Dios trabaja en las cosas que parecen imposibles
En lo imposible es donde Dios comienza a trabajar y a obrar grandes milagros de amor en tu vida. Conversando con el amor
En lo imposible es donde Dios comienza a trabajar y a obrar milagros sorprendentes en tu vida, Él solo requiere que tengas fe y permanezcas de pie, pues para Dios no hay imposibles.
A medida que avanzamos en nuestro camino de fe y abrazamos todas esas aventuras inesperadas que Dios tiene para cada uno nosotros, quiero invitarte a este espacio de oración que es conversando con el Amor, un espacio dónde podrás encontrar un pequeño refugio dialogando con Dios, conversando con el amor verdadero.
Dios trabaja en lo imposible.
Mi Señor, te bendigo y te doy gracias por todo el amor que me das día a día con el que me llenas de fuerzas para luchar y seguir construyendo el camino a mi felicidad.
Me inclino hacia ti, creyendo que Tú estás trabajando en mi vida en este momento. Confío en Tu bondad, sin importar mis circunstancias. Me apoyo en la integridad de tus promesas, especialmente cuando me enfrento a lo imposible. Tú eres bueno, Santo, maravilloso, generoso. Tú haces el bien. Y Tú estás trabajando en todas las cosas de un modo que a veces yo no comprendo, pero sé que me favorecerás con el bien.
Ven y actúa en este momento en mi corazón y lléname de tu amor, de tu fuerza y tu gracia. No permitas que los temores me invadan, me desequilibren emocionalmente, quiebren mi interior y no cumpla con la misión de entregar alegrías a aquellos que amo.
Gracias porque a pesar de mis equivocaciones y mis faltas, Tú no me rechazas, sino que me das oportunidades de hacer lo correcto y de mejorar, Tú sabes muy bien que me esfuerzo por no fallarte.
Tú viniste a liberarme, así que creo en Ti para que me aumentes mi esperanza, me rescates y me des la liberación que tanto necesito.
En lo difícil, Dios comienza a trabajar
Dios de amor, elijo ahora creer en Ti, creer que, en lo imposible es donde Tú comienzas a trabajar, donde comienzan los milagros que solo Tú puedes lograr.
Tú eres más grande que cualquier cosa que yo enfrente. Me rehúso a darme por vencido ante los obstáculos y centro mi mirada en Ti. Me refugio ahora en tu palabra:
"No pierdan ahora su confianza, que lleva consigo una gran recompensa. Necesitan paciencia en el sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido". (Hebreos 10,35-36)
Por fe, creo que cumplirás tu propósito para mi vida, que alcanzaré esas grandes cosas que planeaste para mí todo el tiempo, y prometo darte toda la gloria en todo lo que haga mientras me acompañas en este viaje. Soy tuyo, te entrego todas mis preocupaciones, confío en que no hay mejores manos en donde puedan estar. Cuento con tu bendición en este día. Derrama tu misericordia sobre mí para edificarme en base al perdón y el amor. Amén