Evangelio de hoy Martes - Lecturas del día 4/02/25 (Reflexión Papa Francisco) Evangelio del día, Marcos 5,21-43: Talitá kum: ¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!
¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!.
"¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!", es el mensaje central del Santo Evangelio de hoy martes y reflexión con las Lecturas de hoy, 4 de febrero, 2025. Evangelio del día explicado según San Marcos 5,21-43, con la Palabra diaria en el martes de la Semana 4 del tiempo ordinario. "No tengamos miedo. Corramos por este camino, siempre con la mirada fija en Jesús". (Reflexión del Papa Francisco sobre el Evangelio del día de hoy)
En el Evangelio de hoy se nos presenta el caso de Jairo, un líder de la sinagoga, que humildemente ruega por la vida de su hija, y el de una mujer con hemorragias, que pese a su situación de impureza ritual, se acerca con valentía a Jesús, convencida de que solo tocar su manto sería suficiente para sanarse. Ambos ejemplos nos enseñan que la fe genuina nos impulsa a buscar a Jesús en nuestras necesidades más profundas. ¿Creemos realmente en el poder transformador de Jesús? Presta atención a las lecturas de hoy.
Índice de lecturas.
Celebración del día:
Mensaje del Evangelio:
Talitá kum: ¡Niña, yo te lo ordeno, levántate! (Cf. Marcos 5,21-43)
Lecturas de hoy martes.
Hebreos 12,1-4: Perseveremos en la carrera que tenemos por delante.
Hermanos y hermanas: ya que estamos rodeados de una verdadera nube de testigos, despojémonos de todo lo que nos estorba, en especial del pecado, que siempre nos asedia, y corramos resueltamente al combate que se nos presenta. Fijemos la mirada en el iniciador y consumador de nuestra fe, en Jesús, el cual, en lugar del gozo que se le ofrecía, soportó la cruz sin tener en cuenta la infamia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Piensen en aquel que sufrió semejante hostilidad por parte de los pecadores, y así no se dejarán abatir por el desaliento. Después de todo, en la lucha contra el pecado, ustedes no han resistido todavía hasta derramar su sangre. Palabra de Dios.
Salmo de hoy.
Salmo 22(21): Te alabarán, Señor, los que te anhelan. (R).
Cumpliré mis votos ante los que le temen. Comerán hasta saciarse los humildes; le alabarán los que buscan al Señor: "¡Que sus corazones estén siempre alegres!" /R.
Todos los confines de la tierra se acordarán y se volverán al Señor; todas las familias de las naciones se postrarán ante él. /R.
Solo ante él se inclinarán todos los que duermen en la tierra; ante él se inclinarán todos los que descienden al polvo. /R.
A él vivirá mi alma; mis descendientes le servirán. Que se hable del Señor a la generación venidera, para que proclame a un pueblo aún por nacer la justicia que ha mostrado. /R.
Evangelio de hoy.
Marcos 5,21-43: Niña, yo te digo: ¡Levántate!
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar. Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verlo, se arrojó a sus pies, rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle las manos, para que se cure y viva". Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por todos lados.
Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de hemorragias. Había sufrido mucho a manos de numerosos médicos y gastado todos sus bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor. Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la multitud, y tocó su manto, porque pensaba: "Con sólo tocar su manto quedaré curada". Inmediatamente, cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que estaba curada de su mal. Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?". Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas partes y preguntas quién te ha tocado?". Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido. Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad. Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada de tu enfermedad".
Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del jefe de la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir molestando al Maestro?". Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la sinagoga: "No temas, basta que creas".
Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago, fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente que lloraba y gritaba. Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está muerta, sino que duerme". Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde ella estaba. La tomó de la mano y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". En seguida, la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro, y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido. Después dijo que dieran de comer a la niña. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión Papa Francisco.
En el Evangelio de hoy, se relatan dos milagros: Jesús que cura a una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años y que, en medio de la muchedumbre, logra tocar el manto del Señor. Y dice que Él se da cuenta de haber sido tocado. Y después, la resurrección de la hija de Jairo, uno de los jefes de la sinagoga, que tenía doce años... La mirada de Jesús va a lo grande y a lo pequeño. Así mira Jesús: nos ve a todos, pero mira a cada uno de nosotros. Ve nuestros grandes problemas, nuestras grandes alegrías, y ve también nuestras cosas pequeñas. Porque está cerca. Jesús no se asusta de las grandes cosas, sino que también tiene en cuenta las pequeñas. Así nos mira Jesús... No tengamos miedo, como aquella anciana que no tuvo miedo de ir a tocar el borde del manto. No tengamos miedo. Corramos por este camino, siempre con la mirada fija en Jesús. Y tendremos esta bella sorpresa: nos henchirá de estupor. El mismo Jesús tiene fija su mirada sobre mí... (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy, 31 de enero, 2017)
Evangelio del día (video).
¿Qué mensaje tiene Dios para mí en el día de hoy? Escucha la meditación en audio del Evangelio de hoy martes según San Marcos 5,21-43: "Talitá kum: ¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!", con el Padre Pedro Brassesco.
Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy martes.
Coronilla a la Misericordia.
Une las enseñanzas del Evangelio al rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia del día, por todas tus intenciones y todas nuestras necesidades.
Intenciones del día.
En el Evangelio de hoy martes según San Marcos 5,21-43, leemos: "¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". ¿Qué nos dice el Evangelio del día de hoy? La Palabra diaria nos llama a vivir con una fe activa y perseverante, confiando en que Jesús tiene poder para sanar y restaurar, incluso en las situaciones más difíciles.
¿Qué me dice este texto del Evangelio del día? ¿Cómo aplicaría a mi vida las lecturas de hoy? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración que el Evangelio de hoy martes haya podido suscitar en ti, o todas aquellas cosas que llevas guardadas dentro. Recuerda el mensaje de hoy del Evangelio del día, según San Marcos 5,21-43: "Talitá kum: ¡Niña, yo te lo ordeno, levántate!". Hoy, se nos invita a tener una fe viva y activa, que nos lleve a acercarnos a Jesús con confianza, incluso cuando enfrentamos situaciones aparentemente imposibles. Estaremos orando por tus intenciones.
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