Evangelio del día Sábado: ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?

"¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor haya venido a verme?", es el mensaje central del Santo Evangelio de hoy sábado y reflexión con las Lecturas de hoy, 21 de diciembre, 2024. Evangelio del día explicado según San Lucas 1,39-45, con la Palabra diaria de hoy en el III sábado de Adviento. "La Virgen María nos trae el gran don que es Jesús; y con Él nos trae su amor". (Reflexión del Papa Francisco sobre el Evangelio del día de hoy)

En el Evangelio de hoy vemos que María no duda en ponerse en camino hacia la montaña para visitar a Isabel. Este gesto revela su disposición para servir y apoyar a su prima, a pesar de su propia situación. Nos enseña la importancia de estar disponibles para los demás, especialmente en momentos de necesidad.

Índice de lecturas.

Celebración del día:

San Pedro Canisio: Creador y Patrono de la Prensa Católica

San Pedro Canisio es llamado el martillo de los herejes por defender la fe católica de falsas enseñanzas de protestantes: Escritor y Doctor de la Iglesia

Mensaje del Evangelio:

¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? (Cf. Evangelio según San Lucas 1,39-45)

Lecturas de hoy sábado.

Cantar de los Cantares 2,8-14: ¡Escucha!, mi amado viene, saltando a través de las montañas.

La Amada: ¡La voz de mi amado! Ahí viene, saltando por las montañas, brincando por las colinas. Mi amado es como una gacela, como un ciervo joven. Ahí está: se detiene detrás de nuestro muro; mira por la ventana, espía por el enrejado. Habla, mi amado, y me dice: "¡Levántate, amada mía, y ven, hermosa mía! Porque ya pasó el invierno, cesaron y se fueron las lluvias. Aparecieron las flores sobre la tierra, llegó el tiempo de las canciones, y se oye en nuestra tierra el arrullo de la tórtola. La higuera dio sus primeros frutos y las viñas en flor exhalan su perfume. ¡Levántate, amada mía, y ven, hermosa mía! Paloma mía, que anidas en las grietas de las rocas, en lugares escarpados, muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz; porque tu voz es suave y es hermoso tu semblante". Palabra de Dios.

Salmo de hoy.

Salmo 33(32): ¡Alégrate, justo, en el Señor! Cantadle un cántico nuevo. (R)

Alabad al Señor con el arpa; cantadle con la lira de diez cuerdas. Cantadle un cántico nuevo; pulsad hábilmente las cuerdas, con gritos de júbilo. /R.

Pero el plan del Señor permanece para siempre; el designio de su corazón, por todas las generaciones. Bienaventurada la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que él ha elegido por heredad. /R.

Nuestra alma espera en el Señor, que es nuestro auxilio y nuestro escudo, porque en él se alegra nuestro corazón; en su santo nombre confiamos. /R.

Evangelio de hoy.

Lucas 1,39-45: ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión Papa Francisco.

En el Evangelio de hoy, pensemos en la disposición de María hacia su prima Isabel. Visitándola, la Virgen María no solo trajo ayuda material, sino que también llevó a Jesús, quien ya vivía en su vientre... Llevar a Jesús en aquella casa significaba llevar alegría, la alegría completa. Isabel y Zacarías estaban contentos por el embarazo que parecía imposible a su edad, pero es la joven María la que les trae el gozo pleno, el que viene de Jesús y del Espíritu Santo, y se expresa en la caridad de forma gratuita, en el compartir, en ayudarse, en la comprensión. La Virgen María nos quiere traer también a nosotros, a todos nosotros, el gran don que es Jesús; y con Él nos trae su amor, su paz, su alegría... Y la Iglesia debe ser como María, cuando fue, como hemos escuchado en el Evangelio, cuando fue a hacer una visita a Isabel. ¿Qué lleva María?: a Jesús. Y la Iglesia lleva a Jesús, y este es el corazón de la Iglesia... Debe llevar a Jesús y debe llevar la caridad de Jesús, el amor de Jesús, la fuerza de Jesús... (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)

Evangelio del día (video).

¿Qué mensaje tiene Dios para mí en el día de hoy? Escucha la meditación en audio del Evangelio de hoy sábado según San Lucas 1,39-45: "¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?", con el Padre Pedro Brassesco.

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy sábado.

Coronilla a la Misericordia.

Une las enseñanzas del Evangelio al rezo de la Coronilla a la Divina Misericordia del día, por todas tus intenciones y todas nuestras necesidades.

Intenciones del día.

En el Evangelio de hoy sábado según San Lucas 1,39-45, leemos: "¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?". ¿Qué nos dice el Evangelio del día de hoy? La Palabra diaria nos llama a vivir con un espíritu de servicio, imitando la disposición de María para acudir al encuentro de Isabel. Nos invita a valorar los encuentros humanos como momentos donde la gracia de Dios se manifiesta.

¿Qué me dice este texto del Evangelio del día? ¿Cómo aplicaría a mi vida las lecturas de hoy? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración que el Evangelio de hoy sábado haya podido suscitar en ti, o todas aquellas cosas que llevas guardadas dentro. Recuerda el mensaje de hoy del Evangelio del día, según San Lucas 1,39-45: "¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?". Hoy, se nos invita a vivir la fe con alegría y a compartirla con los demás. María e Isabel nos enseñan que los encuentros marcados por la fe no solo nos fortalecen espiritualmente, sino que también traen gozo y esperanza a nuestras vidas. Estaremos orando por tus intenciones.