Evangelio del día domingo: ¡Felices los que creen sin haber visto!

Santo Evangelio de hoy explicado del domingo 16 de abril, 2023 y las Lecturas de hoy para reflexionar. Palabra diaria con el Evangelio del día según San Juan 20,19-31: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". Meditación del Evangelio (II domingo de la octava Pascua - Domingo de la Divina Misericordia). Reflexión del Papa Francisco para hoy: "Dios muestra que quiere hacernos sentir el abrazo de su misericordia, la alegría que nace de recibir el perdón y la paz".

Índice de lecturas de hoy.

Celebración del día:

La Fiesta de la Misericordia | Divina Misericordia de Jesús

En el día de la Fiesta de la Divina Misericordia, Jesús concederá perdón a las almas que se acerquen a la confesión y reciban la Comunión en su Misericordia

Santa Bernadette Soubirous. Santa Bernardita. Vidente de Lourdes

Santa Bernadette Soubirous presenció las apariciones de María, Virgen de Lourdes. Santa Bernardita de Lourdes se hizo religiosa y fue muy piadosa. Biografía

Antífona de hoy.

Como los recién nacidos, debéis anhelar la leche espiritual pura para que en él crezcáis hasta la salvación, aleluya. (1 Pedro 2,2)

Oración colecta.

Dios de misericordia eterna, que en la repetición misma de la fiesta pascual enciende la fe del pueblo que has hecho tuyo, te rogamos que aumentes la gracia que has concedido, para que todos comprendan en qué fuente han sido lavados, por cuyo Espíritu han renacido, por cuya Sangre han sido redimidos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecturas de hoy domingo.

Primera Lectura para el Evangelio de hoy domingo de la octava de Pascua. Lectura del Libro de los Hechos 2,42-47: "Todos los fieles vivían juntos y poseían todo en común".

Toda la comunidad permanecía fiel a la enseñanza de los apóstoles, a la fraternidad, a la fracción del pan y a las oraciones. Los numerosos milagros y signos realizados por medio de los apóstoles impresionaron profundamente a todos. Los fieles vivían todos juntos y poseían todo en común; vendían sus bienes y posesiones y se repartían el producto entre ellos según lo que cada uno necesitaba. Iban todos los días al Templo, pero se reunían en sus casas para partir el pan; compartían la comida con alegría y generosidad; alababan a Dios y eran admirados por todos. El Señor añadía cada día a su comunidad a los que estaban destinados a salvarse. Palabra de Dios.

Salmo de hoy domingo.

Salmo Responsorial de las lecturas de la Santa Misa de hoy, tomado del Salmo 118(117),2-4.13-15.22-24

"Dad gracias al Señor porque es bueno, porque su amor no tiene fin". (R)

• Digan los hijos de Israel "Su amor no tiene fin". Digan los hijos de Aarón: "Su amor no tiene fin". Digan los que temen al Señor: "Su amor no tiene fin".

"Dad gracias al Señor porque es bueno, porque su amor no tiene fin". (R)

• Fui empujado hacia abajo, empujado hacia abajo y cayendo, pero el Señor me ayudó. El Señor es mi fuerza y mi canción; él fue mi salvador. Hay gritos de alegría y de victoria en las tiendas de los justos.

"Dad gracias al Señor porque es bueno, porque su amor no tiene fin". (R)

• La piedra que desecharon los constructores se ha convertido en la piedra angular. Esta es la obra del Señor, una maravilla a nuestros ojos. El Señor ha hecho este día; nos alegramos y nos regocijamos.

"Dad gracias al Señor porque es bueno, porque su amor no tiene fin". (R)

Segunda Lectura de hoy.

La segunda lectura para el Evangelio de hoy es tomada del 1 Pedro 1,3-9: "No visteis a Cristo, y, sin embargo, le amáis".

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia nos ha hecho renacer como hijos suyos, resucitando a Jesucristo de entre los muertos, para que tengamos una esperanza segura y la promesa de una herencia que nunca se estropeará ni se ensuciará ni se marchitará, porque os está guardada en los cielos. Por medio de vuestra fe, el poder de Dios os guardará hasta que al final de los tiempos se manifieste la salvación que ha sido preparada. Esto es motivo de gran alegría para vosotros, aunque por poco tiempo tengáis que soportar toda clase de pruebas; de modo que, cuando Jesucristo se manifieste, vuestra fe habrá sido probada y demostrada como el oro, solo que es más precioso que el oro, que es corruptible aunque se somete a la prueba del fuego, y entonces tendréis alabanza, gloria y honor. No lo habéis visto, y, sin embargo, lo amáis; y aun sin verlo, ya estáis llenos de una alegría tan gloriosa que no se puede describir, porque creéis; y estáis seguros del fin que espera vuestra fe, es decir, la salvación de vuestras almas

Secuencia.

Victimae Paschali Laudes.

• Cristianos, a la Víctima Pascual, ofrecen sacrificio y alabanza. Las ovejas son rescatadas por el Cordero y Cristo, el inmaculado, ha reconciliado a los pecadores con su Padre.
• La muerte con la vida contendieron: combate extrañamente terminado.
• El campeón de la vida, muerto, aún vive para reinar.
• Dinos, María: di lo que viste en el camino.
• La tumba que los vivos cerraron; Vi la gloria de Cristo al resucitar.
• Los ángeles allí atestiguando; el sudario con la ropa de la tumba descansando.
• Cristo, esperanza mía, ha resucitado: va delante de ti a Galilea.
• Que Cristo ha resucitado de entre los muertos sabemos. Rey victorioso, ¡muestra tu misericordia!

