Dios nos conoce a cada uno de nosotros, mejor de lo que pensamos

Dios nos conoce mucho mejor que nosotros mismos. Nos conoce tanto como para saber indicarnos la ruta indicada que debemos seguir o las soluciones más acertadas a nuestras peores situaciones. Como dice el Salmo, "Él es el mejor Consejero para guiarnos por el mejor camino para nuestras vidas" (Salmo 32,8). ¿Por qué entonces dejarnos ganar la batalla por fascinaciones del mundo que solo son pasajeras? A veces solemos perder el camino, pero si de algo estamos seguro, es que Dios no abandona y siempre espera.

No tenemos nada que hacer para ganarnos el amor de Dios, Él ya lo ha entregado todo por nosotros. Solo nos deja una guí­a a seguir que es para nuestra propia felicidad y salvación: sus mandamientos. Su Gracia es algo maravillosa y es algo que Él da gratuitamente a todos los que quieren salirse de esas ví­as tortuosas y comienzan a seguirlo a través de la enseñanza de su Palabra.

No importa como nos sintamos en este momento, cuántas penas, sufrimientos o pandemia atravesemos. Sabemos que podemos descansar con la certeza de que Dios es el centinela que no descansa en protegernos y que siempre estará allí­ para nosotros. Él nos afirma que si permanecemos en Él, Él permanece en nosotros. Que viaje más hermoso de la vida, caminar con este gigante de la misericordia que es Dios Padre. Y a su lado ¿Qué podremos temer? Como dice Santa Teresa de Ávila: "Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa. Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, solo Dios basta". Hagamos nuestra estas palabras y caminos confiados en que su providencia no nos faltará. Tenemos la certeza de un Dios que nos conoce mucho mejor que nosotros mismos y nos brinda soluciones adecuadas a todas nuestras situaciones de vida.