Evangelio de Hoy: Juan 3,14-21 Envió a su Hijo al mundo para Salvarlo

Santo Evangelio de hoy domingo y reflexión con las Lecturas de hoy 7 de marzo, 2024. Evangelio del día explicado según San Juan 3,14-21. Palabra diaria de hoy: "Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él". (Cuarto Domingo de Cuaresma).

"La venida de Jesús al mundo lleva a una elección: quien elija las tinieblas tendrá un juicio de condenación, quien elija la luz tendrá un juicio de salvación". (Reflexión del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)

Índice de lecturas.

Santo del día:

Oración del Cuarto Domingo de Cuaresma: Amor de Dios al mundo

Cuarto Domingo de Cuaresma, Domingo de Laetare: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo Único para salvarnos, Oración Del cuarto Domingo de Cuaresma

Santa María Eugenia de Jesús: Religiosa y fundadora

Santa María Eugenia de Jesús, Anna Milleret de Brou, es fundadora de la Congregación de Hermanas de la Asunción para la educación de niñas y adolescentes

Mensaje del Evangelio:

Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él (Cf. Evangelio según San Juan 3,14-21)

Lecturas de hoy domingo.

2 Crónicas 36,14-16.19-23: "La ira y la misericordia del Señor se revelan en el destierro y la liberación de su pueblo".

En aquellos días, todos los príncipes de Judá, los sacerdotes y el pueblo añadían infidelidad a la infidelidad, practicando todas las abominaciones de las naciones y contaminando el templo de El Señor que él había consagrado en Jerusalén.

Temprano y con frecuencia El Señor, el Dios de sus padres, les enviaba sus mensajeros, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus advertencias y se mofaron de sus profetas, hasta que la cólera de El Señor contra su pueblo se encendió de tal modo que no hubo remedio. Sus enemigos quemaron la casa de Dios, derribaron los muros de Jerusalén, incendiaron todos sus palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos. Los que escaparon a la espada fueron llevados cautivos a Babilonia, donde se convirtieron en siervos del rey de los caldeos y de sus hijos hasta que el reino de los persas llegó al poder. Todo esto fue para cumplir la palabra de El Señor dicha por Jeremías: "Hasta que la tierra haya recobrado sus sábados perdidos, durante todo el tiempo que yazca desierta tendrá reposo mientras se cumplen setenta años".

En el primer año de Ciro, rey de Persia, a fin de cumplir la palabra de El Señor pronunciada por Jeremías, El Señor inspiró al rey Ciro de Persia para que emitiera esta proclamación en todo su reino, tanto de palabra como por escrito: "Así dice Ciro, rey de Persia: El Señor, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y me ha encargado que le construya una casa en Jerusalén, que está en Judá. Quien quiera, pues, entre vosotros, que pertenezca a alguna parte de su pueblo, que suba, y que su Dios esté con él". Palabra de Dios.

Salmo de hoy.

Salmo 137(136): "¡Que calle mi lengua, si alguna vez te olvido!" (R).

Junto a los arroyos de Babilonia nos sentábamos y llorábamos al recordar a Sión. En los álamos de aquella tierra colgamos nuestras arpas. /R.

Porque allí nuestros captores nos pedían la letra de nuestras canciones, y nuestros despojadores nos instaban a estar alegres: "¡Cantad para nosotros las canciones de Sión!". /R.

¿Cómo podríamos cantar una canción del Señor en tierra extranjera? Si te olvido, Jerusalén, ¡que se olvide mi diestra! /R.

Que mi lengua se pegue a mi paladar, si no te recuerdo, si no pongo a Jerusalén por delante de mi alegría. /R.

Segunda lectura.

Efesios 2,4-10: "Aunque estabais muertos en vuestras transgresiones, por gracia habéis sido salvados".

Hermanos y hermanas: Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor que nos tuvo, aun cuando estábamos muertos en nuestras transgresiones, nos dio vida con Cristo -por gracia habéis sido salvados-, nos resucitó con él y nos sentó con él en los cielos en Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las inconmensurables riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no procede de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para las buenas obras que Dios preparó de antemano, para que vivamos en ellas. Palabra de Dios.

Evangelio de hoy.

Juan 3,14-21: "Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él".

En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: "De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna. Porque Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios". Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Reflexión Papa Francisco.

En plena Cuaresma, ¿cuál es el motivo de esta alegría? Nos lo dice el Evangelio de hoy: Dios "amó tanto al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna" (Jn 3,16). Este mensaje gozoso es el corazón de la fe cristiana: El amor de Dios encontró su culmen en el don de su Hijo a una humanidad débil y pecadora. Nos dio a su Hijo, a nosotros, a todos nosotros... La venida de Jesús al mundo lleva a una elección: quien elija las tinieblas tendrá un juicio de condenación, quien elija la luz tendrá un juicio de salvación... Quien camina en la luz, quien se acerca a la luz, no puede dejar de hacer buenas obras. Esto es lo que estamos llamados a hacer con mayor dedicación durante la Cuaresma (Homilía del Papa Francisco sobre el Evangelio de hoy)

Evangelio del día (video).

Escuchemos la meditación en audio del Evangelio de hoy domingo, según San Juan 3,14-21: "Dios envió a su Hijo al mundo para salvarlo", con el Padre John Montoya.

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar la reflexión de las lecturas de hoy domingo.

Intenciones del día.

En el Evangelio de hoy domingo, según San Juan 3,14-21, leemos: "Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él". La Palabra diaria nos llama a contemplar el amor sacrificial de Dios revelado en Jesucristo, y nos invita a creer en Jesús como el único medio de salvación y de vida eterna.

• ¿Qué me dice este texto del Evangelio del día?
• ¿Cómo aplicaría a mi vida las lecturas de hoy?

Escribe en los comentarios tus peticiones de oración que el Evangelio de hoy domingo haya podido suscitar en ti, o todas aquellas cosas que llevas guardada dentro. Recuerda el mensaje del Evangelio de Juan 3,14-21: "Dios envió a su Hijo al mundo, para que se salve por él". Estaremos orando por tus intenciones.