Biógrafo del Papa dijo que Benedicto XVI será Canonizado algún día

Para Peter Seewald, el Biógrafo papal, el cardenal Joseph Ratzinger era alguien "que es lo que dice y lo que predica". Esto no solo hipnotizó a Seewald, sino que le hizo volver plenamente a la Iglesia católica. Siguieron bestsellers internacionales coescritos con el Papa Benedicto XVI y una gruesa biografía. 

En una entrevista con OSV News, Seewald, el Biógrafo del Papa, da una mirada val legado del Papa alemán Benedicto XVI que estudió y de quien afirmó que "será canonizado algún día".

¿Fue Joseph Ratzinger alguien que cambió su vida?

Respuesta del Biógrafo Papal:

De hecho, yo ya estaba en camino de volver a la Iglesia católica. Mi mujer y yo habíamos bautizado a nuestros hijos, pero en el momento de nuestro primer encuentro con Ratzinger, yo no era miembro de la Iglesia católica; la había abandonado previamente. En aquel momento me preocupaba adónde va la sociedad cuando se separa de sus raíces. Vi en el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, oficina tutelar de la Iglesia católica, a alguien que no solo da la impresión de autenticidad. Vi a una persona que es lo que dice y lo que predica... también alguien con una inteligencia extrema. Una cabeza muy inteligente, que no se pone en primer plano, sino que, desde el conocimiento de la Iglesia, desde los testigos del Evangelio, desde la tradición del catolicismo y desde su propia fuerza de pensamiento e inspiración, puede decirte algo que transforma a una persona de nuestro tiempo, a una persona moderna. Así que descubrí que es una personalidad no solo apasionante y digna de ser escuchada, sino también alguien que te mueve a seguir su camino, y yo mismo lo hice.

El Papa Benedicto ha hablado a menudo de la dictadura del relativismo. ¿Qué tiene que ofrecer al mundo de hoy?

Respuesta del Biógrafo Papal:

Benedicto XVI fue valiente en su crítica de los tiempos, más valiente que muchos filósofos y pensadores. Ratzinger advirtió contra un desarrollo que sumiría a la sociedad en problemas, que estamos renunciando a cosas a las que es mejor no renunciar. En nuestro último libro juntos ("El último testamento"), también lo dice muy claramente: que la sociedad se encuentra en una encrucijada. Ha acumulado tantos problemas a estas alturas, no solo en términos de medio ambiente y ecología, sino también de condición humana. Ratzinger dice que esos problemas no pueden resolverse si perdemos la referencia al poder creador de Dios.

"Ningún profeta es reconocido en su patria", dice el Evangelio. Así parece haber sido con el Papa Benedicto en Alemania.

Respuesta del Biógrafo Papal:

De hecho, esas palabras del Evangelio parecen haber sido escritas justo para Ratzinger. En su patria estaba completamente abandonado. Fue combatido por corrientes de la Iglesia católica que, de alguna manera, le bloquearon completamente el camino, las ideas, la teología y el catolicismo en general. Esto tiene raíces históricas que se remontan siglos atrás. Alemania es una tierra de Reforma, es decir, de división del cristianismo. Y eso, por supuesto, afecta a la conciencia de los responsables y de los fieles en Alemania.

Ratzinger comenzó siendo un conservador de la tradición y, al mismo tiempo, un innovador. Y supo combinar ambas corrientes. Se puede resumir como renovar en la conservación o conservar en la renovación. Y eso, por supuesto, le distingue de los representantes de la vía sinodal que ahora se discute en Alemania. Para Ratzinger, lo que se estaba negociando en la vía sinodal ya no tenía probablemente nada que ver con (el Concilio Vaticano II). Es el camino hacia otra Iglesia.

Pero la tensión entre Alemania y Ratzinger es mucho más antigua, al menos tan antigua como el Vaticano II.

Respuesta del Biógrafo Papal:

Algunos círculos de Hans Küng [un famoso teólogo suizo y sacerdote católico al que en 1978 no se le permitió seguir enseñando como teólogo católico tras rechazar la doctrina de la infalibilidad papal], con fuerte influencia mediática, calificaron a Ratzinger de renegado, de alguien que había cambiado teológicamente, que de repente ya no era progresista, sino reaccionario. Se formaron leyendas negras que nada tenían que ver con la realidad. Términos acuñados a su alrededor como "el gran inquisidor" o "panzer-cardenal" dibujaron una imagen de Ratzinger como un hombre de poder, un hombre que disfruta humillando a los demás, alguien que no puede ser cordial y alegre. En otras palabras, una pura imagen de horror que nada tenía que ver con la realidad.

¿Ha cambiado la crisis de los abusos clericales al Papa Benedicto?

Respuesta del Biógrafo Papal:

Ciertamente, ocurrió antes con Ratzinger que con otros. Los abusos no fueron un problema durante décadas. Ciertamente, Ratzinger también cometió ciertos errores. Hay omisiones, que él también ha admitido. Ha admitido que debería haber examinado más de cerca algunos casos durante su época como arzobispo de Múnich.

Pero lo importante es que Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tomó medidas para investigar con coherencia, castigar a los autores y expiar a las víctimas. Su gran admonición y su gran lamento en el Vía Crucis del Viernes Santo de 2005 permanecen imborrables. Allí habló de la suciedad en la Iglesia, especialmente entre los sacerdotes. Antes de él, nadie había abordado el problema con tanta claridad.

Pero, ¿el tema le conmovió realmente personalmente? ¿Cómo lo vivió personalmente?

Respuesta del Biógrafo Papal:

Era una persona muy compasiva que se preocupaba por los demás más que por sí mismo. Y estas terribles noticias sobre abusos, primero de Estados Unidos, luego de Irlanda y de Alemania y de otros países, le habían afectado mucho.

Inmediatamente, insistió en reunirse con las víctimas de abusos en cada viaje. Había llorado y sufrido con ellas. Así que no era una cuestión marginal para él, sino que enseguida comprendió lo que le está pasando a la Iglesia en su conjunto, que tiene que servir de representante del problema de toda la sociedad. Esto hay que decirlo siempre: A veces la gente actúa como si los abusos solo existieran en la Iglesia católica.

Pero dentro de la Iglesia, Benedicto fue coherente. Después de todo, había despedido a 400 sacerdotes; no había querido perdonar a nadie. A la inversa, había exigido un esclarecimiento y una atención implacables a las víctimas. Uno se queda asombrado cuando alguien afirma que Ratzinger encubrió los abusos.

¿Ve usted movimientos o tendencias en la Iglesia de hoy y en el actual pontificado del Papa Francisco que continúen la forma de entender la Iglesia y la teología del Papa Benedicto?

Respuesta del Biógrafo Papal:

No hay grandes corrientes que indiquen ahora que el legado de Benedicto vaya a ser recibido masiva y ampliamente. Pero hay grandes signos de esperanza, movimientos, aspiraciones, iniciativas y personas. Algunos le consideran el Doctor de la Iglesia de la modernidad, y no por nada. Fue, sin duda, el teólogo más grande que se ha sentado en la cátedra de Pedro.

Y me gustaría hacerme eco de una declaración hecha por su sucesor, el Papa Francisco, quien, por cierto, ya llama santo a Benedicto. Francisco dice que la enseñanza de Benedicto es indispensable para el futuro de la Iglesia. De generación en generación, dice, se mostrará cada vez más grande y poderosa. Y yo también estoy convencido de ello. Creo que Benedicto XVI será canonizado algún día y su obra no podrá ser retirada del mundo. Volverá a dar frutos.

Sobre Benedicto XVI.