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Categoría: Evangelio del día

Evangelio de hoy miércoles 12 de abril, 2023. Lecturas de hoy y Reflexión del Papa Francisco (Lucas 24,13-35): Los discípulos lo reconocieron al partir el pan

¡Lo reconocieron al partir el pan!.

Santo Evangelio de hoy explicado del miércoles de la octava Pascua 12 de abril, 2023 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del día según San Lucas 24,13-35: "Es verdad, el Señor ha resucitado... Los discípulos contaron lo que les había pasado en el camino a Emaús y cómo lo reconocieron al partir el pan". Meditación del Evangelio (miércoles de la octava Pascua). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Señor Jesús, nuestro camino, nuestra fuerza y consuelo, como los discípulos de Emaús, te suplicamos: Quédate con nosotros, porque está anocheciendo".


Índice de lecturas de hoy.


Celebración del día:

Al obispo San Zenón de Verona se le atribuyen casi 100 sermones que contienen un muy importante material doctrinal de la Iglesia. Logró muchas conversiones

 

Antífona de hoy.

 

Venid, benditos de mi Padre, recibid el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, aleluya. (Mateo 25,34)

 

Oración colecta.

 

Oh Dios, que nos alegras año tras año con la solemnidad de la Resurrección del Señor, concédenos que, celebrando estas fiestas presentes, merezcamos por ellas alcanzar las alegrías eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

Lecturas de hoy miércoles.

Primera Lectura para el Evangelio de hoy miércoles de la octava de Pascua. Lectura del Libro de los Hechos 3,1-10: "Os daré lo que tengo: en nombre de Jesús, ¡camina!".

Una vez, cuando Pedro y Juan subían al Templo para las oraciones a la hora nona, sucedió que pasaban llevando a un hombre. Era tullido de nacimiento, y todos los días lo bajaban cerca de la entrada del Templo, llamada Puerta Hermosa, para que pudiera pedir limosna a la gente que entraba. Cuando este hombre vio a Pedro y a Juan que entraban en el Templo, les pidió limosna. Pedro y Juan le miraron y le dijeron: "Míranos". Pedro le dijo: "No tengo oro ni plata, pero te daré lo que tengo: en nombre de Jesucristo Nazareno, camina". Pedro le cogió de la mano y le ayudó a levantarse. Al instante se le pusieron firmes los pies y los tobillos, se levantó de un salto, se puso de pie y empezó a andar, y entró con ellos en el Templo, andando y saltando y alabando a Dios. Todos lo veían caminar y alabar a Dios, y lo reconocieron como el hombre que solía sentarse a mendigar en la Puerta Hermosa del Templo. Todos estaban asombrados y no podían explicarse lo que le había sucedido.

 

Salmo de hoy miércoles.

Salmo Responsorial de las lecturas de la Santa Misa de hoy, tomado del Salmo 105(104),1-4.6-9

"Alégrense los corazones que buscan al Señor". (R)

  • Dad gracias al Señor, proclamad su nombre, dad a conocer sus hazañas a los pueblos. Cantadle, cantad su alabanza; contad todas sus maravillas.

"Alégrense los corazones que buscan al Señor". (R)

  • Enorgulleceos de su santo nombre, alégrense los corazones que buscan al Señor. Considerad al Señor y su fuerza; buscad constantemente su rostro.

"Alégrense los corazones que buscan al Señor". (R)

  • Oh hijos de Abraham, su siervo, oh hijos del Jacob que él eligió. El Señor es nuestro Dios: sus juicios prevalecen en toda la tierra.

"Alégrense los corazones que buscan al Señor". (R)

  • Se acuerda para siempre de su alianza, su promesa por mil generaciones, el pacto que hizo con Abraham, el juramento que hizo a Isaac.

"Alégrense los corazones que buscan al Señor". (R)

 

Secuencia.

Victimae Paschali Laudes.

  • Cristianos, a la Víctima Pascual, ofrecen sacrificio y alabanza. Las ovejas son rescatadas por el Cordero y Cristo, el inmaculado, ha reconciliado a los pecadores con su Padre.
  • La muerte con la vida contendieron: combate extrañamente terminado.
  • El campeón de la vida, muerto, aún vive para reinar.
  • Dinos, María: di lo que viste en el camino.
  • La tumba que los vivos cerraron; Vi la gloria de Cristo al resucitar.
  • Los ángeles allí atestiguando; el sudario con la ropa de la tumba descansando.
  • Cristo, esperanza mía, ha resucitado: va delante de ti a Galilea.
  • Que Cristo ha resucitado de entre los muertos sabemos. Rey victorioso, ¡muestra tu misericordia!

