La Transfiguración del Señor significó la validación de Jesús como Señor ungido, y el máximo exponente de la voluntad de Dios Padre. 7 cosas que debes saber
7 datos que debes conocer sobre la Transfiguración del Señor.
La Transfiguración del Señor es uno de los milagros de Jesús en los Evangelios. Este milagro es único entre todos, pues, a la vista de los apóstoles, este milagro sucedió sobre el propio Jesús. En los relatos de los Evangelios, Jesús junto con sus discípulos Pedro, Juan y Santiago fueron al Monte Tabor para orar. En la montaña Jesús comienza a brillar con brillantes rayos de luz, y los profetas Elías y Moisés aparecen y le hablan. Jesús es entonces llamado "Hijo" por una voz en el cielo.
7 datos sobre la Transfiguración de Jesús.
La Transfiguración es vista como una teofanía, una manifestación de la Santísima Trinidad: del Hijo en la persona de Jesús; del Espíritu en la nube brillante y sombría; y del Padre en la voz de la nube. Hay un vínculo entre la fiesta del Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo y su Transfiguración, ya que ambas implican la actividad y la manifestación de la Trinidad. Aquí hay 7 cosas que debes conocer sobre esta revelación.
1. ¿Qué celebra la Transfiguración del Señor?
La fiesta de la Transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo celebra la revelación de la gloria divina de Cristo en el Monte Tabor de Galilea (Mateo 17:1-6; Marcos 9:1-8; Lucas 9:28-36). Después de revelar a sus discípulos que sería ejecutado en Jerusalén (Mateo 16:21), Cristo, junto con San Pedro, San Santiago y San Juan Evangelista subieron al monte. Allí, San Mateo escribe, "se transfiguró ante ellos. Y su rostro brilló como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la nieve".
En el bautismo de Cristo en el Jordán, se escuchó la voz de Dios Padre para proclamar que "Este es mi Hijo amado" (Mateo 3:17). Durante la Transfiguración, Dios Padre pronunció las mismas palabras (Mateo 17:5).
2. No fue la primera fiesta el celebrarse
A pesar de la importancia de este evento, la Fiesta de la Transfiguración del Señor no fue una de las primeras fiestas celebradas por los cristianos. Se celebró por primera vez en Asia a partir del siglo IV o V y se extendió por todo el Oriente cristiano en los siglos siguientes.
La Enciclopedia Católica señala que no se celebraba comúnmente en Occidente hasta el siglo X. El Papa Calixto III elevó la Transfiguración de Jesús a la categoría de fiesta de la Iglesia universal y estableció el 6 de agosto como fecha de su celebración.
3. ¿Por qué aparece Jesús de forma tan deslumbrante?
Entre la gente que seguía a Jesús, corrían dos interpretaciones de lo que debía ser el Mesías:
- Una era la política y militar. La mayoría pensaba que el Mesías devolvería el poder y la gloria al pueblo judío.
- Otra era la de la entrega hasta la muerte, a pesar del sufrimiento. Esta era la interpretación de Jesús. Precisamente seis días antes de la Transfiguración, Jesús había dicho a los discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y letrados; sufrir la muerte y resucitar luego de tres días" (Mc 8,31)
Estas palabras de Jesús sembraron la alarma entre los discípulos. El mismo Pedro trató de disuadirle porque esto no cuadraba con sus expectativas gloriosas de mando y poder. Los hermanos Santiago y Juan le andaban pidiendo los primeros puestos en el reino del Mesías. Estos tres discípulos son los que, al parecer, ofrecen mayor resistencia a Jesús cuando les habla de su destino doloroso de crucifixión. Y Jesús quiso dar una lección a esos tres discípulos
4. ¿Qué hace Jesús para probar que su interpretación del Mesías es la verdadera?
En primer lugar, aparece en una forma gloriosa. Se transformó: su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blanco. El evangelio utiliza la palabra griega "metamorfosis", que usamos para describir el proceso por el que una oruga se convierte en una mariposa, una dramática transformación.
En este pasaje de Jesús solo hay una transformación de su apariencia externa. Jesús se presenta a los tres discípulos revestidos de la gloria del mismo Dios. Como lo anunció a sus discípulos, va a ser crucificado por sus adversarios, pero va a ser, también, resucitado por Dios.
En segundo lugar, aparece conversando amigablemente con Moisés y Elías.
5. ¿Por qué aparecen Moisés y Elías junto a Jesús?
Porque eran los dos máximos exponentes de la tradición bíblica:
Moisés, que fue el gran dador de la Ley y de los 10 mandamientos. Pero además es el gran Liberador. Dios envió a Moisés a liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto y a conducirlo la tierra prometida
San Elías era el gran profeta muy cercano a Dios. Y Dios se le hacía presente de forma muy íntima. Elías, en el monte Horeb, vio que el Señor no se dejó sentir ni en el viento fuerte, ni en el terremoto, ni en el fuego que pasó por delante de la cueva donde estaba, sino en un "sonido suave y delicado"
Ante aquella manifestación gloriosa de Jesús y la presencia de aquellos dos hombres, Pedro reacciona con toda espontaneidad: "Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". ¡Él no había entendido nada!