Aclamación de hoy.

¡Aleluya, aleluya! Jesús dijo: "Creéis porque me veis. Dichosos los que no han visto y creen". ¡Aleluya!. (Aclamación del Evangelio de hoy tomada de Juan 20,29)

Evangelio de hoy: Juan 20,19-31.

Evangelio de hoy explicado - Lecturas de hoy domingo para el Santo Evangelio del día: "Felices los que creen sin haber visto".

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". Él les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré". Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". Tomás respondió: "¡Señor mío y Dios mío!". Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre. Palabra del Señor.

Reflexión del Papa Francisco.

"Dios muestra que quiere hacernos sentir el abrazo de su misericordia, la alegría que nace de recibir el perdón y la paz". Papa Francisco.

El Señor resucitado se aparece hoy a los discípulos. A los que le habían abandonado les ofrece su misericordia y les muestra sus heridas. Las palabras que les dirige van acompañadas de un saludo que escuchamos tres veces en el Evangelio de hoy: "¡La paz esté con ustedes!" (Jn 20,19.21.26). ¡La paz esté con ustedes! Estas son las palabras de Jesús resucitado cuando se encuentra con toda debilidad y error humanos. Reflexionemos sobre las tres veces que Jesús pronuncia esas palabras. En ellas descubriremos tres aspectos de la misericordia de Dios hacia nosotros. Esas palabras primero dan alegría, luego conceden el perdón y finalmente ofrecen consuelo en cada dificultad.

En primer lugar, la misericordia de Dios da alegría, una alegría especial, la alegría de sabernos perdonados gratuitamente. Cuando, en la tarde de Pascua, los discípulos ven a Jesús y le oyen decir por primera vez: "La paz esté con ustedes", se alegran (v. 20). Estaban encerrados tras puertas cerradas por miedo; pero también estaban encerrados en sí mismos, agobiados por un sentimiento de fracaso. Eran discípulos que habían abandonado a su Maestro; en el momento de su arresto, habían huido. Pedro llegó a negarle tres veces, y uno de ellos, ¡uno de entre ellos!, le había traicionado. Tenían buenas razones para sentirse no solo temerosos, sino inútiles; habían fracasado...

En este clima, oyen por primera vez: "¡La paz sea con vosotros!". Los discípulos deberían haber sentido vergüenza, pero se alegran. ¿Por qué? Porque, al ver su rostro y oír su saludo, desviaron su atención de sí mismos y la dirigieron hacia Jesús. Como nos dice el Evangelio, "los discípulos se alegraron al ver al Señor" (v. 20). Se distrajeron de sí mismos y de sus fracasos y se sintieron atraídos por su mirada, que no rebosaba severidad, sino misericordia. Cristo no les reprochó lo que habían hecho, sino que les mostró su habitual bondad. Y esto los reanima, les llena el corazón de la paz que habían perdido y los convierte en personas nuevas, purificadas por un perdón totalmente inmerecido.

Esa es la alegría que trae Jesús. Es la alegría que sentimos también nosotros cuando experimentamos su perdón. Nosotros mismos sabemos lo que sentían aquellos discípulos en Pascua, a causa de nuestras propias faltas, pecados y fracasos. En esos momentos, podemos pensar que no hay nada que hacer. Pero es precisamente entonces cuando el Señor lo hace todo. Nos da su paz, a través de una buena Confesión, a través de las palabras de alguien que se acerca a nosotros, a través de un consuelo interior del Espíritu, o a través de algún acontecimiento inesperado y sorprendente... De muchas maneras, Dios muestra que quiere hacernos sentir el abrazo de su misericordia, la alegría que nace de recibir "el perdón y la paz". La alegría que Dios da nace, en efecto, del perdón. Concede la paz. Es una alegría que nos eleva sin humillarnos. Es como si El Señor no comprendiera lo que sucede... (Papa Francisco. Homilía del Evangelio de hoy, 24 de abril de 2022)

Oración de hoy.

Jesús, creo en Ti, en el poder de tu perdón, en tu presencia viva, que es fuego que purifica y restaura toda herida de dolor. Creo en que haces una renovación completa dentro de mí. Sana mi alma y abre mi corazón a la maravillosa paz y calma que proviene de Ti. Amén.

Frase de reflexión.

Hermanos y hermanas, llenos de la alegría de Cristo resucitado, pidamos la gracia de ser Iglesia en salida, la comunidad de los discípulos misioneros que toman la iniciativa y se comprometen en el anuncio del Evangelio de la paz y de la misericordia.

- Papa Francisco, 12/04/23

Reflexión del Evangelio de hoy.

Al meditar las lecturas y el Evangelio del día explicado, escuchemos ahora la meditación en audio del Santo Evangelio de hoy domingo, según San Juan 20,19-31: "¡Felices los que creen sin haber visto!".

Pidamos ayuda al Espíritu Santo, para que nos ayude a meditar lo que nos ha dicho a cada uno de nosotros, la reflexión del Evangelio de hoy.

Intenciones del día.

Reflexión del Santo Evangelio de hoy domingo 16 de abril, 2023, según San Juan 20,19-31: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". La oración del día nos ayuda con la meditación. ¿Qué pudiste reflexionar con el Evangelio del día? Escribe en los comentarios tus peticiones de oración.