Evangelio de hoy Miércoles - Lecturas del día 20/11/24 (Reflexión Papa Francisco) Evangelio del día, Lucas 19,11-28: ¿No pusiste mi dinero en el banco?
¡Siervo malo! ¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco?.
"¡Siervo malo! ¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco?", es el mensaje central del Santo Evangelio de hoy miércoles y reflexión con las Lecturas de hoy, 20 de noviembre, 2024. Evangelio del día explicado según San Lucas 19,11-28, con la Palabra diaria de hoy miércoles en la semana 33 del Tiempo Ordinario. "¿Qué hacemos con los talentos que nos ha dado el Señor? ¿A quién hemos contagiado con nuestra fe?". (Reflexión del Papa Francisco sobre el Evangelio del día de hoy)
En el Evangelio de hoy vemos que, Jesús narra la parábola de un hombre noble que confía talentos a sus siervos antes de partir. Esta historia nos enseña que Dios nos da dones y habilidades, y espera que los utilicemos de manera responsable para Su reino. Cada talento que hemos recibido, ya sea grande o pequeño, tiene un propósito y requiere de nuestro compromiso y esfuerzo para que dé fruto. Presta atención a todas las lecturas del día de hoy.
Índice de lecturas.
Santo del día:
Mensaje del Evangelio:
¡Siervo malo! ¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco? (Cf. Evangelio según San Lucas 19,11-28)
Lecturas de hoy miércoles.
Apocalipsis 4,1-11: Santo es el Señor Dios todopoderoso, que era, que es y que ha de venir.
Yo, Juan, tuve la siguiente visión: Había una puerta abierta en el cielo, y la voz que había escuchado antes, hablándome como una trompeta, me dijo: "Sube aquí, y te mostraré las cosas que deben suceder en seguida". En ese mismo momento, fui arrebatado por el Espíritu y vi en el cielo un trono, en el cual alguien estaba sentado. El que estaba sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de ágata. Rodeando el trono, vi un arcoíris que tenía el aspecto de la esmeralda. Y alrededor de él, había otros veinticuatro tronos, donde estaban sentados veinticuatro Ancianos, con túnicas blancas y coronas de oro en la cabeza. Del trono salían relámpagos, voces y truenos, y delante de él ardían siete lámparas de fuego, que son los siete Espíritus de Dios. Frente al trono, se extendía como un mar transparente semejante al cristal. En medio del trono y alrededor de él, había cuatro Seres Vivientes, llenos de ojos por delante y por detrás. El primer Ser Viviente era semejante a un león; el segundo, a un toro; el tercero, tenía rostro humano; y el cuarto era semejante a un águila en pleno vuelo. Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y repetían sin cesar, día y noche: "Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que viene". Y cada vez que los Seres Vivientes daban gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro Ancianos se postraban ante él para adorarlo, y ponían sus coronas delante del trono, diciendo: "Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas: ellas existen y fueron creadas por tu voluntad". Palabra de Dios.
Salmo de hoy.
Salmo 150: ¡Santo, santo, santo Señor, Dios poderoso! (R)
Alabad al Señor en su santuario, alabadlo en el firmamento de su fuerza. Alabadle por sus proezas, alabadle por su soberana majestad. /R.
Alabadle al son de la trompeta, alabadle con lira y arpa, alabadle con timbal y danza, alabadle con cuerdas y flauta. /R.
Alabadle con címbalos sonoros, alabadle con címbalos resonantes. Que todo lo que respira alabe al Señor. Aleluya. /R.
Evangelio de hoy.
Lucas 19,11-28: ¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco?
En aquel tiempo, Como la gente seguía escuchando, Jesús añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro. Él les dijo: "Un hombre de familia noble fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar en seguida. Llamó a diez de sus servidores y les entregó cien monedas de plata a cada uno, diciéndoles: "Háganlas producir hasta que yo vuelva". Pero sus conciudadanos lo odiaban y enviaron detrás de él una embajada encargada de decir: "No queremos que este sea nuestro rey".