 

Aclamación de hoy.


¡Aleluya, aleluya! El Señor ha hecho este día: nos alegramos y nos regocijamos. ¡Aleluya!. (Aclamación del Evangelio de hoy tomada del Salmo 117,24)

 

Evangelio de hoy: Lucas 24,13-35.

Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy miércoles de la octava Pascua para el Santo Evangelio del día: "Le reconocieron al partir el pan".

Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Él les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!". "¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y, al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron". Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?". Y comenzando por Moisés y continuando con todos los Profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él. Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista. Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?". En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos, y estos les dijeron: "Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!". Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo reconocieron al partir el pan. Palabra del Señor.

 

Reflexión del Papa Francisco.

"Señor Jesús, nuestro camino, nuestra fuerza y consuelo, como los discípulos de Emaús, te suplicamos: Quédate con nosotros, porque está anocheciendo". Papa Francisco.

En el Evangelio de hoy, vemos el viaje de los discípulos a Emaús, al final del Evangelio de Lucas, es un icono de nuestro propio viaje personal y del de la Iglesia. En el camino de la vida y de la fe, cuando intentamos realizar los sueños, los proyectos, las esperanzas y las expectativas que hay en lo más profundo de nuestro corazón, tropezamos también con nuestras propias fragilidades y debilidades; experimentamos reveses y decepciones, y a menudo podemos quedarnos presos de una sensación de fracaso que nos paraliza. Sin embargo, el Evangelio nos dice que precisamente en esos momentos no estamos solos, porque El Señor sale a nuestro encuentro y se pone a nuestro lado. Nos acompaña en nuestro camino con la discreción de un amable compañero de viaje que quiere abrirnos los ojos y hacer que nuestro corazón vuelva a arder en nuestro interior. Cada vez que nuestros fracasos nos llevan al encuentro con El Señor, renacen la vida y la esperanza y podemos reconciliarnos: con nosotros mismos, con nuestros hermanos y con Dios.

Sigamos, pues, el itinerario de este viaje. Podemos llamarlo viaje del fracaso a la esperanza.

En primer lugar, está el sentimiento de fracaso que atormenta el corazón de los dos discípulos tras la muerte de Jesús. Habían perseguido con entusiasmo un sueño y puesto todas sus esperanzas y deseos en Jesús. Ahora, tras su escandalosa muerte en la cruz, abandonaban Jerusalén y volvían a su vida anterior. Estaban en viaje de regreso, como una forma quizá de dejar atrás la experiencia que tanto les había consternado y el recuerdo del Mesías ejecutado en la cruz, como un vulgar criminal. Volvían a casa abatidos, "con semblante triste" (Lc 24,17). Las esperanzas en las que habían puesto su confianza se habían desvanecido, los sueños que habían soñado se habían convertido en decepción y tristeza.

Esa experiencia también marca nuestras propias vidas, y nuestro camino espiritual, en esos momentos en los que nos vemos obligados a recalibrar las expectativas y a hacer frente a nuestros fallos y a las ambigüedades y confusiones de la vida. Cuando nuestros elevados ideales chocan con las decepciones de la vida y abandonamos nuestras metas debido a nuestras debilidades e insuficiencias. Cuando nos embarcamos en grandes proyectos, pero luego nos damos cuenta de que no podemos llevarlos a cabo (cf. Rm 7,18). Cuando, antes o después, todos, en nuestra vida y relaciones cotidianas, experimentamos un revés, un error, un fracaso o una caída, y vemos que aquello en lo que habíamos creído, o a lo que nos habíamos comprometido, se queda en nada. Cuando nos sentimos aplastados por nuestros pecados y por sentimientos de remordimiento.

(...) En esos momentos, sin embargo, debemos estar atentos a la tentación de huir, que vemos en los dos discípulos del Evangelio: la tentación de huir, de volver atrás, de abandonar el lugar donde todo sucedió, de intentar bloquearlo todo y buscar un "refugio" como Emaús, donde no tengamos que pensar más en ello. Ante el fracaso en la vida, nada peor que huir para evitarlo. Es una tentación que viene del enemigo, que amenaza nuestro camino espiritual y el de la Iglesia, pues quiere que pensemos que todos nuestros fracasos son ya irreversibles. Quiere paralizarnos con la pena y el remordimiento, convencernos de que no se puede hacer nada más, de que es inútil buscar la manera de volver a empezar.