Como respuesta de Dios Padre a la confusión de Pedro, apareció una nube, que se posó sobre ellos. Y de la nube salió una voz, que dijo: "Este es mi Hijo amado: escúchenle a Él". Solo Jesús irradia luz propia. Todos los demás (incluyendo Moisés y Elías) somos testigos de la luz, irradiamos la Luz de Él, somos un reflejo de su Luz, de su Palabra. Y hemos de escuchar su Palabra, también cuando nos habla de cargar la cruz en todos los tiempos.
6. La Presencia y la Voz del Padre en la Transfiguración.
La voz del Padre.
Es la frase de Dios Padre: "Este es mi Hijo amado, Escúchenlo" (Marcos, 9,7). Estas son casi las mismas palabras que Dios Padre dijo en el bautismo de Jesús. Entonces las dijo a Jesús. Ahora la voz de Dios Padre se dirige a los discípulos.
Estas palabras las necesitamos. Hay tantas voces hoy día. Y todas las voces parecen sabias y atractivas. Son de eruditos, internautas, comentaristas, políticos, gurús religiosos, celebridades, etc, nos prometen salud, riqueza y felicidad, pero raramente cumplen sus promesas y frecuentemente nos llevan a la ruina. ¿Hay una voz confiable? Dios Padre nos responde: "Este es mi Hijo muy amado. Escúchenlo".
La nube.
También se encuentra la presencia de una nube que todo lo cubre. A través de todas las Escrituras, la nube simboliza la presencia de Dios. Así ocurrió durante la travesía del desierto de los israelitas:
- Dios caminaba delante de su pueblo en una columna de nube (Éxodo 13,21).
- La Gloria del Señor se manifestó a través de una nube que cubrió el Templo construido por el Rey Salomón (1 Reyes 8,10-11)
- Y en el Sinaí, mientras Dios hablaba con Moisés, se escondía detrás de una nube.
Así pues, la transfiguración significó la validación de Jesús, como el Señor ungido, y el máximo exponente de la voluntad de Dios Padre. Todos los símbolos: monte sagrado, Moisés (la Ley), Elías (los profetas), la nube (que también aparece en el Éxodo), la luz resplandeciente, van a indicar que en Jesús se cumplía todo lo anunciado por los antiguos escritos del pueblo de Israel.
Aquí se dio una "teofanía" (aparición de Dios), al estilo de muchas de las teofanías del Antiguo Testamento. Por ejemplo:
- Cuando Dios se aparece a Moisés y a los ancianos (Éxodo 24,9-11)
- Cuando Dios se aparece a Elías en el viento (1 Reyes 19, 9-14)
- Cuando Dios se aparece al profeta Ezequiel en un carro (Ezequiel 1, 1-28)
Los discípulos aún no están preparados para hablar correctamente de Jesús. Aún no han entendido bien el mensaje de Jesús, su interpretación de cómo debe ser el Mesías, y, por lo tanto, no serían capaces de proclamar su mensaje fielmente. Es por ello que Jesucristo les prohíbe hablar sobre esto.
7. La Transfiguración en la Liturgia.
Lo que, en una oportunidad, ocurrió durante la noche en el Monte Tabor, vuelve a ocurrir cada vez que se ofrece el santo sacrificio. Podemos ver solo las simples apariciones sobre el altar, pero con los ojos de la fe contemplamos al Cristo glorificado; vemos al Rey de la gloria con su corte, los santos de la Antigua y la Nueva Alianza. La liturgia actualiza en nuestra presencia el acto santificador de Cristo en su transfiguración.
Por lo tanto, no es solo Cristo quien se transfigura, sino que nos permite compartir su gloria. La Sagrada Eucaristía es el sacramento de la transfiguración, porque allí está presencia Gloriosa de Jesucristo. El propósito de la liturgia es que todos los que participamos de ella, participemos también de una transfiguración de nuestras vidas.
Para nosotros la transfiguración es, y siempre será, el testimonio del cielo de la divinidad de Cristo. Todos los milagros de Cristo sirvieron para este fin, para revelar la divinidad de Cristo. Jesús pasó su vida en la tierra como un pobre, ordinario y simple judío. Pero en la transfiguración, se quitó el oscuro manto de la humanidad y se reveló a sí mismo en todo su esplendor divino. En espíritu lo miramos glorificado y decimos: "Señor, yo creo. Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo". Otra verdad es proclamada en el misterio de hoy: que algún día nosotros también seremos glorificados.
Recursos sobre la Transfiguración.
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Transfiguración del Señor. Fiesta. La revelación de la Gloria de Dios
La fiesta de la Transfiguración del Señor es la manifestación de la Gloria de Jesucristo como el Hijo amado del Padre