Evangelio del día Viernes, Juan 1,29-34: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo

"Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", es el mensaje central del Santo Evangelio de hoy viernes y reflexión con las Lecturas de hoy, 3 de enero, 2025. Evangelio del día explicado según San Juan 1,29-34, con la Palabra diaria en el Viernes de la Fiesta del Santo Nombre de Jesús, en el Tiempo de Navidad. "Aprendamos de Juan Bautista a no dar por supuesto que ya conocemos a Jesús". (Reflexión del Papa Francisco sobre el Evangelio del día de hoy)

En el Evangelio de hoy observamos que Juan Bautista identifica a Jesús como el Cordero que quita el pecado del mundo. Esta declaración no solo revela la misión redentora de Cristo, sino que también nos invita a reconocerlo como nuestro Salvador, quien ofrece su vida por nuestra salvación. Presta atención a todas las lecturas del día de hoy.

Índice de lecturas.

Celebraciones del día:

Santo Nombre de Jesús: El Nombre sobre todo nombre

El Santo Nombre de Jesús nos recuerda todas las bendiciones y gracias que recibimos de Dios: Al Nombre de Jesús toda rodilla se doble (Filipenses 2,10)

Santa Genoveva de París: Patrona de los fabricantes de velas

Santa Genoveva de París fue una mujer virgen que se dedicó a practicar obras de piedad, aconsejar a sus vecinos y a llevar una intensa vida religiosa

Mensaje del Evangelio:

Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (Cf. Juan 1,29-34)

Lecturas de hoy viernes.

1 Juan 2,29-3,6: El que permanece en él, no peca. 

Amados: Si ustedes saben que él es justo, sepan también que todo el que practica la justicia ha nacido de él. ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. El que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro. El que comete el pecado comete también la iniquidad, porque el pecado es la iniquidad. Pero ustedes saben que él se manifestó para quitar los pecados, y que él no tiene pecado. El que permanece en él, no peca, y el que peca no lo ha visto ni lo ha conocido. Palabra de Dios.

Salmo de hoy.

Salmo 98(97): "Todos los confines de la tierra han visto el poder salvador de Dios". (R)

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas; su diestra le ha ganado la victoria, su brazo santo. /R.

Todos los confines de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios. Cantad alegres al Señor, todas las tierras; prorrumpid en cánticos, cantad alabanzas. /R.

Cantad al Señor con el arpa con arpa y canto melodioso. Con trompetas y sonido de cuerno cantad alegres ante el Rey, el Señor. /R.

Evangelio de hoy.

Juan 1,29-34: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: "Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo". Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel". Y Juan dio este testimonio: "He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo". Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión Papa Francisco.

El pasaje del Evangelio de hoy nos habla de nuevo de la manifestación de Jesús. En efecto, tras ser bautizado en el río Jordán, fue consagrado por el Espíritu Santo, que descendió sobre Él, y proclamado Hijo de Dios por la voz del Padre celestial (cf. Mt 3, 16-17 y ss)... El testimonio de Juan Bautista nos invita a emprender una y otra vez nuestro camino de fe: a partir de nuevo de Jesucristo, el Cordero lleno de misericordia que el Padre entregó por nosotros. Dejémonos sorprender una vez más por la elección de Dios, de estar de nuestra parte, de solidarizarse con nosotros, pecadores, y de salvar al mundo del mal, asumiéndolo plenamente... Aprendamos de Juan Bautista a no dar por supuesto que ya conocemos a Jesús, que ya lo sabemos todo de Él (cf. v. 31). No es así. Detengámonos con el Evangelio, quizá incluso contemplando un icono de Cristo, un rostro santo. Contemplemos con los ojos y aún más con el corazón; y dejémonos instruir por el Espíritu Santo, que nos dice en nuestro interior: ¡Es Él! Él es el Hijo de Dios hecho cordero, inmolado por amor... (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)

Evangelio del día (video).

¿Qué mensaje tiene Dios para mí en el día de hoy? Escucha la meditación en audio del Evangelio de hoy viernes según San Juan 1,29-34: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", con el Padre Pedro Brassesco.

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy viernes.

Coronilla a la Misericordia.

Une las enseñanzas del Evangelio al rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia del día, por todas tus intenciones y todas nuestras necesidades.

Intenciones del día.

En el Evangelio de hoy viernes según San Juan 1,29-34, leemos: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". ¿Qué nos dice el Evangelio del día de hoy? La Palabra diaria nos llama a reconocer a Jesús como el Cordero de Dios, el único capaz de reconciliarnos plenamente con el Padre.

¿Qué me dice este texto del Evangelio del día? ¿Cómo aplicaría a mi vida las lecturas de hoy? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración que el Evangelio de hoy viernes haya podido suscitar en ti, o todas aquellas cosas que llevas guardadas dentro. Recuerda el mensaje de hoy del Evangelio del día, según San Juan 1,29-34: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo". Hoy, se nos invita a contemplar a Jesús como el Cordero de Dios, quien se entrega por nosotros para liberarnos del pecado y de la muerte. Nos anima a reflexionar sobre nuestra relación con Él y a aceptar su sacrificio con gratitud y amor. Estaremos orando por tus intenciones.