(...) En el camino de Emaús, Jesús se acerca suavemente y acompaña los pasos desconsolados de aquellos discípulos tristes. ¿Y qué hace? No les ofrece palabras genéricas de aliento, palabras simplistas y fáciles de consuelo, sino que, al revelarles el misterio de su muerte y resurrección anunciado en las Escrituras, arroja nueva luz sobre sus vidas y los acontecimientos que vivían. De este modo, les abre los ojos para que vean todo de nuevo...

(...) En presencia de los discípulos de Emaús, Jesús partió el pan, les abrió los ojos y se reveló una vez más como el Dios de amor que da la vida por sus amigos. De este modo, les ayudó a reemprender el camino con alegría, a volver a empezar, a pasar del fracaso a la esperanza.

Hermanos y hermanas, El Señor también quiere hacer lo mismo con cada uno de nosotros y con su Iglesia. ¿Cómo abrirnos los ojos? ¿Cómo hacer que nuestro corazón vuelva a arder por el Evangelio? ¿Qué hemos de hacer, mientras soportamos las pruebas espirituales y materiales, mientras buscamos el camino hacia una sociedad más justa y fraterna, mientras nos esforzamos por recuperarnos de nuestras decepciones y cansancios, mientras esperamos ser curados de las heridas del pasado y reconciliarnos con Dios y entre nosotros?

No hay más que un camino, un único camino: es el camino de Jesús, el camino que es Jesús (cf. Jn 14,6). Creamos que Jesús se acerca a nosotros en nuestro camino. Salgamos a su encuentro. Dejemos que su palabra interprete la historia que estamos haciendo como individuos y como comunidad, y nos muestre el camino de la sanación y la reconciliación. Con fe, partamos juntos el Pan eucarístico, para que en torno a la mesa volvamos a vernos como hijos amados del Padre, llamados a ser hermanos todos.

(...) Señor Jesús, nuestro camino, nuestra fuerza y consuelo, como los discípulos de Emaús, te suplicamos: "Quédate con nosotros, porque está anocheciendo" (Lc 24,29). Quédate con nosotros, Señor Jesús, cuando se desvanece la esperanza y cae la noche de la desilusión. Quédate con nosotros, porque contigo nuestro camino sigue adelante y de los callejones sin salida de la desconfianza renace el asombro de la alegría. Quédate con nosotros, Señor, porque contigo la noche del dolor se convierte en el alba radiante de la vida. Digamos, con toda sencillez: ¡Quédate con nosotros, Señor! Porque si caminas a nuestro lado, el fracaso deja paso a la esperanza de una vida nueva. Amén (Papa Francisco. Homilía del Evangelio de hoy, 28 de julio de 2022)

 

Oración de hoy.

 

Señor Jesús, dame las fuerzas que requiero para continuar mis luchas y avivar la fe, para que nunca se apague esa llama con la que pones a arder mi corazón. Quédate a mi lado, sáname y sálvame. Que siempre arda mi corazón en deseo de permanecer en Ti. Amén.


Frase de reflexión.


Los discípulos recorrieron un camino de familiaridad con el Señor. Que el Señor nos enseñe esta familiaridad con Él, que es personal y al mismo tiempo comunitaria: una familiaridad en la vida cotidiana, en los sacramentos, en medio del pueblo de Dios.

- Papa Francisco, 17/04/20


Reflexión del Evangelio de hoy.


Al meditar las lecturas y el Evangelio del día explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy miércoles, según San Lucas 24,13-35: "Los discípulos contaron lo que les había pasado en el camino a Emaús y cómo lo reconocieron al partir el pan".


Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.


Intenciones del día.


Reflexión del Santo Evangelio de hoy miércoles de Pascua, 12 de abril, 2023, según San Lucas 24,13-35: "Es verdad, el Señor ha resucitado... Los discípulos contaron lo que les había pasado en el camino a Emaús y cómo lo reconocieron al partir el pan". La oración del día nos ayuda con la meditación. ¿Qué pudiste reflexionar con el Evangelio del día? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración.

Otros Evangelios del día.

Audio Evangelio: Fray Nelson Medina, OP.

Redacción y edición: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

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