Al regresar, investido de la dignidad real, hizo llamar a los servidores a quienes había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido diez veces más". "Está bien, buen servidor, le respondió, ya que has sido fiel en tan poca cosa, recibe el gobierno de diez ciudades". Llegó el segundo y le dijo: "Señor, tus cien monedas de plata han producido cinco veces más". A él también le dijo: "Tú estarás al frente de cinco ciudades". Llegó el otro y le dijo: "Señor, aquí tienes tus cien monedas de plata, que guardé envueltas en un pañuelo. Porque tuve miedo de ti, que eres un hombre exigente, que quieres percibir lo que no has depositado y cosechar lo que no has sembrado". Él le respondió: "Yo te juzgo por tus propias palabras, mal servidor. Si sabías que soy un hombre exigente, que quiero percibir lo que no deposité y cosechar lo que no sembré, ¿por qué no pusiste mi dinero en un banco? A mi regreso yo lo hubiera recuperado con intereses". Y dijo a los que estaban allí: "Quítenle las cien monedas y dénselas al que tiene diez veces más". "¡Pero, señor, le respondieron, ya tiene mil!". Les aseguro que al que tiene, se le dará; pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. En cuanto a mis enemigos, que no me han querido por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia". Después de haber dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo a Jerusalén. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Reflexión Papa Francisco.
En el Evangelio de hoy, vemos que Jesús no nos pide que guardemos su gracia en una caja fuerte, quiere que la usemos en beneficio de los demás. Todos los bienes que hemos recibido son para darlos a los demás, y así crecen... A través de las lecturas de hoy, nos preguntamos: ¿Qué hacemos con los talentos que nos ha dado el Señor? ¿A quién hemos contagiado con nuestra fe? ¿A cuántas personas hemos alentado con nuestra esperanza? ¿Cuánto amor hemos compartido con nuestro prójimo? Cualquier ambiente, incluso el más lejano y difícil, puede convertirse en un lugar donde hacer fructificar los talentos... El testimonio que Jesús nos pide no es cerrado, es abierto, depende de nosotros. La parábola de los talentos que leemos en la lectura de hoy nos empuja a no esconder nuestra fe y nuestra pertenencia a Cristo, a no sepultar la Palabra del Evangelio, sino a hacerla circular en nuestra vida, como fuerza que pone en crisis, que renueva...
Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy.
Evangelio del día (video).
¿Qué mensaje tiene Dios para mí en el día de hoy? Escucha la meditación en audio del Evangelio de hoy miércoles según San Lucas 19,11-28: "¡Siervo malo! ¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco?", con el Padre Carlos Yepes.
Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy miércoles.
Coronilla a la Misericordia.
Une las enseñanzas del Evangelio al rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia del día, por todas tus intenciones y todas nuestras necesidades.
Intenciones del día.
En el Evangelio de hoy miércoles según San Lucas 19,11-28, leemos: "¡Siervo malo! ¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco?". ¿Qué nos dice el Evangelio del día de hoy? La Palabra diaria nos llama a utilizar los talentos y recursos que Dios ha puesto en nuestras manos con valentía, sin miedo ni excusas. Nos invita a actuar con responsabilidad y a crecer en fidelidad, recordando que cada don que recibimos tiene un propósito para el Reino de Dios.
¿Qué me dice este texto del Evangelio del día? ¿Cómo aplicaría a mi vida las lecturas de hoy? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración que el Evangelio de hoy miércoles haya podido suscitar en ti, o todas aquellas cosas que llevas guardadas dentro. Recuerda el mensaje de hoy del Evangelio del día, según San Lucas 19,11-28: "¡Siervo malo! ¿Por qué no pusiste mi dinero en un banco?". Hoy, la parábola que Jesús nos presenta, nos recuerda que cada uno de nosotros ha sido dotado de habilidades y oportunidades que están destinadas a contribuir al bien de los demás y a la expansión del Reino de Dios. No estamos llamados a esconder nuestras habilidades o a dejarlas inactivas por temor, sino a ponerlas en práctica, confiando en que Dios nos acompaña en el proceso. Estaremos orando por tus intenciones.
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