Dios puede sanar todo indicio de tristeza y depresión en tu vida

Si se lo permites, Dios puede sanar todo indicio de tristeza, ansiedad y depresión en tu vida. Para muchos (incluyéndome) la preocupación es una respuesta involuntaria al miedo o a la incertidumbre.

A la primera señal de peligro, en lugar de acudir a Dios, muchos comenzamos a tener pensamientos negativos, eventos y escenarios sobre un final que no esperamos y que no ha ocurrido y todo esto genera mucha ansiedad. 

El rey David sabía lo que era estar en peligro. También entendió la importancia de tomar el control de los pensamientos de ansiedad y poner su confianza en Dios en lugar de dar cabida a la tristeza o depresión. Como Él, atrévete a decir también:

"Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce mis pensamientos de ansiedad. Mira si hay algún camino ofensivo en mí, y guíame por el camino eterno". (Salmo 139,23-24)

Ahora, prepárate con nuestro fiel amigo el Espíritu Santo para pedir a Dios esa paz para tu corazón.

Oración al Espíritu Santo

Espíritu Santo de amor, ven a mi corazón en este momento y ayúdame a ver con mayor claridad, a reconocer como tu mueves en mi vida. Hazme más sensible a ti para que pueda seguirte más de cerca.

Te pido que siempre vengas en mi ayuda y me des los consuelos que tanto necesito. Tú conoces muy bien mi dolor y mis inseguridades, por eso, confío en que me darás las fuerzas para sanarlas y seguir adelante.

Gracias Espíritu Santo. Ayúdame a descansar bajo las aguas mansas de tu presencia y calma la ansiedad de mi espíritu.

Amén.

Dios puede sanar todo indicio de tristeza y depresión en tu vida.

Grandes cosas pueden sucederte en este día si confías plenamente en Dios ¡Dile no al pesimismo! ¡Dile no al desánimo!

Ten por seguro que Dios camina contigo y te va colmando con su gracia y su poder a medida que le abres tu corazón. Su amor por ti es TAN INMENSO que, si se lo permites, Él podría aniquilar todo indicio de tristeza, depresión y frustración que intenten apoderarse de ti. ¡Créelo! Así lo ha querido expresar en su Palabra:

"El Señor es un baluarte para el oprimido, un baluarte en los momentos de peligro. ¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre, porque Tú no abandonas a los que te buscan!" (Salmo 9,10-11)

Permite ahora que el amor de Dios transforme cada lágrima tuya en un "te amo", cada dolor de tu alma en un "Yo te consuelo", y cada problema en un "Yo te proveo".

Siente ahora como Dios va llenando tu vida de paz y te va dando la sanación que necesitas ¡Créelo!