos.
Nicaragua, (6 de agosto, 2022).- Una organización nicaragüense de derechos humanos publicó un video el 4 de agosto en el que logra ver a la policía con equipo antidisturbios frente a las oficinas diocesanas de uno de los obispos del país, impidiéndole salir para celebrar la misa en la catedral. La policía estuvo asediando al obispo, quien, con valentía, denuncia el caos en su país.
Como el incidente tuvo lugar un jueves y los católicos probablemente esperaban que se presentara para la exposición y adoración de la Eucaristía, el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, explicó su ausencia en el video.
"Quiero decirles que he querido ir a la catedral para la hora santa, pero obviamente las autoridades no nos han dado permiso", dijo el obispo Álvarez en el video que muestra a la policía bloqueando la puerta.
Un segundo vídeo le muestra sosteniendo una custodia con la Eucaristía en una zona acordonada de la calle y a un policía impidiéndole el paso. El policía le susurra.
"Ustedes son los que no colaboraron", le respondió el obispo nicaragüense, explicando que intentaba hacer lo que es habitual para él los jueves, exponer la Eucaristía y rezar.
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Monseñor Álvarez coordinaba una red de radios católicas que el gobierno nicaragüense cerró recientemente por ser críticas con la administración del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
Sin nombrar al obispo, Murillo, en un programa de la televisión estatal, lo llamó "bufón" y "manipulador de símbolos religiosos".
"Hay imágenes que parecen salir del absurdo, imágenes que reflejan una manipulación de símbolos que deben seguir siendo sagrados para todos", dijo Murillo.
En el vídeo, el obispo dijo que la policía no le ha permitido, junto con seis sacerdotes y seis laicos católicos, abandonar las oficinas de la diócesis.
"Nos quedaremos aquí sin faltar al respeto a la policía", dijo el obispo. Mirando a los agentes en su puerta, les dijo: "Nunca les hemos faltado al respeto. Estos hermanos tienen familia, son nuestros amigos". Luego los bendijo.
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Sin embargo, el obispo se mostró más tarde irritado cuando la policía no le permitió rezar, ni siquiera en la calle, cuando la gente empezó a reunirse cerca del edificio asediado.
"Sois vosotros los que no habéis dejado entrar a los sacerdotes, al coro, a los que iban a transmitir (la adoración eucarística)", les dijo. Culpó a la policía del caos causado, por no permitir que la gente participara en la vida de la iglesia.
"¿Quiénes son (los) responsables de la inquietud? ¿Quién ha introducido este caos?", preguntó el obispo.
"Me estaba preparando para la adoración, para el Santísimo Sacramento en este día de santificación y protección de los pastores", dijo refiriéndose a la fiesta de ese día de San Juan Vianney, patrón de los párrocos. "¡Y mira lo que ha hecho la policía con la curia! Así que, evidentemente, la gente ha acudido allí. Yo no les pedí que vinieran, pero el pueblo fiel de Dios ha venido a rezar porque creemos en el poder de la oración. Creemos en el poder del Santísimo Sacramento. Creemos que Cristo está vivo".
[En oración por la Iglesia en Nicaragua. #RezaPorNicaragua]
Toda nuestra solidaridad y oraciones con la Iglesia y todo el pueblo de Nicaragua, que está atravesando por una de sus más grandes crisis. Que el Señor les haga llegar su fuerza y sabiduría.