Todo lo puedes superar si te cubres con la coraza de la fe
Deja que Dios se transforme en ese escudo impenetrable. Cúbrete con la coraza de la fe y todo lo vas a superar. Nadie podrá hacerte daño. Cúbrete con fe
Confiemos en Dios y vamos a cubrirnos con la coraza de la fe, porque al hacerlo, todo lo podremos superar. Dios quiere sanarnos en todo momento y en toda circunstancia. Si nos cubrimos con la coraza de la fe podremos experimentar esa transformación que necesitamos. Podría estar ocurriendo en nuestro interior en este momento, sin darnos cuenta, con tan solo abrir el corazón a Dios y confiar en que su mano nos sostiene.
Muchas veces, pensamos que necesitamos tener alguna experiencia mística profunda para sentir el toque sanador de Dios. Pero lo cierto es que, la mayoría de las veces, no necesitamos sentir ninguna sensación física inusual, solo necesitamos depositar toda nuestra fe en aquel que todo lo puede, y abrir el corazón a su amor infinito.
En el segundo Libro de Reyes, capítulo 5, se cuenta una peculiar historia sobre la sanación del Rey Naamán. El Profeta Eliseo le da indicaciones precisas al Rey, para que consiguiera la sanación de su lepra. Le manda a decir que se sumergiera 7 veces en el río Jordán. Y ante tal acto tan, pero tan sencillo para el Rey Naamán, contestó muy irritado:
"Yo me había imaginado que saldría él personalmente, se pondría de pie e invocaría el nombre del Señor, su Dios; luego pasaría su mano sobre la parte afectada y curaría al enfermo de la piel. ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Parpar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podía yo bañarme en ellos y quedar limpio?". Y dando media vuelta, se fue muy enojado" (2 reyes 5, 11-12)
Pero en eso, los servidores del Rey lo convencen para que hiciera ese acto tan sencillo. A lo que el Rey accedió a hacerlo. Y al hacerlo quedó completamente sano de su lepra. Dice la Escritura que "su carne se volvió como la de un muchacho joven y quedó limpio" (2 Reyes 5,14)
El rey quería un completo espectáculo para su sanación, quería ver obras prodigiosas o extraordinarias, pero su sanación no estaba allí sino en la fe. Fue el acto de fe y confianza la que lo sanó a través de un acto tan sencillo.
Así entonces, cuando nos enfrentemos a un cualquier tipo de situación complicada o un sufrimiento insoportable, vamos a cubrirnos con la coraza de la fe... ¡Todo lo podemos superar con fe!... Podemos estar seguro de que, la Gracia sanadora de Dios y nuestra fe, es una combinación poderosa que puede ayudarnos en la superación, sanación o liberación de cualquier circunstancia.
Todo lo superamos con la coraza de la fe.
En su Carta a los Efesios, San Pablo nos da las coordenadas precisas para que podamos cubrirnos con la coraza de la fe y llenarnos de la fuerza de DIOS. Él nos arroja ciertas luces sobre la armadura de Dios, que consiste en cada una de las cosas que Dios entrega a sus hijos, para que estén preparados en el combate espiritual, para que se defiendan y puedan superar que entorpezca nuestro camino de santidad. San Pablo dice:
"Por lo demás, fortalézcanse en el Señor con su energía y su fuerza. Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas." (Efesios 6:10-13).
El Apóstol San Pablo nos habla de esta armadura como siguiendo una lista de instrucciones. Cubrirse con la armadura de la fe, con la coraza de la fe, la justicia, la verdad.
"Tomen la verdad como cinturón, la justicia como coraza; tengan buen calzado, estando listos para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o sea, la Palabra de Dios. Vivan orando y suplicando. Oren en todo tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos, sus hermanos."
La armadura de Dios consiste en la fe. De la fe se despliegan todas las armaduras para cubrirnos y protegernos del mal. Dios quiere darte su sanación ahora y en este instante a través de la coraza de la fe. Sea donde sea que te encuentres, en tu casa, oficina, el autobús, o en tu automóvil, el amor de Dios está ahí, cubriéndote y sanándote.
Cúbrete con la coraza de la fe. Dios quiere bendecirte, sanarte, liberarte de todo ese sufrimiento que llevas por dentro. Abre tu corazón y confía en paternal Presencia a lo largo de tu vida.
Vive cada día con esperanza. Si estás vivo es porque Dios te ama y tiene algo grande preparado para ti. Si estás vivo es porque Dios te necesita en este mundo para un propósito especial.
Todo se supera con fe.
En este momento, siente como Dios te bendice y va llenándote de su poder ¡Tan solo cree! No puedes dejar que nada ni nadie te robe la oportunidad de sentirte bendecido por Dios.
Deja que Dios se transforme en ese escudo impenetrable que te proteja de aquellos que buscan hacerte daño. Cúbrete con la coraza de la fe y todo lo vencerás. Confía en que, en los momentos de mayor desespero, Dios permanece contigo consolándote. Dios no se va de tu lado, déjate sorprender por las maravillas de su poder.
"¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro". (Salmo 105,3-4)
A ninguno de sus hijos, Dios retira su mirada, su mano, su compasión, su amparo y mucho menos su amor paternal. Él te ama y no se olvidará de ti jamás ¡Créelo! Si te cubres desde ahora con la coraza de la fe, todo lo vas a superar, en todo vas a vencer. No hay petición que a Dios se le escape de sus manos. Él está atento.
Mientras atraviesas dificultades, problemas y sientas como la esperanza va desapareciendo, confía en Dios y dile esta preciosa oración.
Oración para llenarse y cubrirse de la coraza de la fe
"Señor mío y Dios mío, enséñame a confiar, a ser paciente con la vida, con la gente y conmigo mismo. No quiero que los problemas y aflicciones me derriben. Ayúdame a cubrirme con la coraza de la fe, porque con ella, puedo lograr grandes cosas. A veces trato de apresurar las cosas demasiado, y me presiono mucho a mí mismo para obtener respuestas antes de tiempo. Eso me genera frustración, dolor y poco a poco voy perdiendo la fe. Enséñame a confiar en tus tiempos en lugar del mío, a entregar mi voluntad a Tu mayor y más sabio plan. Ayúdame a dejar que la vida se abra paso en su momento, así como el tiempo que se toma la mariposa en salir de su capullo. Ayúdame Señor mío, a esperar a que todo se desarrolle a su tiempo. Cada momento y estado de crecimiento contiene una belleza. Solo debo cubrirme con la coraza de la fe. Enséñame a reducir la velocidad para apreciar la vida y todo lo que contiene. Me pongo en tus manos sanadoras. Creo Señor, pero aumenta mi fe. Amén."
Pon fe en todo lo que hagas. Cúbrete con el amor de Dios y bajo su mano poderosa. Cúbrete con la coraza de la fe y Dios te ayudará con lo que te propongas en esta vida. Al igual que Tú, Él también desea tu felicidad y que siempre te resguardes bajo su sombra de amor. Recuerdo algo: por mucho que camines por quebradas oscuras, la mano de Dios estará delante de Ti, allanándote el camino que debas recorrer. Ánimo y fe.