La oración del Papa Francisco al Niño Jesús
Papa Francisco al Niño Jesús: Quiero llegar a Belén, porque allí me esperas y darme cuenta que, recostado en un pesebre, eres Pan de mi vida
Celebrando la Misa durante la noche en la Nochebuena en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco nos ha dejado un mensaje muy enriquecedor en la que nos dijo que "el nacimiento de Jesús en un pesebre nos enseña a compartir nuestras vidas con nuestros hermanos y hermanas necesitados", y que "En Belén, descubrimos que Dios no se lleva la vida, sino que la da".
"En Belén, descubrimos que la vida de Dios puede entrar en nuestros corazones y habitar allí. Si damos la bienvenida a ese regalo, la historia cambia, comenzando por cada uno de nosotros".
Un mensaje inspirador del Papa Francisco para todo el pueblo cristiano sin duda alguna, en donde puso de manifiesto además el contraste del consumismo de estas fechas con el verdadero significado de la Navidad. Al respecto de esto, indicó:
"En nuestros días, para muchas personas, el significado de la vida se encuentra en poseer, en tener un exceso de objetos materiales. Una codicia insaciable marca toda la historia humana, incluso hoy, cuando, paradójicamente, algunos cenan exuberantemente mientras que demasiados se quedan sin el Pan diario necesario para sobrevivir".
Pero para los que acogen el nacimiento de Jesús y se esfuerzan por seguirlo, el centro de la vida ya no es "mi ego voraz y egoísta", sino el que nace y vive por amor".
Al terminar su homilía, el Papa Francisco quiso dejarnos unas bellas palabras dirigidas al Niño Dios la cual todos nosotros podemos hacer eco.
La oración del Papa Francisco al Niño Jesús
"Quiero llegar a Belén, Señor, porque allí me esperas. Quiero darme cuenta de que tú, recostado en un pesebre, eres el pan de mi vida.
Necesito de la fragancia tierna de tu amor, de manera que yo pueda ser también, pan partido para el mundo.
Llévame sobre tus hombros, Buen Pastor; amado por ti, yo también podré ser capaz de amar a mis hermanos y hermanas y llevarlos de la mano.
Entonces será Navidad, cuando pueda decirte: "Señor, tú lo sabes todo; Tú sabes que te amo".