Evangelio del día Miércoles: ¡Feliz Navidad! ¡Ha nacido El Salvador! Natividad de Nuestro Señor Jesucristo

"¡Feliz Navidad! ¡Ha nacido El  Salvador! Natividad de Nuestro Señor Jesucristo", es el mensaje central del Santo Evangelio de hoy miércoles y reflexión con las Lecturas de hoy, 25 de diciembre, 2024. Evangelio del día explicado según San Lucas 2,1-14, con la Palabra diaria de hoy en la Misa de media noche de la Solemnidad de la Natividad del Señor. "La pequeñez es el camino que ha elegido para acercarse a nosotros, tocar nuestros corazones". (Reflexión del Papa Francisco sobre el Evangelio del día de hoy)

En el Evangelio de hoy observamos que, el Salvador del mundo, nace en la sencillez de un pesebre, mostrándonos que Dios se manifiesta en lo humilde y cotidiano. Este hecho nos enseña que no necesitamos grandezas humanas para recibir la gracia divina, sino un corazón abierto y dispuesto a acogerlo. Presta atención a todas las lecturas del día de hoy.

Índice de lecturas.

Celebración del día:

Celebración de la Misa de Vigilia: Natividad de nuestro Señor Jesucristo.

La Fiesta de la Natividad de nuestro Señor Jesucristo, nos recuerda que el Dios del amor se encarnó por amor a cada uno de nosotros ¡Feliz Navidad!

Nota: Las lecturas corresponden a la Santa Misa de media noche de la celebración de la Solemnidad de la Natividad del Señor.

Antífona de hoy.

El Señor me dijo: Tú eres mi Hijo. Yo te he engendrado hoy. (Cfr. Salmo 2,7)

Oración colecta.

Oh Dios, que has hecho que esta noche sacratísima resplandezca con el esplendor de la luz verdadera, concédenos, te rogamos, que nosotros, que hemos conocido los misterios de su luz en la tierra, podamos también deleitarnos con su alegría en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Mensaje del Evangelio:

No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador (Cfr. Lucas 2,1-14)

Lecturas de hoy miércoles.

Isaías 9,1-6: "Un hijo se nos ha dado".

El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en tierra de tinieblas ha brillado una luz. Tú les has traído abundante alegría y gran regocijo, pues se alegran ante ti como en la siega, como se alegran los pueblos cuando se reparten los despojos. Has destrozado el yugo que los agobiaba, el palo que llevaban al hombro y la vara de su capataz, como en el día de Madián. Porque toda bota que pisaron en batalla, todo manto revolcado en sangre, serán quemados como combustible para las llamas. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; sobre su hombro descansa el dominio. Lo llaman Consejero-Maravilloso, Dios-Héroe, Padre-Para-Siempre, Príncipe de la Paz. Su dominio es vasto y para siempre pacífico, desde el trono de David, y sobre su reino, que él confirma y sostiene con juicio y justicia, ahora y siempre. El celo del Señor de los ejércitos lo hará. Palabra de Dios.

Salmo de hoy.

Salmo 96(95): "Hoy ha nacido nuestro Salvador, Cristo el Señor". (R).

Cantad al Señor un cántico nuevo; Cantad al Señor todas las tierras. Cantad al Señor, bendecid su nombre. /R.

Anunciad su salvación, día tras día. Contad su gloria entre las naciones, entre todos los pueblos, sus maravillas. /R.

Alégrense los cielos y gócese la tierra; que resuene el mar y lo que lo llena; que se alegren las llanuras y todo lo que hay en ellas. Entonces exultarán todos los árboles del bosque. /R.

Exultarán ante el Señor, porque viene; porque viene a gobernar la tierra. Gobernará el mundo con justicia y a los pueblos con su constancia. /R.

Segunda lectura.

Tito 2,11-14: "La gracia de Dios se ha manifestado a todos".

Amados hermanos: La gracia de Dios se ha manifestado, salvándonos a todos y capacitándonos para rechazar los caminos impíos y los deseos mundanos y para vivir con templanza, justicia y devoción en este siglo, mientras aguardamos la esperanza bienaventurada, la aparición de la gloria de nuestro gran Dios y salvador Jesucristo, que se entregó a sí mismo por nosotros para librarnos de toda iniquidad y limpiar para sí un pueblo como propio, deseoso de hacer lo bueno. Palabra de Dios.

Evangelio de hoy.

Lucas 2,1-14: "Hoy les ha nacido un Salvador".

En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realizara un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba la Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen. José, que pertenecía a la familia de David, salió de Nazaret, ciudad de Galilea, y se dirigió a Belén de Judea, la ciudad de David, para inscribirse con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el albergue. En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: "No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre". Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: "¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión Papa Francisco.

El Evangelio de hoy relata el nacimiento de Jesús a partir de César Augusto, que ordena el censo de todo el mundo: presenta al primer emperador en toda su grandeza. Sin embargo, inmediatamente después nos lleva a Belén, donde no hay grandeza alguna: solo un pobre niño envuelto en pañales, con pastores a su lado. Allí está Dios, en la pequeñez. Este es el mensaje: Dios no se eleva en grandeza, sino que se abaja en pequeñez. La pequeñez es el camino que ha elegido para acercarse a nosotros, tocar nuestros corazones, salvarnos y devolvernos a lo que realmente importa... Aceptar la pequeñez significa también otra cosa. Significa abrazar a Jesús en los pequeños de hoy. Amarle, es decir, en el más pequeño de nuestros hermanos y hermanas. Servirle en los pobres, los que más se parecen a Jesús, que nació en la pobreza... (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy, 8 de septiembre, 2014)

Evangelio del día (video).

¿Qué mensaje tiene Dios para mí en el día de hoy? Escucha la meditación en audio del Evangelio de hoy miércoles según San Lucas 2,1-14: "¡Feliz Navidad! ¡Ha nacido El  Salvador!", con el Padre Pedro Brassesco.

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy miércoles.

Coronilla a la Misericordia.

Une las enseñanzas del Evangelio al rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia del día, por todas tus intenciones y todas nuestras necesidades.

Intenciones del día.

En el Evangelio de hoy miércoles según San Lucas 2,1-14, leemos: "¡Feliz Navidad! ¡Ha nacido El  Salvador! Natividad de Nuestro Señor Jesucristo". ¿Qué nos dice el Evangelio del día de hoy? La Palabra diaria nos llama a reconocer la grandeza de Dios en la sencillez y a abrir nuestros corazones a Su presencia en nuestras vidas. La humildad del nacimiento de Jesús nos invita a desprendernos del orgullo y de las preocupaciones materiales, para enfocarnos en lo esencial: el amor y la fe.

¿Qué me dice este texto del Evangelio del día? ¿Cómo aplicaría a mi vida las lecturas de hoy? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración que el Evangelio de hoy miércoles haya podido suscitar en ti, o todas aquellas cosas que llevas guardadas dentro. Recuerda el mensaje de hoy del Evangelio del día, según San Lucas 2,1-14: "¡Feliz Navidad! ¡Ha nacido El  Salvador!". Hoy, se nos invita a acoger a Jesús con un corazón sencillo, reconociendo que su venida transforma nuestras vidas desde lo más humilde y cotidiano. La escena del pesebre nos muestra que Dios no busca las apariencias, sino un espacio en nuestra alma donde pueda habitar. Estaremos orando por tus intenciones.